19.7.1990
¡Ven e ilumina mi oscuridad! ¡Ven rápidamente y socórreme! Visítame. Mi alma está sedienta de Ti, Dios mío. ¿Cuándo veré Tu Santo Rostro? Mi alma se derrite dentro de mí... ¿Por qué mis perseguidores persisten en condenarme? Oh, Dios ¿En qué los he ofendido? Señor, ¿dónde estás? Por lo menos deja que aquellos que me persiguen, me digan de qué crimen me encuentran culpable. Oh Dios, cuánto Te extraño.... Bienamada, no he hablado en secreto. Yo estoy confirmando Mi Palabra y ellos lo saben. Tú no me has visto Cara a cara pero estoy cerca de ti. Podré estar ausente de Cuerpo, 1 pero en Espíritu siempre estoy contigo. 2 Estoy contigo para unirlos a todos juntos en el amor y para agitar sus mentes, para que su entendimiento llegue a pleno desarrollo, hasta que realmente conozcan Mis secretos en los cuales todas las Joyas de la Sabiduría y del Conocimiento están escondidas. 3 Bendita, quiero que tengas una imagen visible de Mi Divinidad, lo que significa amarme fervientemente y obedecer escrupulosamente Mi Ley, así, poco a poco, corregiré a aquellos que Me ofenden y te persiguen. Les recordaré de cómo han apostatado y les daré la oportunidad de arrepentirse. ¡Ánimo! Yo te digo esto hija: quien quiera escuchar que escuche y quien no quiera, que no lo haga.... 1 Carne y Hueso 2 Jesús, muy dulcemente, trató de consolarme 3 Col 2,2 |