justa herencia se ha convertido como una mujer que engaña a su amante...

Y a ti, a quien te abrí el oído para que Me escuches y te conviertas en Mi alumna, Yo te digo: no temas, anhela por Mí como nunca antes, para que se vuelva tu dulce intoxicación, pues será más dulce que el vino. Persígueme, para que al final encuentres el Conocimiento de Dios y Su Sabiduría. Deséame sinceramente, como un huérfano desea a sus padres. Deséame con todo tu corazón. No te deleites en ninguna otra cosa en la tierra ni en el Cielo excepto en Nuestra Trina Presencia. Que tu alegría se halle en estar cerca de Nosotros, que te hemos desposado a Nuestra Santidad para Nuestra Gloria, pero también para tu santificación.

"En Tu Amor, mi Redentor, escucha mi súplica. Mis crueles perseguidores me están rodeando, ¡qué lejos están de Tu Ley! Aquí estoy, en pie antes del amanecer para pedir tu auxilio: Salve Regina, ven en nuestra ayuda; miserere, ven en nuestra ayuda. ¡Oh Dios! Guardián de las almas, ven en nuestra ayuda.

Madre de Dios, Esposa del Espíritu Santo, que mi grito alcance Tu Presencia y toque Tu Corazón Maternal. Oh la Única Pura, sentada junto al Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Trono Celestial de Dios, toma mi causa y tráenos paz universal... Apiádate de nosotros... Apiádate de Tus hijos... Yo abro mi boca jadeando con esperanza mientras Tú desdoblas Tu Manto y extendiéndolo sobre los que sufren, sobre los miserables, sobre los pobres y los abandonados. Para protegernos, Tú nos das corrientes de Luz y Esperanza y mi aflicción disminuye. Como un niño pequeño junto a su madre, yo me siento tranquilo; como un niño pequeño junto a su madre, yo me refugio y pongo mi esperanza en Ti, Trono Celestial de la Santísima Trinidad.

Mediadora de todas las gracias, sálvanos de las tempestuosas inundaciones de pecado. Multiplica Tus gracias y vuelve los corazones de los padres hacia sus hijos y los corazones de los hijos hacia sus padres. Oh Madre del Amor Divino, yo pido a Tu Corazón Real, siempre lleno de gracia y bondad, para que me recuerdes ante el Padre. No contaré con ningún mérito para mí mismo, pues fuiste Tú, mi Fiadora, Quien en Tu amorosa ternura salvó mi vida ese día

se elevarán como la aurora para iluminar la tierra en su actual oscuridad. Nuestros Corazones, en Su Triunfo, brillarán sobre la humanidad, más luminosos en Su resplandor, que todas las constelaciones puestas juntas, más resplandecientes que mil soles, y la gente que ha estado hasta ahora caminando durante años en la oscuridad, verán de los cielos una gran luz. Sobre aquellos que han vivido en una tierra de sombra, brillará una luz.

Muchos de ustedes, pequeños niños, están esperando signos y prodigios exteriores. Muchos de ustedes miran hacia arriba buscando en los cielos y, sin embargo, Mi Hijo, Jesús, les ha advertido que no busquen signos exteriores, sino que busquen lo que es real y divino dentro de ustedes.

Muchos de ustedes leen y releen esta Revelación profética con los ojos pero nunca ven, porque cuando leen, leen con el único interés de encontrar signos extraordinarios o indicaciones sobre prodigios y portentos, en lugar de llamar al Espíritu Santo para que los dote de un espíritu de discernimiento y percepción para penetrar en el Misterio de Cristo y en el Misterio de Su Resurrección, y permitir a su alma que progrese espiritualmente para alcanzar la tierra prometida... Si alguno continúa fijando su mente y su corazón de esta manera, Mis pobres hijos, el día que se encontrarán Cara a cara con su Creador, estarán frente a Su Trono con las manos vacías porque su alma será todavía una soledad, una tierra reseca, un desierto; pero si penetran con el corazón recto en los Misterios que Nosotros les revelamos ahora en estos Mensajes, empezarán a comprender que cada Obra que Dios está haciendo está llena de Gloria y Majestad.

Cuando Él adorna con Su Majestad a un alma y vuelve a esa alma para que entre en Su Reino y en el Cielo, entonces ustedes conmemorarán esta maravilla porque ustedes verán Su Gloria. Cuando Dios provee al hambriento, y a aquellos que Le temen, con Alimento Celestial, para que también ellos puedan heredar y ser herederos de Su Reino, y son enmarcados en la fidelidad y en la integridad, ustedes también conmemorarán este prodigio, porque reconocerán Su Bendición y llevarán alrededor de su cuello esta Bendición como uno lleva una guirnalda.

Cuando Sus Obras de Sabiduría, las cuales son como un mar Infinito, brillando como mil soles, iluminen su alma radiantemente, para que el fruto en sus labios aumente y que cada palabra pronunciada por sus labios será como un fuego consumidor, purificando esta tierra, en ese día y noche nunca dejarán de cantar himnos al Amén por Su abundante Bondad, Paciencia y Tolerancia que Él ha tenido con ustedes todos estos años de su desierto. Su alma conmemorará estos prodigios, portentos y signos todos los días de su vida. Es por esto que, hijos Míos, en su conversión descubrirán la verdadera Gloria de Dios que habita y brilla dentro de ustedes.

Quiten el velo de sus ojos para que vean que su Creador vive también dentro de ustedes, y que los abraza con Su Amor. Su Creador es también su Esposo

"He resuelto abrir Mis reservas del Cielo ¹³ y derramar sobre esta desconsiderada generación Mi Maná oculto, ¹⁴ un Tesoro reservado para estos tiempos, cuando el mundo se volvería frío y se alejaría del amor de Dios, en su frialdad de corazón. ¹⁵ Que ahora se conozca que los ateos serán alimentados de estas reservas. Yo Mismo iré a ellos con palabras de aliento y aliviaré al miserable. Yo mostraré Mi gran Amor a la Miseria, y sanaré sus heridas. ¹⁶

Yo Mismo les hablaré y les diré que soy su Hermano y su Divino Amigo que les podría devolver su divinidad. En la amargura de su esclavitud, ellos, uno tras otro, se preguntarán a sí mismos: "¿cómo he llegado a ser contado como uno de los hijos del Altísimo, yo que soy la más peor de las alimañas, una alimaña entre las alimañas? ¿Cómo puede este Gloriosísimo Dios mirarme dos veces y asignar un lugar para mí entre Sus Santos? ¿Cómo puede este Glorioso Sol salir y brillar también sobre nosotros?".

"No, alimaña, no; tú no morirás. Tu Rey no te dejará morir. Yo te salvaré por Mi Mano, pequeña alimaña y vendré en tu ayuda para que tú también puedas aparecer un día en Mis Cortes. Yo cambiaré tu repugnancia en un festival, pues tu Rey está cerca de ti ahora ¹⁷ y de un festival te transformaré en un paraíso, un cielo glorioso para que Yo, en Mi Magnificencia, pueda ser alabado y glorificado. Y en este cielo tú Me invocarás y a partir de entonces buscarás Mis Caminos, para que puedas vivir. Mi Aliento Omnipotente respirará sobre ti Mi Fragancia.

Nadie conoce todas las maravillas que hay dentro del Cielo, y cómo puedo hacer que se conozca Mi Voluntad en la tierra como lo es en el Cielo. Para levantarte, a ti alimaña, ya seas importante u ordinaria, rica o pobre, Yo abriré Mis Labios y de Mi Boca derramaré sobre ti, alimaña, Mi delicado ungüento, ¹⁸ ungiéndolos a cada uno de ustedes".

Sí, Yo vendré y los liberaré. Para cobrar ánimos, les mostraré Mis maravillosas Obras, recordándoles su herencia, ofreciéndoles Mi Reino... En Mi Infinita Clemencia, Me inclinaré desde el Cielo y con Mi cetro de oro levantaré aquellos que apenas han nacido para que sigan Mis Huellas. Muchos mirarán sin comprender ante Mi elección, y que se puede dar Gracia y Misericordia también a aquellos que una vez dejaron de ser. Yo descenderé hasta ellos e iré hasta las tierras más remotas, y Me mezclaré entre ellos. Y ellos alabarán Mi Amor más que el vino, diciéndome: "¡Cuán justo es amarte Soberano del Universo!".

y ve con Mis Bendiciones. Yo estoy contigo.