20.07.92 Flor mía, Yo Jesús, te bendigo y te doy Mi Paz. Yo les he estado pidiendo a todos, desde el principio, que lleven una vida santa, puesto que Yo soy Santo. Yo les he estado pidiendo, queridísimos, que cambien sus vidas, para que hereden Mi Reino. Cuando Mis ángeles, a los que había concedido la autoridad suprema, se rebelaron contra Mí y la destrucción se apoderó de lo mejor de ellos, Mi Justicia no los perdonó, y fueron precipitados al infierno para esperar el Día del Juicio. Ellos, también, serán juzgados ante los ojos de todos, y ¡ah!... ¡qué terrible visión esa será! Yo juzgaré a cada uno, de acuerdo con lo que haya hecho o dejado de hacer. Delante de Mi Trono, todos permanecerán en silencio y atemorizados, pues el Día de este Juicio Final será tan terrible que hará temblar a todos de miedo, delante del Juez Supremo que Soy Yo. Todos ustedes verán un enorme número de ángeles caídos que fueron expulsados del Cielo y que combatieron, con amargura y malicia, al Arcángel Miguel y sus ángeles. Sí, sus ojos verán a Mis Rivales, los Rivales del Santo, del Ungido. Todos ustedes verán a aquellos ángeles caídos, adeptos de Lucifer, la serpiente primitiva quien trató de conducir a todos Mis hijos y Mis hijas a extraviarse. Verán multitudes de aquellos que profanaron Mi Nombre y transgredieron Mi Ley, aquellos que rechazaron ser criados y adoptados por Mi Santidad y prefirieron ser marcados en su frente por el Engañador... 1 Sí, Vassula, una visión severa te ha sido mostrada. Yo te digo: pronto vendré con Mis santos a dictar juicio sobre el mundo y a sentenciar a los culpables. Hoy, Mi Gracia está siendo revelada a toda la humanidad para renovarlos a todos con Mi Santo Espíritu, antes de Mi Día, y recordarles Mi Ley. En ese Día, Yo pagaré a cada uno según lo que se merezca. Yo he dicho que castigaré, severamente, a quien insulte al Espíritu de Gracia y trate a Mi Espíritu como una tontería. Por eso es por lo que deben permanecer despiertos. Hoy, más que nunca antes, les estoy pidiendo a todos que se consagren a sí mismos, sus familias y sus naciones a Nuestros Dos Corazones. Déjenme sellar su frente con el sello de Mi Santo Espíritu. El Tiempo de la separación ha llegado, el Tiempo de las cuentas está aquí. Yo dije a todos que vendré a ustedes como un ladrón. Cuando Yo regrese nadie sospechará nada. Entonces, de dos hombres uno será tomado, el otro dejado; de dos mujeres, una será tomada y la otra dejada. La Cosecha está casi lista para ser recogida y un incontable número de cadáveres serán dejados cuando Yo diga: Entonces diré a Mi Ángel: 2 "La hora ha llegado de separar y sacar a todos los que no son Míos. Separen, de aquellos que Me reconocieron, a todos aquellos que no han querido cumplir con Mi Ley; separen de aquellos que permitieron y dieron la bienvenida a Mi Espíritu, para que fuera su Guía y su Antorcha, a todos aquellos que se rebelaron en su Apostasía contra Mí; 3 separen de aquellos que fueron marcados en la frente con el Sello del Cordero, a todos aquellos con el nombre de la bestia o con el número 666". El tiempo ha llegado y Yo Mismo estoy marcando a Mi gente con Mi Nombre y con el Nombre de Mi Padre. Vassula, Yo abrí las compuertas del Cielo para derramar Mis bendiciones, en abundancia, sólo para ti, sino que Mis bendiciones están siendo derramadas, ahora, sobre toda la humanidad, antes de Mi Gran Retorno. Como Yo he estado diciendo, ustedes están viviendo en un tiempo de gran Misericordia y Gracia, pero el Día está llegando ahora, ardiente como un horno, y todos aquellos que no han sido sellados con Mi Nombre, sobre su frente, serán como el deshecho de la cosecha en este Día. Yo les estoy revelando lo que va ocurrir antes de que Yo rompa el sexto sello. 4 Vengan y conságrense a Mi Sagrado Corazón y al Corazón Inmaculado de su Madre. Como Yo he dicho, ustedes están viviendo un periodo de Gracia y de Misericordia. Hija, así como tú cambiaste de ser desobediente a Mí y te has reconciliado, haciendo la paz Conmigo, disfrutando ahora la Misericordia, así será con aquellos que todavía se están rebelando contra Mí. Yo mostraré Mi Infinito Amor y Misericordia, a toda la humanidad, antes de que Yo envíe a Mis cuatro Ángeles a los cuatro confines de la tierra, 5 cuyo deber es devastar la tierra y el mar. Yo he ordenado a estos ángeles que esperen, antes de hacer ningún daño a la tierra, al mar o a los árboles, hasta que Yo haya marcado Mi Sello sobre las frentes de aquellos quienes han cumplido Mi Ley , 6 de aquellos que se han beneficiado de Mis Gracias y de Mi Misericordia. A éstos Yo les digo: sirvan y no esperen a ser servidos, a fin de que Mi Padre en el Cielo les asigne un lugar en Su Tienda. Siendo fieles a Mí, sufrirán grandes persecuciones, pero ¿no les he prometido túnicas blancas en el Cielo? ¿No les he prometido que ya no tendrán hambre o sed? 7 Así es que no tengan miedo cuando las tempestades se levanten contra ustedes. Las Escrituras se están cumpliendo. ¡Dichosos son ustedes los que mueren en Mí, el Señor! En verdad, los recompensaré. Mi niña, el Amor está cerca de ti y Mi Espíritu está sobre ti. La Esperanza, Mi niña, se encuentra en Mi Sagrado Corazón. El Amor te es dado gratuitamente, y la Fe es una bendición que viene de Mí. Mi Espíritu se regocija en tu nada y Mi Alma se deleita en tu fragilidad. Yo te he elevado para consolarme y deleitarme. Yo te he elegido, por la gracia, para saciar Mi sed de Amor. Nada que ver con tus méritos, ya que no tienes ninguno. ¿Estás preparada, niña Mía, para complacer a tu Salvador? Sí, Señor. ¡Yo quiero complacerte! ¿A cualquier precio? Todo lo bueno que tengo es Tuyo. Tú eres mi Dios, Siempre Fiel, el Santo. Yo te guiaré con una mano sensible y soplaré sobre ti para extender Mi dulce fragancia alrededor. Estate atenta cuando Yo hablo, Mi alumna, Yo he hecho retroceder una legión de demonios que se dirigían a saquear Mi propiedad. 8 ¡Alabado sea Jesús! Ven, hija, vamos a trabajar. Estate unida a Nosotros. 9 ¿Nosotros? ¡Sí! 1 Aquí tuve una visión de esta multitud de ángeles caídos, de pie delante del Trono de Dios, en el Día del Juicio. Era temible y triste 2 Alusión a la parábola de la cizaña (Mt 13, 24-30) 3 Este pasaje confirma la profecía de San Pablo en 2 Tesalonicenses 2,1-12. Los dos signos premonitorios del fin de los tiempos: La Gran Revuelta (Apostasía) y el Rebelde (el espíritu de Rebelión) 4 Ap 6,12-17 5 Ap 7,1 6 Ap 7,2-3 7 Alusión a Ap 7,9-17 8 Yo 9 Jesús y nuestra Santa Madre |