YA NO TIENEN EN CUENTA LOS FRUTOS DE NUESTROS CORAZONES
10.01.90
Jesús me llamó para dictarme Su Mensaje para la reunión de oración del 27 de Enero de 1990, en la capilla del hospital regional de Martigny, Suiza.
-La paz esté con vosotros. Sentid Mi Presencia. Yo estoy en medio de vosotros. Disponed vuestros corazones a escuchar y comprender Mis Palabras. Amados hijos, hace ahora poco más de un año que Yo, el Señor, he estado con vosotros de esta manera especial, dándoos Mis Mensajes, y así os he mostrado las Heridas de Mi Sagrado Corazón. Yo os he hecho saber el estado de Mi Iglesia de hoy y la causa de la amargura de Mi Alma. Yo he compartido con todos vosotros Mi Cruz de Paz y de Amor. Yo os he hecho conocer Mis más íntimos deseos, y Mi Santo Espíritu os ha estado recordando Mis preceptos.
Yo os he recordado las enseñanzas de Mi Iglesia. Os he reunido porque vosotros sois los Míos y a los Míos vengo a manifestar Mi Gloria. Yo estoy en vosotros y vosotros estáis en Mí. Yo soy la Luz del mundo, y vosotros, Mis pequeños, sois los vasos portadores de Mi Luz y Mi Mensaje de Paz y Amor. Yo os he reunido como reúne un pastor a sus ovejas en su redil y os he rodeado con Mis Brazos. Hay todavía otras ovejas que debo reunir también.
Yo os estoy preparando a vivir bajo los Nuevos Cielos y la Nueva Tierra 1 , porque ahora se está acercando el tiempo en que el Amor debe volver a vivir en medio de vosotros. Pronto, escucharéis los pasos del Amor en el camino del retorno y por eso Mi Voz se escucha por toda la tierra, y por la misma razón vuestros jóvenes tienen visiones. Yo he dicho que derramaré Mi Espíritu sobre toda la humanidad, y que vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán, y que incluso a los más pequeños de entre vosotros daré Mis Bendiciones 2 .
Sí, Mi Voz clama hoy en el desierto. Yo llamo a cada uno de vosotros, aunque algunos no han llegado a comprender lo que Mi Espíritu quería decir, ni han comprendido Mis Señales ni las visiones de vuestros jóvenes. Ellos ya no tienen en cuenta los frutos de Nuestros Corazones 3 , sino que tratan de impostores a Mis almas escogidas.
Yo permaneceré con vosotros de esta manera sólo por un poco de tiempo ahora, pero no os abandonaré sin asegurarme de que tengáis abrigo y pastos. Yo soy vuestro Buen Pastor que cuida de vosotros. Yo soy el Señor que, como un vigilante, vela por vosotros desde lo alto. ¿Cómo podría Yo resistir y no descender y tomar cualquier medio para llegar a vosotros cuando escucho vuestros lamentos y vuestra agonía? ¿Cómo podría resistir y no acudir presuroso a vosotros cuando veo a tantos de vosotros dirigirse a los fuegos eternos?.
Yo vengo a vosotros de esta manera no para condenaros, sino para alentaros. Yo vengo a salvar al mundo. No vengo a condenar al mundo, pero el mundo se engañará de nuevo sobre los Tiempos, como se engañaron sobre el Tiempo de Mi Venida como Mesías y no Me reconocieron, sino que Me trataron a su antojo, entregándome a los paganos. De nuevo el mundo se ha engañado sobre los Tiempos del que ha sido puesto para allanar el Camino ante Mí. No reconocieron a Juan Bautista que había venido en toda rectitud como Elías, sino que lo trataron también a su antojo. Y hoy, una vez más, vuestra generación se engañará sobre los Tiempos, porque estos Tiempos no están a su favor. Yo he dicho que en los últimos días por venir, os enviaré a la tierra a Moisés y Elías, pero vuestra generación no Los reconocerá, no Les escucharán, ni Les comprenderán, sino que Los maltratarán, rechazándolos como rechazaron a Juan Bautista y Me rechazaron a Mí como Mesías.
Yo he dicho que en los últimos días aparecerán muchos falsos Cristos y os he aconsejado guardaros de esos falsos Cristos que, en vuestros días, son las falsas religiones. Yo os he dado Mi Palabra y os he prevenido que no andéis en busca de esas sectas. Yo he dado a Pedro el encargo de Mi Iglesia y le he pedido que os alimente, que cuide de vosotros y que os ame.
Yo os digo solemnemente: antes que esta generación haya pasado, todo lo que os he dicho se cumplirá. Por tanto no os dejéis engañar, sino resistid a vuestros adversarios, resistid a los que se oponen a Pedro. Yo mismo os daré una elocuencia para reconocer lo que hoy dice el Espíritu a las Iglesias, por lo cual, no preparéis vuestra defensa... La higuera está madura y Mi Reino está próximo a vosotros, ahora... 4 .
Orad por los que no comprenden. Creer es también una gracia otorgada por Mí. Yo os he escogido y por eso seréis perseguidos, pero no dejéis que vuestros corazones se turben; amaos los unos a los otros y no juzguéis. Que este amor que os he manisfestado sea el emblema de Mis nuevos discípulos, a fin de que puedan reconocer que vosotros venís de Mi Aprisco y que sois hijos de Dios y estáis en Dios. Hijitos míos, amaos los unos a los otros como Yo os amo. No pidáis señales, contentaos con lo que el Espíritu os da ahora. Yo os digo solemnemente que pronto habrá Un Solo Rebaño que será llevado y guiado por Un Solo Pastor.
Yo soy Espíritu y deseo que Me adoréis en espíritu y en verdad, y no con palabras muertas. Aprended, pues, a orar con vuestro corazón. Orad por toda la Iglesia, sed el incienso de Mi Iglesia y con esto quiero dar a entender que oréis por todos los que proclaman Mi Palabra, desde el Vicario que Me representa, hasta los apóstoles y profetas de vuestros días, desde las almas sacerdotales y religiosas hasta los laicos, a fin de que estén dispuestos a comprender que vosotros todos a quienes he mencionado, formáis parte de Un Cuerpo, Mi Cuerpo. Sí, vosotros todos formáis un solo cuerpo en Mí. Orad por los que se niegan a escuchar, para que estén prontos, en vez de estar reticentes, a escuchar un sermón o una revelación inspirada por el Espíritu.
Orad para que puedan comprender cómo Mi Espíritu obra de diferentes maneras y cómo Mi Espíritu os enseña, os llama, os advierte. Orad para que dejen a Mi Espíritu expresarse libremente. Yo no revelo nada de nuevo.
Yo os digo todo esto de antemano, para que vuestra fe no sufra quebranto cuando vengan tiempos más duros. Recordad, Mis pequeños, que aquel que jamás ha conocido una prueba, conoce muy pocas cosas. Yo, por Mi parte, velaré constantemente por vosotros, pero deseo que también vosotros Me ofrezcáis vuestro pleno abandono a fin de moldearos como Me place. Yo quisiera que seáis como la arcilla en las manos de un alfarero. Yo tengo la intención de remodelaros a todos a Mi Divina Imagen. Tengo la intención de devolveros la divinidad que teníais antiguamente, pero que la habéis perdido.
Mis flores, Yo soy El que más os ama. Yo os bendigo a todos, dejando en vuestras frentes el Suspiro de Mi Amor. Sed uno.
-Ven, escucha a Mi Madre.
-Recibe Mi Mensaje, Vassula. Flor, Yo te bendigo.
-Yo te bendigo, Santa Madre. Estoy a la escucha.
Mensaje para la reunión de oración del 27 de Enero de 1990 en la capilla del hospital regional de Martigny, Suiza.
-La paz esté con vosotros. Jesús y Yo os bendecimos a todos. El Santo está en medio de vosotros y la Sabiduría es vuestra Maestra. Escuchadme, Nuestro Amor por vosotros es tal que nadie en la tierra puede jamás llegar a entender ni de lejos (nadie ha visto nunca a Dios). 5 . El Santo ha revelado su Santo Rostro a vuestra nación. Él ha descubierto Su Amor y os ha mostrado las Heridas de Su Sagrado Corazón.
Dios ha amado tanto al mundo que le ha enviado a Su Hijo único para ser el Sacrificio que quita vuestros pecados. Él, que tiene Su puesto a la Diestra de Dios Padre y que, por Su Infinita Misericordia, ha descendido para estar con vosotros de esta manera especial y para estar presente en medio de los Suyos. El Santo de los Santos ha venido a invitar a vuestra nación a vivir en santidad porque Él es Santo. Él ha venido para recordaros que toda carne es heno y toda su gloria como flor de heno: secóse el heno y se cayó la flor, pero Su Palabra permanece para siempre 6 .
Hijitos Míos, la Viña del Señor, en vuestros días, se extiende por muchas partes del globo y Su Voz se escucha más y más en vuestro desierto. Él continuará multiplicando estos pequeños oasis de Su Reino a fin de que Su Reino en la tierra sea como es en el Cielo. No os extrañéis ni quedéis asombrados. Al contrario, ¡alegraos! Alegraos de que Su Santo Espíritu se difunda generosamente en cada nación, reclutando nuevos discípulos. Si tan sólo Nos escucharais hoy día y no endurecierais vuestro corazón como en los tiempos de la Rebelión... El tiempo huye y Yo os pido que Nos escuchéis, porque dentro de poco tiempo ya no Me veréis.
Mis amados hijos, vivid en Cristo, vivid en Él. Estad siempre preparados para encontrar al Señor, porque el Señor está en medio de vosotros. Estad alegres y regocijaos Conmigo. Continuad haciendo todas las cosas que habéis aprendido de Nosotros. Vivid Nuestros Mensajes y Dios os los aclarará. Meditad Nuestras Palabras para que al fin el Plan de Dios alcance su realización. Su intención es transfigurar vuestros cuerpos en una copia de Su Divina Imagen. Tiene la intención de devolveros a la divinidad y hacer de vosotros todos: Un solo Puro y Santo Cuerpo. La unidad no puede ser sino para la Gloria de Dios, venid entonces a alabar al Señor. No seáis como los paganos, diferenciándoos vosotros mismos en Cristo. Vosotros todos que estáis en Cristo deberíais ayudaros los unos a los otros y así cumplir la Ley de Cristo. Esta es una súplica para todos los Cristianos, de la Madre de vuestro Señor.
El Señor os está preparando a todos, a todos vosotros que estáis bajo Su Nombre, para este Día Glorioso. Sí, el Señor unirá a Su pueblo y le librará de todos los males. Misericordia y Justicia está obrando, con tales maravillas como no ha sucedido jamás en muchas generaciones... y la Unidad vendrá a vosotros como la Aurora y tan de repente como la caída del comunismo. Ella vendrá de Dios y vuestras naciones la llamarán El Gran Milagro, el Día Bendito de vuestra historia. Este Milagro será la mayor Gloria de Dios, y en ese día todo el Cielo celebrará y se alegrará profundamente... Por eso os ruego, hijos Míos, que estéis en oración constante y que os améis los unos a los otros. Abandonaos completamente a Dios y Él hará lo demás.
Yo os bendigo a cada uno de vosotros. Mi Presencia será sentida por muchos de vosotros al entrar en vuestros hogares. Yo os amo a todos.
1 Ap 21,1
2 Ac 2,17-18; Jl 3,1-2
3 Jesús hace alusión a Su Corazón y al de Nuestra Madre
4 Jesús dijo esto con mucha majestad y como si se hablara a Sí Mismo
5 Nadie jamás ha visto a Dios: esto significa que nadie ha comprendido nunca plenamente el Amor de Dios. Luego "nosotros" no Le hemos visto
6 1Pedro 1,24-25 y Is 40,7-8
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