20.02.1987
Leí la oración a la Santísima Virgen María: El "Acordaos", de San Bernardo. Hija, es Jesús Quien te guía, no temas, Vassula. Hija Mía, escúchame a Mí, tu Santa Madre, estoy aquí Presente, junto a ti. Te estoy ayudando, te amo. Yo te ayudaré a comprender la manera cómo actúa Jesús. No te preocupes. Jesús, ahora, te ha unido a Él, ¡alégrate, Vassula! Debes creerme cuando te digo que tu alma sana a otras almas en el Hades. Vassula, haz lo que Jesús te pide. Él conoce tus necesidades. Todo lo que quiere de ti es amor, ámalo sin reservas, glorifícalo, repara por aquellos que le causan amargura, llámalo siempre, para decirle que Lo amas. No Lo abandones. Cumple también tus otros deberes con amor, por amor, porque los actos de amor son los que más cuentan para Él, sin importar cuán pequeños y sin importancia te parezcan; ante Sus Ojos, tienen un gran valor y así, se vuelven grandes. Síguelo y repara por los que Lo olvidan. Hija, al estar ahora unida a Él, sentirás Su Cruz, sentirás Su Corazón. Él te pedirá que compartas Sus sentimientos, Él te pedirá que Lo ayudes, te pedirá reposo, te pedirá que compartas Su Cruz. Sufre cuando Él sufre, alégrate cuando Él se alegra. Tus sufrimientos serán los Suyos. Accede a Sus deseos, porque Él es Dios. Aprende a reconocerlo, recuerda todo lo que te ha enseñado, porque es un Dios Amoroso, todo Misericordioso. Él los ama a todos con una Ternura Inefable. Él nunca les pedirá nada que les pudiera hacer daño. Él es Manso y Bueno. Aprende a reconocerlo, Vassula. Él es un Dios Lleno de Amor, nunca Riguroso. Él velará sobre ti, protegiéndote de todo mal. Él nunca te abandonará. ¡Ánimo, Vassula! Hija, llámame cuando lo desees. Te amo. También yo Te amo, Madre. ¡Enséñame a amarte más! Jesús, Te amo. Estoy aquí, bienamada. Soy Yo, Jesús. Me entrego totalmente, de nuevo. Te amo, dame tu pequeño corazón, en el cual sembraré semillas de Paz y de Amor. Te formaré como Yo Mismo deseo que seas. Nada será en vano, todo será para salvar a Mis hijos. No temas, deja que Yo te dirija, hija. |