24.01.87
Vassula, Vassula, pequeña, bienamada de Mi Sagrado Corazón, no tengas miedo, te amo. ¿Hija, fuiste capaz de amarme por ti misma? No, Jesús. Has aprendido a amarme, porque Yo Me acerqué a ti, iluminándote. Te convertí, despertándote. Vassula, ¿sabes por qué te amo? No, no lo sé Jesús. Entonces, te lo voy a decir. Te amo, porque eres inútil, miserable y culpable. Los niños son Mi debilidad. Yo los amo, porque Me dejan formarlos. Vassula, ven, y mora en Mi Sagrado Corazón donde, en Sus profundidades, encontrarás la Paz y sentirás Mi Amor ardiente que tengo por todos ustedes. Tú podrás decirles de Mi Amor por ellos. ¡Observa, cada día que pasa, te acercas más a Mí! |