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8.03.91 -Hija, está en paz. Yo soy el Amor. Pequeña, estoy contigo para ayudarte a santificar tu vida. Yo hablo a todas las almas a través de estos mensajes y a través de ti. Te he alimentado con Mi Pan, te he criado y te he hecho Mía. ¿He sido alguna vez duro contigo durante todo este tiempo? ¿Te he castigado alguna vez? Así pues, nunca dudes de Mi Amor. Apoya la cabeza en Mí y descansa, descansa tu mente en Mí, no pienses en nadie más que en Mí. Yo soy quien más te ama; todo lo que te pido es Amor. Ámame, adórame, piensa en Mí. Permíteme estar siempre presente en tu corazón y en tu mente. Te he despertado de tu sueño para que veas Mi Belleza y vivas Conmigo; cada gota de Mi Sangre te hace Mía; he pagado por tu alma derramando Mi Preciosa Sangre por tu salvación. Cada agonía que sufrí fue con Amor sabiendo que Mi Sacrificio te salvaría. Todo lo que hice fue por tu salvación. Hija Mía, que todo esto esté claro para ti. Yo soy el Amor y el Amor continúa salvando. No Me detuve allí 1 sino que continúo llamando para vuestra salvación. Yo continúo asediando al pecador. Estad preparados, por consiguiente, porque vendré pronto a recogeros. Yo el señor os amo a todos hasta la locura. Ámame, alábame y sé santa. Siénteme para que puedas recordar Mi Presencia. Ven. 1 en Mi Cruz |
