05.08.2000
- Yo, Jesucristo, te bendigo; mostrando compasión, y que Te inclinaste desde Tu Real Trono hacia mí, pon una canción nueva en mi boca. Yo proclamaré y cantaré Tu Palabra a toda nación y a toda raza. - ¿Deseas que endulce Mi Banquete, el Banquete que te he estado dando a lo largo de todos estos años? ¿Debo concederte, Mi bienamada, más de Mi Dulzura para fortalecer tu amor y para aliviarte y curarte? La cura misma proviene de la Sabiduría... "¡Ah, sí! Señor, ten piedad de esta ingrata generación. Que ellos Te incluyan en sus vidas. Que aquellos 1 que oyeron y leyeron Tu Mensaje sean liberados del estado letárgico de sus almas, pues leen sin entender. Te has mostrado con ellos Paciente y Misericordioso; que ellos Te reconozcan como la Divinidad que los une a Su Amor. ¿Es demasiado pedirte, a Ti, que eres el Santo de los Santos, que perfuma todo el universo con Su Amor, que envíes nuevos portentos que lleven Tu dulzura? Despiértales con nuevas maravillas que son dulces como la miel. Haz que la lengua afilada, que persiste en perseguirme a mí, pero a través de mí, también a Ti, sea sanada. Ten piedad de los que acuden a Ti día y noche, pero viven sin caridad... - Yo te di satisfacción, a ti y a otros, mediante Mi Divino Mensaje, con uno de Mis mayores y más nobles Banquetes; un prodigio entre prodigios que preparé para vuestros malvados tiempos, y Yo os he concedido a todos venir y probarlo. Probar Mi Banquete es gustarme a Mí, Vuestro Dios y Vuestro Creador, para que puedas entenderme. -"¡Ah, mi Señor! Tus Palabras son místicas y ocultas, y muchos de los que Te leen en las Escrituras y en estos Mensajes no penetran en su conocimiento, porque son conocimiento de Dios. Ellas están iluminando nuestras almas e intelectos y nos están dando luz por dentro. Sin embargo, yo sé que hay quien los lee sin penetrar en la Sabiduría de Tus Palabras, y ellas parecen como si estuvieran cerradas a ellos. Y, sin embargo, Tus Palabras son Contemplación Verdadera, Sabiduría y Verdad... - Quienquiera que Me escuche a Mí, y no a su voz, penetrará en Mi Sabiduría, y Mis Palabras centellearán en sus almas como un espejo frente al sol. Quienquiera que tras leer Mis Palabras se incline y Me honre con generosidad y amor, las escamas que cubren sus ojos caerán y Me verá en Mi gloria inaccesible. Sí, porque sus ojos verán con claridad total lo que era invisible para él, inaccesible, y sólo guardado para los santos. A lo mejor, Mi lenguaje suena incomprensible a vosotros, generación, pero ¿acaso no dije una vez que en el día en el que las escamas que cubren vuestros ojos caigan, ese día comprenderéis que Yo Estoy en el Padre, y vosotros en Mí y Yo en vosotros? ¿No he dicho acaso que aquél que respete Mis Mandamientos, y que los guarde, es ése el que Me ama, y que todo el que Me ama será amado por Mi Padre, y Yo lo amaré y Me mostraré a él? ¡Sí! Y vosotros Me veréis en Mi Gloria. Mi Plenitud se vuelca profusamente sobre todos vosotros, y a través de Mi Gracia os hacéis hijos e hijas, herederos y herederas de Mi Padre, como Yo lo Soy. Vosotros llegáis a ser Conmigo, como dice la Escritura (1Pe 2,9), "un sacerdocio real, una nación consagrada, para cantar a Dios alabanzas, quien os ha llamado de las tinieblas a Su Admirable Luz". Yo, el Prometido del universo, en toda Mi Majestad, vendré a aquél que se haya inclinado totalmente, y Mi Espíritu de Amor le envolverá para colocarle en el Seno de la Santísima Trinidad. Entonces, esa alma, habiendo recibido tal intensidad de luz, obtendrá todos los misterios ocultos y las Riquezas de los Cielos, y comenzará, incluso aquí en la tierra, a vivir como se vive en el Cielo, pues habrá entrado en la Visión Beatífica. En otras palabras, esa alma habrá probado con antelación lo que es la Visión Beatífica, y completará esta Visión en su totalidad en el momento que entre en el Cielo... ¿Has oído el dicho: (Is 40, 6-8) "Toda carne es hierba y todo su esplendor como flor del campo; la hierba se seca, la flor se marchita, pero la Palabra de Nuestro Señor permanece para siempre"? Y por eso vuestra vida se deriva de Mi Palabra, revitalizándoos. La carne es carne, y la carne es endeble, pero Mi Palabra es Vida y eternamente duradera. Para mantener tu alma viva, Me entregaré incesantemente a ti, más y más, manifestándome en poder y gracia mientras te exprese Mi Corazón y te enseñe cosas que ningún ojo ha visto y ningún oído ha escuchado; cosas más allá del conocimiento del hombre, porque, aquello que está al alcance del conocimiento del hombre, no es el Conocimiento que uno adquiere por Mi Santa Sabiduría y ése mana de Mi Divinidad. Ahora que has probado la Bondad de tu Señor, Vassula, ¿qué tienes que decir? - Tu Bondad, Señor, me ha absuelto. Sin un solo mérito, Tú me has exculpado. - Si lo he hecho es para que tengas fe y esperanza en Mí, Tu Dios. ¿Y qué más te he hecho? - Me has pedido que te ofrezca mi voluntad. Entonces... - Entonces, he rociado Mi Amor sobre ti para obtener amor de ti. A causa de esto, es por lo que estoy hablando y repitiendo a Mí Mismo a todos vosotros. Podéis obtener la entera Divinidad en vuestro interior queridísimos, que os enseñará Sagrados Misterios, Sublime y Santo Conocimiento que viene de la Sabiduría, y que, como un árbol, el Conocimiento será el árbol que crecerá en vosotros con la Sabiduría como su raíz. Y de este árbol brotarán las virtudes. Me dices, hija, que muchos de los que leen Mis Palabras, no pueden penetrar en su significado porque las encuentran místicas y selladas. Ahora acabo de explicar lo que tenéis que hacer para entender Mis Palabras; y en la disminución, Yo seré el Todo de vuestra alma, vuestra vida, vuestro bienestar, vuestra inspiración, vuestra buena voluntad, vuestra esperanza, vuestro amor, vuestra fe, vuestra alegría y vuestro Prometido, sobre el que podréis apoyaros, y vuestra resurrección. Mi amado entonces será escogido como uno entre Mis otros colaboradores, quienes gobernarán junto a Mí. Entonces podrás decir: "estoy viviendo una verdadera vida en Dios, porque estoy participando plenamente en la Vida de la Santísima Trinidad". Sí, desde luego. Y, aunque Yo lleno todas las cosas sin ser contenido por sus límites, puedo sin embargo habitar bien dentro de un alma limitada, y hacerme conocer de los hombres sin perder Mi trascendencia. Mírate a ti misma, Mi Vassula, y dime: ¿cuál es la señal de la transformación de uno? - Creo que hay muchas señales. - Dices bien al decir que hay muchas, pero ¿cuál es la más sublime señal de todas? - Por lo que dice San Pablo, debe ser el amor divino en cada uno, que es infundido por un constante influjo de Tu propio Amor en ese ser, transformando así esa alma para avanzar hacia profundidades espirituales, conduciéndola a un crecimiento en su amor y llegar a ser deificada, dios por participación. Tu Amor diviniza y el Amor transforma nuestra imagen, tan llena de maldad, en Tu Divina Imagen... - ¡Sí! Dicen las Escrituras: "fija tu mirada en Yahvé y tu rostro resplandecerá", lo que significa, 'tú serás transformada en semejanza de Yahvé'. Habiéndose dado a Sí Mismo 2 a Dios, tiene lugar este signo más visible de transformación. A partir de aquí, le siguen otras señales: el signo de alegría, de paz, de creciente caridad; y así es como, mediante la caridad, un alma puede obtener el Conocimiento del Dios Trino y Uno. El alma que va siendo transformada será como una lámpara que está brillando por dentro y por fuera de Amor Divino y del Conocimiento de saber y comprender a Dios. Feliz y liberada del mundo y de su oscuridad, esa alma volará hacia Mí y permanecerá en Mi Seno 3 . Inflamada de amor y ebria de Mi Dulzura, esta alma buscará fervientemente cómo penetrar aún más profundamente, en la Santísima Trinidad. Y Yo, el Prometido más delicado, continuaré acercando esa alma hacia las Llamas de Amor de Mi Corazón, y la sumergiré en Nosotros para que repose en Nosotros, y pueda gobernar con Nosotros. ¿Cómo puede entonces algún alma rechazar lo que Yo estoy ofreciendo? Dije en una ocasión, que todo el mundo, el Día del Juicio Final será juzgado de acuerdo con la medida del amor que haya tenido en la tierra. ¿Qué vas a decir? - Yo diría: "qué cantidad de cosas buenas tienes guardadas para aquellos que Te temen, y otorgas a aquellos que hacen de Ti su refugio, para que toda la humanidad lo pueda ver... " (Salmo 31,19) - Y Yo digo a aquellos que aún permanecen amarrados al mundo, que si vosotros os decidís por Mí, sinceramente, e intentáis hacer las paces Conmigo, cuando Me visitéis y acudáis a rezar, Yo os escucharé. Cuando Me busquéis, Me vais a encontrar. Yo, en verdad, os permitiré encontrarme, y conversaré con vosotros y vosotros Conmigo, pues os he querido con un Amor Eterno, y por tanto, mantendré Mi Amor Fiel hacia vosotros. Así que, venid y rasgad el velo que os separa de Mí. Venid y contemplad al Santo, al que os dará vida eterna. 1 Algunas personas. 2 La voluntad. 3 Expresión que muestra la intimidad. |