10.05.1988
¿Señor Mío? Yo Soy. Apóyate enteramente en Mí. Yo Soy tu Paz. Ven, no sucumbas a la tentación. Aprende de Mí, recordando Mis Caminos. Ora, ora, ora. Que cada palabra que salga de tus labios sea como una oración que llega al cielo, elevándose como incienso. Permanece en unión constante Conmigo. Eleva tu mente hacia Mí, piensa sólo en Mí. Todo lo bueno que tienes viene de Mí. Yo te he revivido. Escríbelo. (Jesús, sentado junto a mí, posó Su Mano sobre mi hombro). Yo te he formado. Yo los rodearé a todos con Mis Brazos. Flor, háblame. Has reducido tus conversaciones conmigo. Te estoy dando todo, Yo comparto Mis Obras contigo, así que haz lo mismo Conmigo, tu Santo Compañero, tu Esposo. ¡Quiero compartir contigo tus actividades diarias! Vassula Mía, cuando tus labios se abran para decir cualquier palabra, haz que sólo digan palabras santas, que digan oraciones. Permanece en oración constante. ¿Cómo Señor? ¿Cómo es posible esto, Señor? Yo te lo diré. Que tu actitud, tus pensamientos, tus deseos, tus meditaciones, tus reflexiones, tus servicios, tus necesidades, ¡que todo sea una oración, Mi Imagen. Cada oportunidad que te sea dada debe animar en ti la santidad, esta santidad que les ha sido dada por Mí, pero que las almas han olvidado cómo ponerla en práctica. Yo he concedido este don a cada alma. Avivaré esta gracia que ahora yace dormida dentro de todos ustedes. Yo amo la santidad. Señor ¿con Tu Gracia, me harás santa? Amada Mía, lo haré, porque éste es Mi deseo para todas las almas. Yo, El Señor, he escogido este camino para ti. Tú Me adorarás a Mí, tu Dios, en el silencio. 1 Yo y tú, aislados, viviendo para Mí. Disfruta Mi Creación. Ámame. Contémplame en Mi Creación. Ama Mi Creación, Vassula. Jesús me miró deteniéndose durante un momento. Juntó Sus Manos, apoyando los codos en Sus Rodillas, dejando colgar Sus Brazos. Su Santo Rostro me estaba mirando. Su Cabello es largo y suelto, de color castaño claro, con reflejos rojos). ¿Vassula? Sí, Señor. Dame tu corazón y Yo lo colocaré en las profundidades de Mi Sagrado Corazón. Entra dentro de Mi Sagrado Corazón... Entra dentro de Mi Sagrado Corazón... Entra aquí. (Jesús señaló Su Corazón con Su Dedo índice). ¡Oh, Ven¡ ¡Yo te he estado llamando desde que naciste! ¡He reservado un lugar para ti Vassula! ¡Vassula! ¡Señor! Ya Te he dado mi corazón, mi vida. ¡Todo es tuyo! ¡Ah, Vassula! Trata de percibir Mi Voluntad. Escucha los latidos de Mi Corazón. Cada latido es un Llamado a ti. ¿Por qué Me resistes? ¿Señor? Yo Soy. Señor ¿Puedo decirte algo al oído? Estoy escuchando. Le dije algo a Jesús. Entra dentro de Mi Sagrado Corazón y descansa allí. Le pregunté a Jesús otra cosa. Sí. Que así sea. Te amo. Yo te amo, Señor. Más tarde. Me siento muy triste de saber que algunas personas rechazan a la Santísima Virgen como Madre de Dios... Me sentí terriblemente triste y lloré por Ella. Quería consolarla. Repentinamente, Satanás me atacó diciéndome: "Vassula, guarda tus lágrimas. Yo odio a todos estos mártires p...". ¡Vete, Satanás, vete! ¡Vete lejos de mí, Satanás! ¿Señor Jesús? Yo Soy. De vez en cuando te mostraré cómo el demonio te desprecia a ti y a Mis Caminos Santos, los Caminos que Yo te estoy enseñando. Si derramas lágrimas de amor por Mi Madre, eso enfurece al demonio. Benditos aquellos que viven en Mi Casa y son capaces de reconocer a tu Santa Madre, como "Madre de Dios y "Reina del Cielo". Ven, bienamada, Te bendeciré 2 Yo te bendigo, Vassula Mía. Yo Te bendigo, Jesús. (Toqué Su Santa Cabeza). Gracias por enseñarme. ¡Ven, recuerda! ! 3 ¡Compartamos! ¡Nosotros! Sí, Señor. Nosotros. |
12.05.1988
¿Señor? Yo Soy. No dudes jamás, Vassula. Todo viene de Mí. Escribe: Jesús se refiere a las sensaciones de "vibraciones" que tengo en Su Presencia. Jesús me mostró, nuevamente, imágenes de su Crucifixión y de cómo cada gota de Su Sangre ha sido derramada en la tierra por nosotros. Me mostró Su Rostro de agonía en la Cruz, herido, lleno de moretones, cubierto de sudor y sangre. Su Cabello pegado con la Sangre y Sus Ojos llenos de Sangre, que corría de Su Frente traspasada. Todo esto por mí, por nosotros. ¡Altar! ¡Mantén tu flama ardiendo para la consumación de Mi Iglesia! Ven, juntos, siente Mi Presencia. 1 Dios me ha dado la gracia de la meditación. Por eso, necesito estar sola 2 Jesús se levantó y puso Su Mano sobre mi cabeza, bendiciéndome 3 Levantando el dedo índice, como un maestro, Jesús me dijo: "Recuerda" |