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12.05.90 -¿Señor? -Yo Soy. La paz esté contigo. Vassula, hazme oír el sonido de tu paso mañana en Mi iglesia. Yo te esperaré con impaciencia... ¿Estás tú tan impaciente como Yo por esta hora en la cual estaré unido a ti? Vassula... 1. Déjame escribir: Yo te amo. ¿Estás todavía dispuesta a responderme? -Sí, Señor. Iré a la iglesia griega pero siempre tengo un problema con el idioma: apenas puedo seguir lo que dice el sacerdote. -Pero Yo estoy allí y escucho tu corazón. Háblame... Ven, escucha esto: supón que vas a visitar a una de tus amigas que con impaciencia espera verte; al encontrarla ¿te ibas a quedar erguida y distante? ¿O irías hacia ella para saludarla afectuosamente con un beso? Luego, ¿no os sentaríais juntas para conversar? ¿O te ibas a quedar sentada en silencio? Tú hablarías, por supuesto. Así quiero que seas tú Conmigo cuando vienes a visitarme en Mi Casa. Quiero sentir que tu corazón se alegra cada vez que Me encuentras. Quiero oír a tu corazón hablarme. Hablarme a Mí, tu Dios, es orar. Entonces Mi Oído estará pegado a tus labios y recibiré cada palabra como gotas de miel. Hija, entonces viene Mi gran momento, el momento en que Me doy a Mí Mismo a ti sobre el Gólgota, la Hora Santa de Mi Sacrificio, la Hora Santa de tu Redención, la Hora Santa en que Me uno a ti. Yo os esperaré a las dos para que Me comáis y Me bebáis 2 . Yo te bendigo, hija Mía. No Me niegues estos momentos de amor, estos momentos de Santa Comunión. -¡Mi Señor! ¡Alabado sea el Señor! ¡Gloria a Dios! ¡Bendito sea el Señor! -La paz esté contigo, pequeña. Dame gusto distinguiéndome. Estos pocos minutos que tú estás Conmigo son para Mí una delicia. Son como una lluvia bienvenida sobre una tierra sedienta. Yo Me deleito de oírte. Jesús quedó un momento en silencio, luego Me preguntó: "¿Querrías escribir?". Yo Le dije que sí. Toma y lee lo que Yo te he dado... Dime, ¿eres feliz a pesar de todas estas pruebas? -¡Sí! -Flor, cuando arrancan uno de tus pétalos, Yo Me aseguro de que otro pétalo tome su lugar. Con Mi Luz refuerzo tu tallo. Si tan sólo supieras cómo te protejo y con qué cuidado te trato... Apóyate en Mí cuando estás cansada y Yo seré tu reposo. Ven. 1 Jesús había dicho: "Yo te amo" y yo, confusa, Le había impedido escribirlo 2 a mi amiga rusa y a mí |
