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York, 4.03.91 En la escuela de primaria de Todos los Santos. Fui invitada por el Padre Ian Petit. -Yo Soy. El Amor está cerca de ti, el Amor es generoso. Recuerda Mi Presencia y no vacilarás. Hija, ven y ora Conmigo al Padre: aunque la noche aún cubre esta tierra, yo sé que sobre mí, Yahvé, que ve a Sus hijos en la obscuridad, tendrá piedad de ellos. Con Poder y Gloria, descenderá para disipar esta noche amenazadora en un día radiante. Paz y Amor nos llenarán y nuestra alma rebosará con Su Luz. Yo Soy volverá. Yo Soy regresará. Yo Soy estará con nosotros. ¡Gloria al Altísimo! Amén. -¿Mi Señor? -Yo Soy. Pequeña, cada vez que Me llamas Mi Corazón salta de alegría. Si tan sólo comprendieras esto hija Mía... Me has preguntado si tienes que salir a dar testimonio como haces ahora. Sí, es necesario. No es que Yo te necesite, pero, Vassula, salir y dar testimonio de Mi Nombre Me glorifica y al mismo tiempo te purifica. Flor, Yo te daré la fuerza que necesitas, las palabras que necesites. Trátame ahora como un Rey merece. Trátame como tu Santísimo tiene que ser tratado. Yo Soy está contigo. Ven, Mi niña-salvada-por-Mí, ven. Tu paso debe seguir Mi Paso, tu pie donde Yo puse Mi Pie, hasta el final de tu misión.  ¿Nosotros? -Sí, por siempre unidos... -Así que ven a Mí tan a menudo como puedas y Yo te llenaré cada vez que vengas a Mí. Préstame tu oído, Mi niña, para que Yo lo entrene para escuchar Mi Voz. Satisfáceme, hija Mía, y prosperarás en Mí. El Amor está contigo y te bendice. (Más tarde, de nuevo, volví al Señor). -¡Ah, sí! Estás de nuevo Conmigo. Yo voy a elaborar tu plática de esta noche. Yo soy El que va a aclarar muchas cosas. Repite estas palabras después de Mí: Tú eres mi Delicia. Háblame, condúceme y humíllame". Amén. Deléitame y alábame todo el tiempo. Te amo, y por eso, dejaré Mi Cruz sobre de ti. Yo soy El que la llevó hasta el final. Hónrame y glorifícame sosteniendo Mi Cruz, de vez en cuando, para que Yo descanse. Ven.  |
