19.12.90
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-¡Mi Señor! -Yo Soy. -Si al menos mi gente 1 escuchara... -El anatema se levantará y ellos Me escucharán. Por tanto, ánimo, pequeña... Yo estoy contigo... El Amor está cerca de ti. ¡Oh, Vassula, amada, estoy tan cerca de ti! 2 . Yo Soy, y observo cada paso que das; álzate y bésame, Yo estoy cerca de ti. Besa el Sagrado Corazón que tienes frente a ti. (Besé Su Sagrado Corazón.) -Sí... compláceme ahora y escribe. (Miré Su Santo Rostro y mi corazón saltó de gozo.) -La paz esté con vosotros. Soy Yo, bienamados niños, el Sagrado Corazón, soy Yo, vuestro Salvador, que os persigo para conquistar vuestro corazón y hacerlo enteramente Mío; hoy os he reunido como en una escuela, para que estemos juntos y podáis así aprender directamente de la Sabiduría. Pretendo dar la vista a los ciegos para que sean capaces de ver Mi Esplendor, y enseñar a los ignorantes para que crezcan en Mi Espíritu y sepan cómo distinguir el pecado de la virtud. Pretendo conquistar cada corazón, incluso a aquellos que se volvieron de granito y son inflexibles como piedras de molino. Como un hombre que invita a sus amigos para que compartan su propiedad, así Yo también os invito a compartir Mi Propiedad. Mis reuniones son similares a las de una escuela. Ellas son para haceros seguir adelante en vuestra vida espiritual y recordaros a cada de uno el contenido de Mi Palabra. En Mi Escuela preparo vuestro espíritu para Mi Gran Regreso y por Mi Gracia Yo os diserto de cuando en cuando sobre cosas futuras para que sepáis su resultado. ¿Si vosotros no aprendéis de la Sabiduría, cómo podréis entonces vivir de acuerdo con Mi Ley? Por otro lado, muchos de vosotros no Me conocíais, al menos no más que la que os he enviado. Pero Yo soy la Resurrección, ¿veis cómo predicciones anteriores se han cumplido? Yo la he levantado de su tumba y la he tomado de la mano y la he formado para cortejarla. Sí, Yo soy la Resurrección y la Luz. ¿Acaso no he hecho lo mismo también con vosotros? ¿no he tenido compasión de vosotros? Y a los que estabais lejos de Mi corazón, ¿no os he buscado y encontrado? Y ¿no os he tomado con infinito Amor y os he traído a Mí? y ¿no os he estado cortejando Yo, vuestro Señor, todos estos años para ganar vuestro corazón? Yo he despertado Mi Misericordia para contener Mi Ira y he derramado Mi Amor en lugar de Mi Justicia, y se os ha ofrecido Mi Paz junto con Mi Gracia, y Mi Compasión se ha inclinado desde el Cielo accediendo a los ruegos de vuestras oraciones. Yo nunca he cesado de bendeciros. Como un arroyo que fluye entre el jardín, Yo dije, voy a regar Mi huerto; Me propongo rociar Mis parterres de flores, y ved, Mi arroyo ha crecido hasta convertirse en un río y Mi río crecerá hasta convertirse en un mar 3 . Hoy os digo: vuestro Pastor pronto vivirá entre vosotros y pastoreará Su rebaño en los jardines de Su Ciudad. No, vosotros no sois todavía un rebaño, pero os iré a sacar uno por uno del desierto. Por tanto, Mi pequeño rebaño, cuando desde lejos veas a tu Pastor venir del desierto, sabed que tendré Conmigo al resto de Mis corderos, y todas las cosas que Yo he obrado sobre ti, hija, las haré también a tus hermanos; Yo os salvaré. Os uniré a vuestros otros hermanos y la Sabiduría será vuestro Santo Compañero para que os instruya sin cesar. Pronto levantaré el anatema y vuestra gran apostasía llegará a su fin. Y la plegaria que Yo os he dado se cumplirá. Mi Voluntad se hará en la tierra como lo es en el Cielo, y bajo Mi Santo Nombre muchas naciones vendrán desde muy lejos, desde todos los confines de la tierra, para morar junto a Mi Santo Nombre, ensalzando Mi grandeza por la divinidad que Yo os devolveré. Y vendrá Mi Reinado, porque Mi Trono descenderá desde lo alto a Mi Ciudad Santa, y Yo reinaré en medio del resto que quede, los cuales Me verán cara a cara. El Amor retornará como amor. Y Mi Voluntad se hará en la tierra como lo es en el Cielo, porque seréis uno, adorándome alrededor de un Tabernáculo con amor en vuestro corazón y un Fuego ardiente dentro de vosotros. Yo llevaré a cabo Mi oración sacerdotal. En la tierra como en el Cielo vuestras almas serán enraizadas en Mí, en Amor, en Unidad, y colmadas de la absoluta plenitud de Mi Espíritu. Sí, Mis bienamados, no sólo os daré el pan diario, sino también un Tesoro escondido de Mi Corazón: El Maná Celestial, que transfigura, que levanta vuestro espíritu hasta ser una copia de Mi Espíritu. Seréis transfigurados con la efusión de Mi Espíritu. Para que sepáis cómo perdonar completamente a aquellos que os ofendieron, os infundiré un Espíritu de Comprensión y de Misericordia para que entendáis qué significa el "temor del Señor". Sí, bienamados, y una vez que lo hagáis os daré Sabiduría para que sea vuestro Compañero de viaje y guía, para conduciros hacia la santidad, esa santidad que paralizará a Satanás por un millar de años, impidiéndole volver entre nosotros y entre vosotros y Mi Amor. Por esto, cuando veáis el cielo disolverse en llamas y a los elementos fundirse en el calor, sabed que ésta es la señal del comienzo de Mi Promesa, y de los Nuevos Cielos y de la Nueva Tierra: la Renovación de Mi Iglesia, el Resurgimiento de Mi Iglesia. El Resurgimiento de vuestros corazones. Y a vosotros, vosotros que sois almas consagradas a Mí, vosotros que Me representáis, Yo os digo esto: ¿recordáis cómo escuché las quejas de Elías acerca de la conducta de Israel? ¿y cómo creyó que habían matado a todos Mis profetas y destrozado todos Mis altares? ¿recordáis cuál fue Mi respuesta a todo esto? Yo dije: Yo he reservado para Mí siete mil hombres que no han doblado la rodilla ante Baal 4 . Y hoy os digo, queridos hermanos: Yo he guardado para Mí Mismo un resto, elegido y transformado por Mi Gracia para que permanezcan leales a Mí. Este resto Yo lo estoy reclutando para reconstruir los altares que una vez existieron y para restaurar Mi Santuario. Ellos son los constructores de Mi Nueva Iglesia. Así, mientras los malvados continúan con sus perversas acciones, persiguiéndoos a vosotros, Mis profetas y Mis santos del fin de los Tiempos, y mientras los soberbios están luchando por la autoridad mundial, Yo, vuestro Redentor, estoy reclutando y formando a estos constructores en Mi Sagrado Corazón, para que sean los pilares de Mi Iglesia. Hermanos, Yo nunca os abandonaré, nunca... venid... levantad vuestra cruz y seguidme y cuando os sintáis cansados en el camino apoyaos en Mí, apoyaos en Mi Corazón y Mis Latidos os darán el coraje que necesitáis y la fuerza para proseguir en vuestro camino hacia el Calvario. Benditos seáis. Yo os he dicho hoy todo esto para que podáis encontrar paz y esperanza en Mí. Yo os he hablado hoy con palabras corrientes. Bienamados, permaneced vigilantes y despiertos y oiréis Mis Pisadas. La Palabra ahora está muy cerca de vosotros y en Su Camino de Regreso. Yo os bendigo a todos, dejando el Suspiro de Mi Amor en vuestras frentes, este Suspiro que os marca como Míos. Sed uno bajo Mi Santo Nombre. 1 la Ortodoxa 2 Jesús se presentó junto a mi pequeño escritorio 3 Ecl.24,30-31 4 1Re.19,10-18 |
