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DIRECCIÓN ESPIRITUAL DE JESÚS


14.07.92

Señor, la primera vez que fui perseguida no pude ni presentar mi defensa; no hubo ni un testigo que me asistiera. Todos me desampararon, pero Tú Señor permaneciste a mi lado y me diste fuerza, para que a través mío todo el Mensaje pudiese ser proclamado para que todas las naciones lo oyeran; y así fui rescatada de la boca del León. El Señor me librará de todo intento malo sobre mí, 1 . Tú al final me llevarás a salvo a Tu Reino. A Ti la gloria por los siglos de los siglos. Amén.

2Timoteo 4,16-18.

-Mi Vassula, lleva una vida en paz. Ámame y propaga Mi Paz por dondequiera Yo te envíe. ¿Todavía no has comprendido Mi Poder? Por tanto, ¿qué tienes que temer? Yo he puesto Mi Dedo en tus labios. Tú no eres completamente consciente de ello; sin embargo, Yo te digo: Mi Dedo está en tus labios para pronunciar todo lo que Yo Mismo te he dado.

No, tú no saldrás ilesa, pero Yo tengo suficiente Poder para curarte y sanar tus heridas. Mi Copa sabe amargo, sin embargo, por Amor Yo te he invitado a compartirla Conmigo. Si Yo no estuviera a tu lado tú habrías sido hecha pedazos, así es que no tengas miedo, nadie puede arrebatarte de Mí.

Escucha Mi consejo: no te agotes. El celo por Mi Casa te devora y estoy feliz por tu entusiasmo en glorificarme. Sin embargo, el Novio le dice a Su prometida: profetiza en paz y deja que Mi Espíritu Santo sea tu Guía. Mi Santo Espíritu no te cargará con pesos más allá de tus fuerzas; por lo tanto, no prolongues las peticiones y las reuniones. Mi Espíritu te dirigirá para que tú puedas darles suficiente, únicamente se debe hacer lo esencial. Sirve con humildad, predica y enseña todo lo que Yo te he dado, de este modo Me glorificarás.

Lleva cuidado de lo que enseñas, repite solamente las palabras que Yo Mismo te he dado. No añadas ni quites. Estate dedicada a Mí.

Yo te estoy recordando todas estas cosas para proclamar con perfección Mi Conocimiento. Yo quiero que tú seas Mi Eco a fin de que aquellos que estén escuchando puedan reconocer Mi Voz. Ten cuidado siempre de elegir la línea correcta.

Vassula, Mi prometida, la carrera todavía no ha llegado a su fin; hazlo todo, pero en paz. Quiero a Mi novia cerca de Mí, bajo Mi dictado, de cuando en cuando, trabaja en armonía Conmigo. Yo te estoy enviando para que recolectes una cosecha que Yo Mismo he trabajado. Por lo tanto, recuerda, consuélame, deséame, ten sed de Mí en Mi silencio y permite a tu Salvador que descanse en ti. Yo, Jesús, te bendigo.


1 y, ¡oh, tantos hay!