1.10.91 Para los peregrinos Canadienses 1 en Lens, que vinieron a pasar una semana conmigo. -Diles que hoy, como ayer y siempre, les bendigo. Dejad cada oído abierto y escuchad; cada corazón abierto para recibir Mi Palabra. Todo lo que pido de ellos es amor, fidelidad y un rezo continuo. Estaré pronto con vosotros. Venid. (Por la noche.) -Mi Señor, Tú has venido y reanimado mi alma, y, desde entonces, una nueva vida corre gota a gota en mí, porque este Arroyo fluye desde Tu Propio Santuario. Mira a tu hija, Señor. ¡Otra vez viva! Me has redimido, reparado y me enseñaste las Profundidades de Tu Amor. Tu fragancia me hipnotizó y Tu Belleza me dejó deslumbrada y colgada de Ti. Tu Ternura y Misericordia hizo nacer en mí la primavera. ¡Bendito sea Tu Nombre por siempre! En Ti cada raza será bendecida y todas las naciones serán, al final, un día, unidas en uno, y gritarán: "Bendito el que viene en Nombre del Señor", porque así como la lluvia permite a la tierra germinar, así los Ríos 2 de Tu Santuario irrigarán Tus ciudades 3 . 2-09-91 (A los peregrinos canadienses.) -La Paz sea con vosotros. ¡Que este día sea un día de alegría! Mi salvación vendrá pronto; por lo tanto, estad preparados para recibirme. Junto a vosotros, que ya os habéis reunido bajo Mi Nombre, existen otros a los que reuniré. Pide a Mis hijos que mediten sobre esto: "Porque Vuestro Creador es vuestro esposo, Yaveh Sabaoth es Su Nombre." 4 Que hoy todos Me llamen: Esposo. Rezad por la paz del mundo, rezad por Nuestras intenciones. 3-10-91 (Durante la misa junto a los peregrinos canadienses, Jesús me dijo en una locución:) -"Te he enviado Mis amigos." 4-10-91 (Para los peregrinos Canadienses.) -Apóyate en Mí, dame todas tus preocupaciones, arrójalas todas en Mi Corazón y Yo las aniquilaré. Bendíceme como Yo te bendigo, ámame como Yo te amo. ¡Creación! Date cuenta que lo único que Yo pido de vosotros es ¡una respuesta de amor! Yo os otorgo bendiciones eternas, por tanto, hoy y cada día, poned vuestra confianza en Mí. Sacad de los Manantiales de Mi Corazón y Yo os llenaré revistiéndoos de Mi esplendor. Conozco vuestros apuros y vuestra extrema pobreza así que no temáis en venir a Mí como sois, la pobreza Me fascina. Acogedme como Yo os acojo. Id en Paz y sed los testigos de Aquel que os ama más que ningún otro ser humano. Sed testigos Del que os ha ofrecido Su Sagrado Corazón. 5-10-91 (Para los peregrinos Canadienses.) -La paz esté con vosotros. Restaurad Mi Casa. Os envío como corderos en medio de lobos, pero no temáis, Yo estoy con vosotros. Embelleced Mi Casa con vuestra devoción a Mi Sagrado Corazón y al Inmaculado Corazón de vuestra Madre. Os bendigo a todos dejándoos el Suspiro de Mi Amor en vuestra frente. 1 140 laicos y 9 sacerdotes 2 Espíritu Santo 3 nuestras almas 4 Is 54,5 |