15.05.1990
Mensaje de Nuestra Santa Madre para Lens y Sion, Suiza. La paz esté con ustedes, hijos. Yo, su Santa Madre, los estoy preparando para encontrarse con el Señor. Los estoy educando en su crecimiento espiritual. Los estoy cubriendo de gracias para ayudarlos y reanimarlos. Dénse cuenta que estos son días especiales que están viviendo en sus tiempos. Estos son los días que preceden a la Venida del Señor. Son la apertura del camino por donde el Señor vendrá. Estos días son una preparación para el descenso de su Rey. Oren para que todos estén listos. Oren, fervorosamente, hijitos Míos, por aquellas almas que se niegan a escuchar y que se niegan a ver. Oren a su Padre que está en el Cielo, de esta manera: haz que aquellos que escuchan y escuchan de nuevo y, sin embargo, nunca comprenden, escuchen esta vez Tu Voz y comprendan que eres Tú, el Santo de los Santos. Abre los ojos de aquellos quienes ven y ven sin embargo, nunca perciben, que vean esta vez con sus ojos Tu Santo Rostro y Tu Gloria. Pon Tu Dedo en su corazón para que su corazón se abra y comprenda Tu Fidelidad; yo oro y Te pido todas estas cosas, Padre Justo, para que todas las naciones se conviertan y sean sanadas por las Llagas de Tu Hijo Bienamado Jesucristo. Amén. Pidan al Padre que perdone a las almas obstinadas que se rehúsan a escuchar y ver. El Padre es Todo Misericordioso y Él velará por todos Sus hijos. Sí, pequeños, ustedes son el incienso para Dios cuando oran por la salvación de sus hermanos. Mientras más oren con fuerza, más poderosas se volverán sus oraciones. Den gracias al Señor que los ha llamado y, con Su Gracia, los ha hecho escuchar Su llamado. Por lo tanto, oren por aquellos que se niegan a escuchar. El tiempo apremia y muchos están todavía desprevenidos y en un profundo sueño. Los días pasan volando y Mi Corazón se sume en una profunda tristeza cuando miro desde lo Alto a la juventud de hoy. Falta el amor... pero ellos tampoco han conocido nunca el amor. Muchos de ellos ni siquiera han recibido nunca el calor o el amor de su madre, porque ella no tenía ningún amor que darles. El mundo se ha vuelto frío, de un frío glacial, y los padres se vuelven el uno contra el otro. El hijo se vuelve contra sus padres por falta de amor. La madre rechaza las súplicas de amor del hijo. El mundo está muerto al amor. Yace en una profunda oscuridad, porque el odio, la codicia y el egoísmo dominan la tierra entera hasta su mismo centro. Estoy estremecida por escenas terribles, con las iniquidades de este mundo oscuro, y por la apostasía que ha penetrado en el mismo Santuario. Los desastres, la hambruna, las aflicciones, la guerra y la peste, todo esto es atraído por ustedes. Todo lo que viene de la tierra vuelve a la tierra. La tierra se está destruyendo a sí misma y no es Dios quien les envía todos estos desastres, como muchos de ustedes tienden a creer. Dios es Justo y Todo Misericordioso, pero el mal atrae el mal. Oren con fuerza, oren con su corazón por la conversión y la salvación de su era. Hijos Míos, oren Conmigo. Yo necesito sus oraciones. Oren y Yo las ofreceré a Dios. Yo les aseguro que estoy con ustedes a donde quiera que vayan. Yo nunca los abandono, a ustedes que son Mis hijos. Yo los bendigo a todos. |