27.02.89 San Miguel Arcángel: -La Paz esté contigo. La Santísima Virgen: Alabado sea el Señor. -Oh, escúchame. Yo Soy El Señor. Ven a Mí como ahora, ¡ofreciéndome estas almas!. 1. Yo no rechazo jamás una oración. Aunque sea tibia, debido a su propia "pobreza", Yo la oigo. Yo conozco tu debilidad, pero Mi Fuerza te sostendrá. Ora para que tu Fe se acreciente. Yo te envío a todas estas almas. Ora para discernir Mi Voluntad, ora sin descanso. Pide y te será concedido, pide, no dejes nunca de orar. Yo escucho hasta el suspiro que Tú Me ofreces; Yo lo tengo en cuenta, con tal de que salga del corazón. Por eso, cree en lo que pides y Yo te lo daré centuplicado. ¿Pides perdón? Yo te perdonaré. ¿Pides ayuda? ¿Qué padre no la daría a su hijo? -A veces hay padres que no ayudan a sus hijos, Señor. Estos padres no son de los Míos, si fueran Míos, Me amarían y también amarían a sus hijos y les ayudarían. Yo estoy aquí para ayudarte en tu crecimiento espiritual. Yo no te negaré jamás Mi Alimento. Ven, la Sabiduría te instruirá. 1 Vine a ofrecer al Señor todas las almas que me habían pedido que intercediera por ellas. Sin embargo, me sentía árida, seca. |