21.07.1992

¿Señor? Yo Soy. Yo te doy Mi Paz y te bendigo. Flor, vamos a trabajar. Escribe: Yo les digo, solemnemente, estoy dando al mundo muchos Signos, pero ¿están ellos listos para reconocer Mis Signos Celestiales? Hoy, muchos hablan solamente acerca de lo que han visto, pero sin embargo, rechazan la evidencia, ahora tan manifiesta, de Mi Espíritu Santo. Mi Espíritu Santo los dirigirá como Yo dirigí a Mis discípulos, cubriéndolos a todos con Mi Amor compasivo. Yo mostraré a todos que Mi Nombre, Jesús, significa El-Que-Salva. Hija, vuelve tu mirada hacia Mí y florece. Yo soy todo Generoso. Yo te he investido con Mi Conocimiento y te he confiado Mis Intereses. Tu Creador te ha rodeado con Sus Brazos Poderosos, así que no temas, Yo derribaré a tus enemigos, que en realidad son Mis enemigos. Tu Santa Madre es tu Defensa. Yo, el Señor, te haré fuerte para que lleves Mi Mensaje a los cuatro extremos de la tierra. Noche y día Yo velo por ti. Así que no perturbes tu pequeño corazón; desde hoy abriré más puertas para ti: A partir de hoy, sacerdotes, obispos y cardenales empezarán a abrir sus oídos y escucharán Mi Voz. Ellos empezarán a escuchar y con una lluvia de gracias derramada sobre ellos, saliendo de Mi Infinita Misericordia, empezarán a comprender, y de sus ojos caerán las escamas incrustadas por el polvo de la Apostasía, y ellos, una vez más, empezarán a ver el Esplendor de Mi Espíritu Santo. Ellos percibirán las Insondables Riquezas de Mi Sagrado Corazón, estas Riquezas reservadas para sus tiempos. Hija, considérate a ti misma como un bebé, apenas destetado de tu Creador. Permanece pequeña, para que Yo pueda elevarte fácilmente a Mi Pecho y te apriete contra Mis Mejillas. Toda sabiduría de los hombres decaerá y la perspicacia de tu generación será amortajada. Mi Corazón está contigo. Hija, tú continuarás dando testimonio y siendo Mi Eco a esta generación apóstata que está al borde del colapso. Tú serás Mi embajadora para Mis Asuntos. Mi niña, Yo te llevaré sobre Mis Hombros, al corazón de una nación que prefirió confiar en supercherías y en astucias más que en el Aliento de Mi Espíritu Santo. Yo te enviaré ahora, a éstos que Me han sacado a Mí, el Santo, fuera de su vista. Los traeré una conversión y una salvación, tal como nunca se había oído, ni se había visto antes. Rescataré a esta nación, la perdonaré y la salvaré. En ese día, la canción que cantarán para Mí será como la de una noche de boda. Yo te enviaré a ellos 1 como una peregrina. "Yo haré que los ciegos caminen a lo largo del camino, y los conduciré por sendas, cambiaré ante ellos la tiniebla en Luz, y lugares rocosos en pisos llanos. Éstos cosas las realizaré, y no las dejaré sin hacer". (Isaías 42,16) Yo vendré a salvarlos. 1 Inmediatamente me di cuenta, entonces, que Cristo se refería a Rusia. Fui invitada a ir como peregrina