¿DÓNDE ESTÁ AHORA EL REBAÑO QUE ERA VUESTRO ORGULLO?
9.08.89
Mensaje para la reunión de oración del 18 de Agosto en la Capilla Católica de Caux, Suiza.
-¿Señor?
-Yo Soy. Escúchame. Bienamados, Yo soy Santo y os preparo a recorrer el Camino de la Santidad. Hijitos Míos, acordaos de no apegaros a los bienes terrenales. Aferraos a todo lo que viene de lo alto, que es celeste y santo. Yo soy Santo y, puesto que vosotros sois Mis hijos, Yo deseo que viváis en la santidad. Considerad Mi Nombre Santo, santificad Mi Nombre.
Hijos Míos, venid a Mí y encontradme en Silencio. Sentidme... Abríos enteramente a Mí y cuando lo hagáis Yo comenzaré a cultivaros con gran alegría. Yo os colmaré de ciencia y elevaré vuestra alma hacia Mí embelleciéndola.
Yo soy el Constante Evocador de Mi Santa Palabra. Yo soy la Disciplina y la Sabiduría. Yo soy el Solo y el Único que educa a todos los que se abandonan a Mí. Vivid en Mi Luz y encontraréis vuestro abrigo bajo Mis Alas. Alimentaos de Mí. No tratéis de cortar prematuramente vuestro cordón umbilical. Permitidme prepararos plenamente y alimentar vuestra alma hasta la madurez y la perfección, a fin de que podáis vivir. No os apartéis de Mí. Marchad Conmigo a lo largo de todo el día y de la noche. Yo sigo llamando siempre a todos los que andan errantes en este desierto, buscándome.
¡Ven! tú que andas todavía errante en este desierto diciendo: "He buscado a mi Redentor, pero no Lo he encontrado". Hállame, bienamado, en la pureza de corazón, amándome sin interés personal. Encuéntrame en la santidad, en el abandono que Yo deseo de ti. Encuéntrame observando Mis Mandamientos. Encuéntrame reemplazando el mal con el amor. Encuéntrame en la sencillez de corazón. No peques más, deja de hacer el mal, aprende a hacer el bien. Busca la justicia, ayuda al oprimido. Que este desierto y esta aridez exulten. Que tu tibieza se inflame en una llama ardiente. Renuncia a tu apatía y reemplázala con el fervor.
Haz todas estas cosas para que puedas decir: "Yo he buscado a mi Señor y lo he encontrado. Estaba cerca de mí todo el tiempo, pero en mi oscuridad no he acertado a verlo. ¡Oh, Gloria a Dios! ¡Bendito sea nuestro Señor! ¿Cómo he podido estar tan ciego?" Luego Yo te recordaré que guardes y ames Mis Principios, a fin de que puedas vivir.
Oh, venid a Mí, todos vosotros, pastores, que andáis descarriados, lejos de la Verdad. ¿Cómo podéis pretender que no habéis dejado ningún camino de ilegalidad y ninguna ruina sin explorar? ¿Cómo podéis jactaros de haber atravesado desiertos sin ninguna pista? ¿De qué han servido el orgullo y la arrogancia a Mi rebaño? Sí, ¿dónde está ahora el rebaño que era vuestro orgullo? ¿Podéis en la actualidad decir que habéis gobernado con rectitud? ¿Os habéis preguntado alguna vez sinceramente si os habéis comportado como Yo, el Pastor, hubiera querido que os comportaseis?.
Entonces, escuchadme, comprended y tomad estas palabras como una advertencia, vosotros, que habéis cambiado vuestro cayado de pastor por un cetro de Falsedad, y que tenéis millares de almas bajo vuestro mando: ¿no fui Yo quien aligeró vuestras espaldas del peso de la carga? ¿No soy Yo quien ha expiado por vosotros? ¿Habría podido seguir Yo viéndoos comer pan de lágrimas?. Todo cuanto he realizado Yo ha sido para aliviaros y venir en vuestra ayuda, y con gran ternura os he designado Mis pastores.
Queda poco tiempo ahora.
Yo os brindo Prodigios y Señales, y lleno los cielos de Portentos. Yo os doy aviso sobre aviso, os doy Grandes Señales de Mi Amor y de Mi Misericordia, pero vosotros las ignoráis. ¿Está vuestro corazón presto a recibirme hoy? ¿Está vuestra boca pronta para hablar y reconocer Mi Espíritu de Gracia que he derramado sobre vosotros en estos días? ¿Quieren ver vuestros ojos? Vuestros oídos ¿están prestos a reconocer Mis Gritos de Amor? Vuestros corazones ¿quieren abrirse y reconocer Mis Gracias de hoy? Vuestros pies ¿están prontos a caminar para venir a postraros en la hora de Adoración, como los primeros pastores vinieron a adorarme en Mi Natividad, glorificándome? ¿Estáis prestos a glorificarme esta vez en vuestro corazón y a mostrar a Mi rebaño vuestro amor y vuestra fidelidad hacia Mí? Pretendéis estar vivos, no muertos, y entonces ¿cómo es que no oigo ni un sonido de vosotros? ¿Cómo es que no escucho ninguna bendición?.
Yo soy El que reprende y disciplina a todos los que amo. Venid para arrepentiros. Llenad hoy Mi Sagrado Corazón de alegría y poned vuestros ojos en Mí, vuestro Pastor, a fin de que ya no andéis errantes sin meta en este desierto.
Yo estoy presente para guiar vuestros pasos por el Camino de la Paz, del Amor y de la Unidad. Yo os ruego, entonces, que toméis la Llave de Mi Reino y la utilicéis. La Llave de Mi Reino es el AMOR, el Amor en toda Su Gloria. El Amor y la Humildad serán la otra Llave para la UNIDAD. Tomad estas Llaves y utilizadlas. Servíos de ellas, Mis bienamados, y sed uno. Sed un Solo Pueblo Santo.
Yo bendigo a cada uno de vosotros, dejando Mi Suspiro de Amor en vuestras frentes.
-Deseo añadir lo siguiente a Mi Mensaje: Quienquiera que pretenda estar en la luz pero odia a su hermano, está todavía en la oscuridad. Perdonad, perdonad, como Yo el Señor perdono. Sed santos, como Yo soy Santo. Meditad Mi Mensaje, meditadlo. Llenaos de Mi Mensaje. El Amor os ama a todos.
Nuestra Santa Madre nos da ahora Su Mensaje:
-Bendigo a cada uno de vosotros. Deseo que alabéis constantemente al Señor, dándole gracias por Su Mensaje. Este es todavía un poder vivo entre vosotros, los que creéis en Él y lo seguís. Tened, pues, confianza y acercaos al Trono de Gracia porque tenéis Su Misericordia y Su Amor, porque Él es el más Compasivo. Seguid Sus instrucciones y vivid Sus Mensajes. No los leáis solamente para dejarlos en seguida a un lado esperando recibir el próximo. Ponedlos en práctica, pues esto agradará a Su Sagrado Corazón. Escuchad Su Voz. Hijos Míos, ofrecedle vuestros problemas y vuestros sufrimientos, y Él os bendecirá. Conservad Santo Su Nombre. El Amor está en medio de vosotros. Venid, Yo bendigo a cada uno de vosotros.
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