|
24.10.91 Mensaje para los Filipinos. -La paz sea contigo. Di a Mi gente que medite sobre Mi Ley. Escribe: -Yo estoy reconciliando al mundo- Diles que soy Yo, Jesús. Si preguntan cuál es Mi Mensaje para ellos, diles: -Yo vengo para reconciliaros a vosotros con Mi Sagrado Corazón- y al conciliaros Conmigo, Yo os pediré por causa de Mi gran Amor que os reconciliéis unos con otros. Yo Me propongo reconciliar al mundo con Mi Sagrado Corazón y, de este modo, haré de todos vosotros una nueva creación 1 . Esta es la promesa de Mi Espíritu. Yo os digo solemnemente, aquel que siembre las semillas de su propia comodidad recogerá la cosecha de la corrupción y cuando se encuentre cara a cara Conmigo en el Día del Juicio Yo le diré: "¡Vete! ¡Lejos de Mí! ¡Ve a ese Corrupto que te corrompió!". A menos que Yo oiga un grito de arrepentimiento el olor de muerte que lleva a la muerte continuará elevándose hasta el Cielo. Yo no quiero que esto suceda más. Lo que Yo deseo de vosotros es: -incienso- Yo deseo que seáis como un incensario lleno de incienso, sobre un altar, queridos hijos. Haced que vuestro país se transforme en un inmenso Altar, ofreciéndome la fragancia del incienso. Quiero que viváis santamente puesto que Yo soy Santo. Cada día Yo extiendo Mis Manos hacia vosotros para elevaros hacia Mí. Os he mostrado Mi Amor hacia vosotros a lo largo de generaciones y de nuevo hoy. Como un pastor que rescata su oveja de la boca del león, así vengo a rescataros de la Víbora. A pesar de vuestra espantosa desdicha no os derribaré como derribé a Sodoma y Gomorra. Yo sé cuán oprimidos están vuestros necesitados y cómo se tritura diariamente a los pobres; sé también qué miserables sois, y ¡oh! Yo conozco vuestros crímenes ... y son muchos, ¡debido a la violencia hecha a vuestros hijos, la sangre inocente derramada en vuestro país es grande! Vuestras desgracias adquiridas por el pecado han desafiado Mi Misericordia y, en atención a la grandeza de Mi Amor, hoy llamo a vuestro pueblo a la unión. Convocad a todos bajo Mi Santo Nombre y decidles que no vengo para enjuiciar a nadie ni para amenazaros. Di a tu pueblo que derramaré Mi Espíritu de Amor sobre ellos. Desde lo alto extenderé como un velo sobre vuestro país y, como una bruma, Mi Espíritu de Amor os envolverá y penetrará incluso por los goznes de vuestras puertas y ventanas. Vuestro pueblo no quedará decepcionado de Mi Visita. Devoraré la corrupción con Mi Fuego Purificador y como un segador pondré en Mi Hoz y cortaré esta cosecha de maldad, la ataré junta en un fardo y lo arrojaré al fuego para que se queme; y en ese sitio sembraré semillas del Paraíso: semillas de Amor. Es el Señor quien os habla, es el Único que os ama más de lo que cualquier hombre puede comprender. Soy Yo, Jesús, vuestro Salvador, a vuestras puertas, ahora. Y os digo otra vez: ¡Venid! Venid a Mi, vosotros que estáis oprimidos, Yo os confortaré y os consolaré. ¡Venid! venid y tomad todos los Tesoros de Mi Sagrado Corazón. El Reino de Dios 2 está entre vosotros, sólo tenéis que pasar adentro. Mi Casa es vuestra casa. He abierto la puerta de Mi Reino para todos. Venid, no os dejéis tentar nunca más por la violencia, responded al mal con el amor. ¡Perdonad! ¿De qué otra forma os va a perdonar el Padre a vosotros si vosotros no estáis dispuestos a perdonar? Comed de Mi fruto y no del fruto de Mi enemigo, porque los hijos de la oscuridad son malvados incluso al tratar con los de su propia clase, porque el Malvado es su dueño, quien les enseña a ser como él; y el hombre que es deshonesto en las cosas pequeñas, también lo será en las grandes. Reunid a vuestros amigos para orar. Yo escucharé vuestras oraciones: cada pecador arrepentido será escuchado en el Cielo. Yo, Jesús, os bendigo a todos dejando el Suspiro de Mi Amor en vuestra frente. 1 Ap.21,1 2 es decir, la Iglesia |
