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26.11.89 -Hija, la paz esté contigo. Escúchame, sé prudente, no hables de cosas que no provienen de esta revelación. Usa Mis Palabras de esta revelación y de las Escrituras. Yo soy tu Maestro, sé prudente, cuenta Conmigo. Yo soy tu Salvador, soy tu Santo, Soy-El-Que-Soy. ¿Por qué, entonces, no contar Conmigo? Me agradas cuando Me sonríes. Yo amo la fe de niño. Vassula, ánimo, Yo abatiré a todos Mis enemigos. Ánimo, hija, Yo sé que es duro vivir en el exilio y en el valle de la muerte, pero estate segura de Mi Amor. Yo estoy a tu lado y te ayudaré aun en las más pequeñas cosas. El Amor te ama. 27-11-89 -Señor, sé mi Fuerza. Yo abrazaré Tu Cruz hasta el final. Te doy gracias por todo lo que me estás dando. -Ten Mi Paz, Vassula de Mi Sagrado Corazón. No tengas miedo, el carisma que te he dado permanecerá contigo hasta el día en que Yo venga a buscarte. ¡Sé feliz de que Yo desee alimentarte de esta manera! ¡Sé feliz de que Yo desee dejarte este don hasta el fin! ¡Sé feliz de que Yo te haya favorecido tan altamente! ¡Sé feliz, hija Mía, de que Yo te haya devuelto la vida! Te bendigo por este poquito de fe que tú Me das. Toma Mi Cruz, abraza Mi Cruz. Mi Cruz es tu Vida. Yo, Jesús de Nazaret, te bendigo al igual que a todos los que trabajan en Mi Mensaje y Lo difunden. Bendigo a cada uno de ellos. Ven. ¿Nosotros? -Sí, Señor. -¿Nosotros? -Sí, Santa Madre. 28-11-89 -¿Mi Jesús? -Yo Soy. El Amor está cerca de ti. Toma Mi Cruz y hazme descansar, hija. El Amor está fatigado y necesita reposo. Ah, hija, no Me abandones. Yo infundiré en ti enseñanzas y discernimiento, pero quiero tu pleno abandono cada día, pues si no, ¿cómo podría activar Mi Voluntad en ti? Vamos, recuerda Mi Presencia. El Amor te bendice. |
