23.04.92 -Mi Dios, el racionalismo, el modernismo, las sectas y el ateísmo han invadido Tu Gloria. Ellos han desacralizado Tu Santo Templo y profanado Tu Sagrado Nombre. Ellos han reducido Tu Santuario a un montón de ruinas. Han dejado a su paso los cadáveres de Tus hijos, una presa para los buitres. ¿Cuánto tiempo todavía estarás lejos de nosotros, Señor? ¿Cuánto tiempo? ¡PASTOR! ¿Dónde estás? La apostasía está devorando a Tus ovejas y el racionalismo está aplastando Tu aprisco. Interviene rápidamente con ternura, apenas se nos puede aplastar más de lo que estamos. Ayúdanos, Dios, nuestro Salvador, por el Honor de Tu Santo Nombre. Nosotros somos Tu pueblo, ¿acaso no lo somos? El rebaño que Tú pastas. ¿Pastor? ¿Cuánto tiempo más, Pastor? ¿Por qué retener Tus pasos? Oh, traza Tu camino sobre estas ruinas sin fin. La apostasía ha hecho estragos donde solía estar Tu Corazón, decidida a destruir todo lo que salió de Tus Manos. Mi pastor yo grito hacia Ti en voz alta; nuestras fuerzas se están agotando, así es que dime, ¿cuánto tiempo más tenemos que esperar? El tiempo ha llegado de que tengas Misericordia de nosotros, ¡escucha nuestros suspiros, y deja que nuestros gritos lleguen a Ti! Amén. -¡Alma! Yo, tu Pastor, Me he inclinado desde las alturas de Mi Morada; desde el Cielo he mirado abajo a la tierra para oír los suspiros de Mis corderos y rescatar a los que están condenados a morir salvajemente. Como Mi Palabra se ha convertido en una lámpara para tus pies, una luz para tu camino, así extenderé Yo Mi Palabra en cada nación para englobaros a todos en Mi Luz Transcendente para que podáis andar; vuestro caminar será sin obstáculos, a fin de que cuando corráis no tropecéis. Yo amo a los que Me aman, ¡los que Me busquen ansiosamente Me encontrarán! Yo os he dado Mi Corazón para amar, así es que amadme y haré grandes cosas en vosotros. Pequeña, Mi Retorno está más cerca de lo que piensas. Yo vengo, Mi Vassula, para reinar en cada corazón. Yo te he escuchado. No dejes que tu corazón se inquiete o aflija, pues nada se interpondrá entre tú y Yo. Yo te pido, Mi bienamada y esposa, que tengas constancia y fe para que crezcas en Mí. Yo te bendigo, vive en Mí. |