05.1989
Durante la noche, vi en una visión, el retrato de Jesús (imagen). Noté que los Ojos de Jesús se llenaban de lágrimas y antes de que cayeran al suelo, me precipité y abrí mi mano. Con la palma de la mano llena de las Preciosas Lágrimas de Jesús, comencé a alejarme. Estaba considerando beberme Sus Lágrimas. Hija, ten Mi Paz. Ven, ¡Yo estoy contigo! ¿Estás feliz de estar Conmigo? ¡Oh, sí, mi Señor Jesús! ¿Y todavía estás dispuesta a darme tu voluntad y trabajar para Mí? Sí, Señor, por favor dime Tu Nombre de nuevo. Yo soy el Señor Jesucristo, tu Salvador. Sí, Señor, si éste es Tu deseo. Es Mi deseo, ofréceme entonces tu voluntad y Yo la utilizaré. Yo Te ofrezco mi voluntad. Toma mi voluntad y haz conmigo lo que Te agrade. Entonces, toma Mi Mano. Yo y tú, juntos. Yo te amo. Ámame. Pequeña, cada vez que Yo siento cómo te esfuerzas, Mi Sagrado Corazón se regocija profundamente. Yo soy El Altísimo y te amo. ¿Te recogerás y orarás con fe? Trataré, mi Señor. Ayúdame a orar como Tú lo deseas. Abandónate, pues, enteramente a Mí. Compláceme y dime: "Jesús, yo Te amo". Hazme feliz con palabras espontáneas de amor que salen con sinceridad y vienen del corazón. Mi Sagrado Corazón es tu Refugio, descansa en Mí. Ven, aumenta tu amor por Mí. ¡Yo te quiero perfecta! Yo quiero hacer Tu Voluntad y satisfacerte plenamente. Yo te ayudaré, Vassula Mía. ¿Nosotros? Para siempre. Ven, descansa en Mi Corazón. Descansa en el mío, Señor. Lo haré. |