16.08.89 -Paz, hija Mía. Ámame como Yo te amo. Siénteme, disciérneme y tócame cuando Me ves. ¿No te he pedido que obres así, hija Mía? -Sí, Señor. -¿Lo harás? ¿Ahora? Sí, toma Mi Mano, reconóceme en esta Paz que te doy... Reconóceme en el Amor que te doy. -¿Por qué debo todavía errar en este destierro? Me parece sin fin, mi Señor. -Lo sé, pero Yo te he conferido esta misión, que acabarás pronto. Yo no te abandonaré y velaré para que Me glorifiques. Vassula, continúa junto a Mí. ¿Lo harás por Mí? -Yo quiero obedecerte siempre, mi Señor. -Yo no te faltaré jamás. Permanece Conmigo, recuerda que soy tu Educador. ¿Nosotros? -Sí, Señor, para siempre. |