5.10.1987
Perdóname, Señor, por mi total indignidad, mis fracasos, y mi carencia de todo lo bueno, ofendiéndote, por esto, en Tu Presencia. Te perdono totalmente. Te amo, querido Señor. Cada vez que Me dices: "Te amo", Yo paso por alto toda tu miseria, dejándola pasar y detengo Mi Justicia Divina para que no te golpee, Vassula, porque, en verdad, eres miserable, más allá de lo que las palabras pueden expresar. Tú aplacas Mi Ira diciéndome que Me amas. (Jesús Parecía Severo. Yo Le temía). Te temo. Yo soy Amor, así que no Me temas. Oh, Jesús, desearía no ser tan mala, malagradecida y rencorosa. Tengo Piedad de ti, y es por esa Piedad, por lo que rara vez Me enfado contigo. Sé que no merezco ni una gota de Gracia sobre mí. Tú has sido demasiado Bueno conmigo, Paciente, nunca Te has enojado conmigo. Tú sólo me amas con mis errores. Me has mimado. ¡Vassula, así es Mi Misericordia! ¿Jesús? Yo soy. Mi Dios. Yo soy. Te pido que me enseñes a amarte más y como Tú lo deseas, para que puedas salvarme y para que yo Te pueda honrar. Pequeña, Yo soy Tu Divino Maestro, Quien te enseñará. Nunca dudes. Nunca dudes de Mi Perdón. No, Señor, no dudaré. Hazme digna de Ti, por Tu Gracia, y acércate a mí. Permíteme que Te glorifique. Prohíbeme pecar y ofenderte continuamente con mis pecados, Bienamado. Bendíceme. Jesús, Te bendigo. Padre, Te amo. Deseo verte en Mis Estaciones. Oh, Jesús, ¿cómo? Quiero, pero ¿cómo? ¿Con quién? ¿Quién me guiará? (Mis ojos se llenaron de lágrimas, por la desesperación). Reserva tus lágrimas para las veces en que escucharás ofensas en contra de Mi Madre. Oh, Jesús, ayúdame. Hija, apóyate en Mí. Déjame instruirte. Agrádame siendo dócil como lo eres. Ven, estate cerca de Mí. Yo te amo. Te amo, Jesús. Ten Misericordia de mi ignorancia. La tengo. Deléitame y di: "Señor, déjame ser Tu víctima, la víctima de Tu Ardiente Amor. Deseo adorarte solamente a Ti, extendida en Tu Cruz Contigo, sin mirar nunca ni a la izquierda ni a la derecha. Deseo apagar Tu Sed ganando almas para Ti. Seré la víctima de Tu Amor. Te amo." ¡Dilo! (Lo dije). De aquí en adelante, nunca dejarás Mi Corazón, Vassula. Elige, Vassula, ya sea tu vida o la vida de víctima. Elige. Jesús, no quiero que me dejes. Quiero estar Contigo, a Tu Lado. Entonces, has elegido bien. Te parecerás a Mí. Sé una víctima de amor. Flor, florecerás bajo Mi Luz. Te agradezco. Te bendigo por todo lo que me das y por la Compasión que me tienes. Ten Mi Paz, hija. Nunca olvides Mi Presencia. Permíteme descansar en ti, porque ésta es Mi casa. Jesús, Tú me haces feliz y aprendo de Ti. Flor, Yo soy tu Maestro y tu Dios. Ven, ¿nosotros? Sí, Señor. |