EL LLAMADO DEL AMOR A LA CREACIÓN PARA SU CONVERSIÓN

 Introducción

La siguiente plática está basada en los Mensajes de la Verdadera Vida en Dios (VVeD), que han sido revelados por Dios a Vassula Rydén. Al leer y reflexionar sobre estos Mensajes, encontré ciertos puntos que me conmovieron profundamente. Estos puntos son el tema de mi plática.

Mi Encuentro con los Mensajes de la Verdadera Vida en Dios

Dios escogió un tiempo en mi vida para derramar sobre mí Su Luz y Su Amor, cuando yo menos lo esperaba. En julio de 2004, tuve contacto, por primera vez, con los Mensajes de la VVeD. Una vez que empecé a leerlos, el poder y el amor de Dios me tomaron por completo. Me encontré misteriosamente fascinado por una alegría interna que no puedo explicar. Terminé de leer todos los Mensajes publicados.

Encontré la misteriosa maravilla de la eterna Realidad Trinitaria y la Grandeza de Su Amor. Espiritualmente, me deleité con los Mensajes sobre el Espíritu Santo, Nuestra Señora y los Diez Mandamientos. Reflexioné, seriamente, sobre los Signos de nuestros Tiempos, las Advertencias de Dios, el Día de la Purificación, el Día del Juicio, el Bautismo de Fuego, las profecías de Daniel y el Apocalipsis, entre otros.

Un día, mientras reflexionaba sobre el “Sacrificio Perpetuo” y la “desastrosa abominación”, pude percibir el estado de pecado que vive el mundo y este pensamiento se convirtió tan vívido, horroroso y nauseabundo para mí, que me sentí muy triste. Sentí compasión por el Señor. Podía sentir Sus Sentimientos de tristeza y dolor. Podía sentir la realidad de la Pasión del Señor. Sentí la necesidad de purificar mi propio corazón, mi vida. Sentí, también, que el mundo estaba en necesidad urgente de hacer grandes reparaciones. Simultáneamente, los Mensajes de la VVeD, se convirtieron para mí, en las Revelaciones de Dios, de una manera renovada.

La Creación Necesita Arrepentirse

Mientras reflexionaba sobre los Mensajes de la VVeD, me di cuenta de que todo el mundo necesita purificación y conversión, el verdadero conocimiento y la auténtica experimentación de Dios y la amorosa unión con Él. El Señor nos dice que el mundo se está hundiendo, cada vez más profundamente, en las arenas movedizas de la Apostasía y el Anticristo, que es el Espíritu de Rebelión y anarquía (27 de junio de 1991).

En esta situación pecaminosa, nuestro Amoroso y Misericordioso Dios está llamando, gritando, suplicando, reprochando y advirtiendo a la gente para que se arrepienta. Jesús dice: “Estoy gritando, tratando de atravesar  su sordera para salvarlos, y si les reprocho es debido a la Grandeza del Amor que tengo por ustedes (14 de octubre de 1994). Conciente de su Misericordia, Él viene a advertir a nuestra generación, y, a causa de Su Amor y por el Poder de Su Santo Espíritu de Gracia, viene a llamarnos para que volvamos a nuestros sentidos. El Amor está buscando un regreso de amor (12 de marzo de 1991).

Dios Padre dice: “Mis Advertencias y Mis Llamados hacen eco por toda la tierra, y a pesar de que Mi Dolor es agudo y Mi Justicia ya se está derramando, aún puedo ceder y aceptar el homenaje que Me ofrezcan. Estoy listo a perdonarlos, por la Sangre derramada por Mi Hijo y por Su Sacrificio, si toman Mis Palabras en su corazón” (7 de diciembre de 1992). Dios dice que Él está enviando mensajero tras mensajero para atravesar nuestra sordera. Ahora, ya está cansado de nuestra resistencia, apatía, frialdad, arrogancia e inflexibilidad (18 de febrero de 1993).

A través de los Mensajes de la VVeD, Dios nos está mostrando los pecados de la creación y nos está llamando a arrepentirnos. Siento que somos indiferentes al Llamado del Amor a la creación para su conversión.  El objetivo de escoger este tema es recordarnos que debemos ser más concientes de lo que los Mensajes de la VVeD nos dicen y que debemos convertirnos, así como lo hizo el hijo pródigo de la parábola del Evangelio.

La Grandeza del Amor de Dios

En los Mensajes de la VVeD, Dios expresa la Grandeza de Su Amor, miles de veces. Este Mensaje no añade nada nuevo a las Escrituras (10 de diciembre de 1995), las cuales están llenas de los misterios del amor de Dios. 

Cuando hablamos de Dios, hablamos de Dios Trino. Hay un Dios que trasciende el mundo y que es Perfección y Amor infinitos. En Dios hay tres Personas: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Los tres son UNO indivisible, la Deidad.

El Amor Trinitario Expresado en la VVeD

En los Mensajes de la VVeD, la expresión de la Naturaleza y Acciones de Dios son siempre Trinitarias. Por ejemplo, Jesús dice: “Yo soy el Padre y el Hijo… Yo soy Uno, Yo soy Todo en Uno” (2 de marzo de 1987). Nuevamente, en otro Mensaje, Cristo dice: “Yo-Soy-Aquél-Que-Salva, Yo soy tu Redentor, Yo soy la Santísima Trinidad, Todo en Uno, Yo soy el Espíritu de Gracia…” (28 de julio de 1989).  

En los Mensajes de la VVeD, el Amor Trinitario se experimenta en la Revelación Divina, en el fortalecimiento de los lazos de unión entre Dios y el hombre, en el mostrarnos el estado de pecado de la generación actual, en las serias advertencias a la tierra, en el llamado al arrepentimiento y a la purificación y en el llamado a ascender a una conciencia más alta de lo Divino. En cada Mensaje de la VVeD, el amor es el móvil principal del Amor, como dice Yahveh: “Unción de los pobres de espíritu, Yo Soy; Garantía de tu bienestar, Yo Soy; Deidad Luminosa y Fuente de Amor Sublime, Yo Soy; Soberano y Esposo de toda la creación, Yo Soy; Restaurador y Lámpara de cuerpo y alma, Yo Soy; Bálsamo y Óleo de los enfermos y moribundos, Yo Soy; y Soy tu Señor y Dios, pero también tu Amigo, tu Compañero y tu Padre” (12 de febrero de 2000).  

En las Odas a la Santísima Trinidad,  Dios Padre dice: “Padre, YO SOY; Himno Litúrgico de sus almas, YO SOY; Deidad Luminosa, YO SOY..”. El Hijo dice: “…no muchos entienden a la indivisa Santísima Trinidad, sin embargo, Nosotros Somos Una Sustancia, Un Poder y Un Conocimiento, Un Sólo Dios…. y Somos Libres de comunicarnos a Nosotros Mismos a cualquier alma, en cualquier momento; el Padre y Yo y el Espíritu Santo, los Tres descendemos como tres testigos para decir nuevamente Nuestra Palabra y reeducarlos para que vivan una verdadera vida en NOSOTROS”. El Espíritu Santo dice: “Yo Soy el Espíritu de Verdad que proviene del Padre y es enviado por el Hijo, Jesucristo. Nosotros somos Una Sustancia y Un Poder y Un Conocimiento, y ya que somos Un Sólo Dios, conversamos y damos conocimiento en la misma forma y de la misma manera. Este gran conocimiento es transmitido a ti lleno de amor….”. (Odas de la Santísima Trinidad, Parte 1, Parte 2 y Parte 3).

El Amor de Dios en y a través de Jesús, el Salvador

Dios es Infinita Misericordia y Amor: “Sí, Dios amó tanto al mundo que le dio a Su Hijo Único, para que quien cree en Él no se pierda, sino que tenga vida eterna” (Jn 3,16). Jesús significa Salvador y Jesucristo es el Salvador de la Humanidad. Antes de Su Muerte, durante la última cena, Él instituyó la Eucaristía, Sacrificio Perpetuo, y dio su Cuerpo y Su Sangre para fortalecer espiritualmente a los Cristianos. Después de su Resurrección, mandó al Espíritu Santo, Quien enseñaría y explicaría todos los Misterios de Dios. La Encarnación, Padecimientos y Muerte de Jesucristo son los milagros más grandes del amor de Dios, que el hombre jamás conocerá. 

El Amor de Dios expresado en la VVeD 

Los Mensajes de la VVeD están llenos del amor de Dios. Él se dirige a nosotros con nombres que reflejan Su Amor y Cariño. Nos llama “mi flor”, “mi cuidad”, “mi esposa”, “mi creación”, “mi jardín”, “mi delicia”, entre otros. Su Ley es una Ley de Amor. Su Corazón es “un Abismo de Amor” y “anhela por nuestro amor”. Él dice: “Todo lo que necesito de ustedes es amor, amor, amor. El amor todo lo puede, por eso, ámenme” (16 de junio de 1995). Él nos ama a pesar de nuestra nada. Él quisiera llevarnos a “la Cámara Nupcial de Su Corazón” (26 de enero de 1997).  

Su Sagrado Corazón es de gran Sacrificio, de la Nueva Alianza, es la Verdadera Vid, es el más cercano al Corazón de Su Padre. Su Sagrado Corazón brilla en la oscuridad, es el corazón de los mártires y profetas. Es el corazón de la unidad plena, un océano infinito de Amor y Misericordia, es un tesoro incomparable e invaluable, es como un horno abrasador de amor y su luz es sobresaliente (26 de enero de 1997).  

El Sagrado Corazón es una fuente de la cual brotan ríos de agua viva. Su Sagrado Corazón es nuestra garantía y el Árbol de la Vida para aquellos que Lo poseen. Aprendamos que Su Tierno y Sagrado Corazón es Glorioso y Majestuoso, Confiable, Fiel y Verdadero (28 de noviembre de 1996). Él está Presente en la Eucaristía, a causa de Su Amor por nosotros. Él, el Rey Ilustre, Majestad sobre todas las majestades, Soberano de todo, nos llama, por la Gracia, a comer el verdadero Maná, el Pan del Cielo, en la forma de la Eucaristía.  

Después, le dice a aquellas Iglesias, cuyos clérigos aún no han aceptado Su Misterio: “…Vengan a mí con sus sentidos y búsquenme honestamente, dominen su resentimiento, también contra Mi Madre; que cada raza sepa que Mi Carne y Mi Sangre provienen de Mi Madre. Sí, Mi Cuerpo proviene de la Purísima Virgen, de sangre pura. ¡Bendito sea Su Nombre!” (16 de octubre de 2000). 

Jesús nos recuerda cuanto sufrió durante Su Pasión, en manos de Sus enemigos. En el Mensaje del 17 de mayo de 1987, nos da una descripción vívida de Su Agonía en el Getsemaní, al cargar Su Cruz al Calvario, al ser clavado en la Cruz y de Su Muerte llena de ignominia en la Cruz (9 de noviembre de 1986). 

La Pasión de Jesús en la Actualidad

Jesucristo también habla de aquellas cosas que lo hacen sufrir:

La rebelión contra la Divinidad, la gran apostasía, la falta de amor de los seres humanos, la desunión y división entre las Iglesias, las distintas fechas de Pascua, la confusión en Su Iglesia, el humo de Satanás en la tierra entera, el cambiar a la Divinidad por una imitación sin valor, el intelectualizar las Buenas Nuevas, los falsos profetas, los pastores dormidos, las blasfemias constantes en contra del Espíritu, el disfrazar la Verdad con la liberación, eliminando la tradición, la falta de santidad en los sacerdotes, las ovejas descarriadas, la industrialización de la Casa de Dios, la deslealtad, la envidia, la impureza, la rebelión, etc.  

Jesús está extremadamente Triste al observar que el mundo está muerto al Amor Divino y que está lleno de Caínes que persiguen a los Abeles. Sus Ojos están llenos con Lágrimas de Sangre y Su Corazón continúa llorando por todos nosotros (5 de noviembre de 1998). Jesús esta triste por que los Mensajes de Su Madre, dados en Fátima y Garabandal, llamando a esta generación al arrepentimiento, no han sido tomados en cuenta. 

Los Pecados de Nuestros Tiempos 

Los Mensajes de la VVeD muestran cómo el hombre se ha rehusado a reconocer a Dios como su origen. Jesús nos dice que la rebelión del mundo actual se ha difundido como niebla y que Satanás ha cubierto toda la tierra con su humo. La rebelión ha ocasionado gran apostasía.  

La apostasía significa “el repudio total de la fe Cristiana”. En otras palabras, significa “el rechazo de la Verdad Divina que nos conduce a la vida”. La apostasía se ha difundido por todas partes y Jesús nos dice: “…Mi Iglesia jamás se ha encontrado con mayor apostasía que ésta”, y “Generación, tus apostasías han sido muchas, pero mayor que ésta no He visto jamás” (5 de febrero de 1999). Por esto, estamos “inhalando una apostasía abrasadora”.

El mundo ha cambio la Divinidad de Dios por una imitación sin valor alguno: el hombre mortal. La Santidad de Dios ha sido cambiada por un tributo a Satanás (22 de febrero de 1993). Ha cedido la Verdad Divina por una Mentira (19 de abril de 1992). La apostasía está penetrando el Santuario de Dios. La creación se ha rebelado y ha negado la existencia de la Santísima Trinidad, convirtiéndose en un renegado y perseguidor del Verbo. La apostasía muestra una total indiferencia a la obediencia a Dios y reta la Misericordia de Dios. 

La humanidad está celebrando el Nacimiento de Cristo sin Su Santo Nombre. Su Santo Nombre ha sido abolido y la humanidad toma Su Nacimiento como una gran fiesta de ocio, adorando ídolos (24 de diciembre de 1991). A la Eucaristía del Señor se le da cada vez menos y menos importancia (16 de octubre de 2000). Dios Padre dice: “Están llenos de compromisos; ¡con tal de agradar al mundo, serían capaces de vender la Sangre de Mi Hijo!” (15 de abril de 1996).

La creación, constantemente, blasfema el Espíritu del Padre Celestial, haciendo que esta generación rechace al Espíritu Santo. Está transgrediendo no sólo la Ley de Dios, sino también todo lo que es Santo. La apostasía ha tomado nación tras nación, infiltrándose en nuestros corazones y nos ha hecho creer que Dios no existe. Nos ha hecho huérfanos.  

Por doquier hay traición, asesinatos, corrupción, adulterio, fraude, desorden en el matrimonio, gente que se mofa de la religión, contaminación de almas, perjurio y pecados contra la naturaleza (16 de junio de 1992). 

Apostasía y la Desastrosa Abominación 

Hay una conspiración entre los pastores para eliminar el Sacrificio Perpetuo e instalar la desastrosa abominación. Jesús dice: Mis enemigos van a tomar por asalto Mi Santuario, Mi Altar y Mi Tabernáculo para eregir la desastrosa abominación. Habrá un tiempo de gran tribulación, algo que jamás se ha visto desde que existen las naciones. Por la fuerza y a traición, invadirán Mi Casa” (3 de octubre de 1994). Jesús dice: “En vez de Mi Sacrificio Perpetuo, ustedes verán, consternados, que estaban acariciando a la Víbora y que erigieron la desastrosa abominación …” (15 de septiembre de 1991). 

En vez del Sacrificio Perpetuo, el sacrificio humano está ganando terreno. Los abortos se llevan a cabo diariamente, derramando sangre inocente de niños no nacidos. Día con día se llevan a cabo iniciaciones de asesinatos masivos de niños. Jesús dice: “Yo, Jesucristo, sufro tormentos excesivos al ver el asesinato criminal de bebés inocentes, sacrificios humanos perpetuados con blasfemia en contra de Mi Nombre…” (20 de diciembre de 1996). Yahvé dice: “¡Ay de aquéllos que derraman sangre inocente de niños no nacidos! ¡Su recompensa será el infierno!” (20 de marzo de 1991).  

De hecho, la profecía de Daniel se está cumpliendo: “Fuerzas de su voluntad vendrán y profanarán el Santuario-Fortaleza, abolirán el Sacrificio Perpetuo e instalarán la desastrosa abominación. A aquéllos que violen la alianza, él los corromperá con sus halagos, pero la gente que conozca a su Dios, permanecerá firme” (Dan 11, 31-32). 

Racionalismo: El Veneno Mortal 

La apostasía es el fruto del racionalismo. El racionalismo niega la acción de Dios en los seres humanos y en el mundo. Propone la razón humana, sin ninguna referencia a Dios, como el único Juez de la verdad y la mentira, del bien y el mal. El racionalismo argumenta que la fe en Cristo es perjudicial para la razón humana. Niega la Revelación Divina y dice que Ésta no sólo es inútil, sino que también es dañina para la perfección humana. Las profecías y milagros descritos en las Sagradas Escrituras son solamente ficción. Jesucristo es sólo un mito. 

En los Mensajes de la VVeD, encontramos que Jesús condena el racionalismo, ya que éste es un arma para combatir la Divinidad de Dios. Es una plaga de nuestra era. Reta al poder de Dios. Invade la Gloria de Dios. Traiciona la lealtad de Dios. Niega, categóricamente, la existencia del Espíritu Santo y sus diversos Dones. Borra al Espíritu, embota el discernimiento y mata la humildad (18 de agosto de 1991). 

El racionalismo proviene del príncipe de las tinieblas y es como un veneno mortal. Es parte del modernismo, del naturalismo, del liberalismo y del hedonismo y conduce al ateísmo. Está haciendo un desierto del jardín de Dios y una ruina de la Iglesia de Dios. El racionalismo conduce a la inmoralidad, a la falta de fe y de amor, a la promiscuidad, a la falta de moderación, al materialismo, al egoísmo, a la desobediencia, a la vanidad, la avaricia, y la maldad. En resumen, todos los vicios que el mundo adora. La inmoralidad se ha convertido en la corona de nuestro mundo lleno de maldad (4 de septiembre de 1996).  

Reina, incluso, en los corazones de muchos de los pastores. Jesús dice: “…Los líderes de la destrucción, brillando con sus grados escolásticos, son nauseabundos y su hedor ha cubierto, ahora, el mundo entero. Son aquéllos de los cuales las Escrituras dicen: podrán obrar milagros, seduciendo con su habilidad las diez torres del mundo y desde ahí, a todas las naciones de la tierra. Todos están cayendo bajo su hechizo… Una vez que su ejército esté completo, se levantarán con su insignia y junto con los espíritus de las tres fuerzas del mal, se unirán para hacer la guerra en contra de Mi Sacrificio Perpetuo…” (28 de abril de 1995). 

Jesús dice: “Nunca le des pie al diablo con tu espíritu racional” (27 de enero de 1996), ya que “Satanás y su dominio de las tinieblas están escupiendo sobre la tierra su vómito, causando aflicción en las familias y divisiones, también” (12 de abril de 1997). 

Advertencias a la Creación 

Viendo la inmensidad de los pecados de la creación, Dios nos advierte a través de Nuestra Señora de Fátima hasta la época actual, pero ninguna de sus advertencias han sido respetadas (1° de diciembre de 1987 y 21 de diciembre de 1992). El Señor ha dado muchos signos y señales, pero éstos han sido tomados como cuentos de hadas. Él nos pide que reconozcamos los Tiempos, ya que Él ha abierto sus Reservas Celestiales. El pecado de nuestra era es tan grave y tan grande que no reconoce más a Dios. La gente ha olvidado el rescate que Jesús pagó por nosotros. Él fue humillado, torturado y sufrió, voluntariamente, la muerte más dolorosa…. todo por amor. (21 de diciembre de 1988). 

Jesús dice: “El pecado aún vive en sus corazones, la soberbia los gobierna. Su generación se dirige hacia un baño de sangre” (1° de diciembre de 1994). “Esta generación ha creado una nueva Sodoma y Gomorra entre ellos; han ido tan lejos hasta creer que las calamidades que caen sobre de ellos provienen de Mí; nunca han entendido cómo el mal atrae al Mal y que ahora están siendo pagados con su misma moneda” (5 de octubre de 1988 y 7 de febrero de 1991). Dios dice que todo lo que proviene de la tierra regresa a la tierra (9 de septiembre de 1991). Jesús dice que es sólo a causa de las súplicas de Nuestra Santa Madre que la justicia ha sido retenida (5 de octubre de 1988 y 7 de febrero de 1991).  

Y nos dice también: “El poder del Divisor se ha infiltrado en Mi Casa para arrasar Mi tierra. Su obra de destrucción es fuerte y sus objetivos favoritos son Mis almas consagradas. Él hace que sus pensamientos sigan las pasiones de sus corazones” (12 de febrero de 1996). Jesús se lamenta, fuertemente, y dice: “¡OH CREACIÓN! ¡ÉL (el demonio) ESTÁ PREPARANDO UN GRAN HOLOCAUSTO PARA USTEDES! ¡OH, CÓMO GRITO DESDE MI CRUZ! ¡REGRESEN A MÍ!” (23 de marzo de 1988). 

El Fin de los Tiempos

Jesús ya está cansado de la ceguera, sordera y rebelión de su creación. Sus Ojos están llenos de Lágrimas de Sangre. Está triste porque la mayoría de nosotros nos estamos deslizando en las redes de Satanás (8 de noviembre de 1988). Jesús dice: “Muy pocos se preocupan de vivir una vida santa y los días están volando y las horas están contadas antes de la gran retribución. ¡Mis ciudades se han convertido en prostitutas! ¡Despiadadas! ¡Se han convertido en una ciudadela de los demonios! ¡Corruptas todas por dentro, comidas por el gusano! ¡Un refugio para la víbora y el escorpión! ¿Cómo puedo Yo no soplar sobre estos renegados Mi Fuego Purificador?... La tierra temblará y se estremecerá. ¡Y todo el mal edificado en las Torres se colapsará en un montón de escombros y será enterrado en el polvo del pecado! En lo alto, los Cielos se estremecerán y los cimientos de la tierra se sacudirán! Oren para que la Mano del Padre no caiga en invierno.  Las islas, el mar y los continentes serán visitados por Mí, inesperadamente, por el estruendo y por la Llama. Escuchen atentamente Mis últimas Palabras de aviso, escuchen ahora que todavía hay tiempo. ¡Arrepiéntanse! Y pidan al Padre que se apiade. Pronto, muy pronto ahora, los Cielos se abrirán y Yo les haré ver El Juez” (11 de septiembre de 1991).

Jesús está advirtiendo a la tierra porque ésta se ha negado a adorar al “Fiel y Verdadero, Rey de reyes y Señor de señores”. Él habla de “fuego devorador”, “el cielo rompiendo en llamas”, “Su visitación Divina”, “el Fuego Purificador”, “almas derritiéndose como la cera” (5 de febrero de 1999) y el “día del juicio”. Continúa diciendo: “…percibirán como una revelación secreta a miríadas de Ángeles, Tronos, Dominaciones, Soberanías, Potestades, todos postrados alrededor del Arca de la Alianza. De pronto, vendrá un tiempo de gran tribulación, sin precedente, desde que las naciones llegaron a existir” (15 de septiembre de 1991).

Un Llamado al Arrepentimiento y la Conversión

En los Mensajes de la VVeD, vemos que Dios y Nuestra Señora están llamando a nuestra generación a arrepentirse. El Señor está mandando, antes que Él, a la Mujer revestida con el Sol, la segunda Eva, para educarnos y conducirnos, paso a paso, hacia el Cielo (6 de mayo de 1991). Al reflexionar sobre las advertencias de Dios, vemos que el arrepentimiento es muy urgente. Tremendas reparaciones deben hacerse. El mal nos ha encadenado y sólo el arrepentimiento nos puede librar de él.

Jesús nos está llamando a arrepentirnos: “¡Arrepiéntete! Generación, tus pecados han secado tu alma. ¿Por qué morir, generación? ¡Arrepiéntete y vivirás! Arrepiéntete porque no queda mucho tiempo ahora…” (25 de mayo de 1993). Jesús nos asegura que, una vez que nos arrepintamos, Él transfigurará nuestra mente para que ésta sea como Su Mente. Él nos está pidiendo una “gran y verdadera expiación” (5 de noviembre de 1998).

Jesús dice: “Yo pondré Paz en sus corazones y, también, la Salvación en sus almas si escucho de ellos un grito de arrepentimiento… Arrepiéntanse y obtendrán el fruto del perdón. Perdonen y obtendrán el fruto del amor y la paz. Vengan y arrepiéntanse… La ira de Mi Padre ha encendido un Fuego que consumirá al mundo” (6 de octubre de 1995).

Nuestra Madre Santísima dice: “Necesito actos de reparación y oraciones para remediar este mal. Clama al Padre y di: ‘Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen’, luego, ven y enciérrate en Mi Corazón Real. Allí encontrarás tu paz, pero al mismo tiempo saborearás y sentirás Mi agonía y pena en las profundidades de Mi Ser, conforme soy conmovida por lo que veo” (25 de abril de 1999). Él nos invita a abrazar Su Cruz, es decir, a sufrir a la manera de Dios para poder cambiar y ser mejores (11 de noviembre de 1998).

El Llamado a la Santidad

En las Odas de la Santísima Trinidad, Dios Padre nos asegura Su Misericordia diciendo: “… en el Abismo de Mi Misericordia, Yo puedo lavarlos de todas sus manchas y purificarlos de todos sus pecados, para que puedan obtener Mi Herencia… para que puedan estar bellamente adornados y perfumados y sean dignos de entrar en la Cámara Nupcial de lo Divino y puedan esposarlo, debo transformarlos para que sean un arco iris reluciente contrastando con las nubes brillantes..”

En esa misma obra, Jesús dice: “No deseo ver, con pena, eternamente y sin fin la muerte de los pecadores, sino que quiero que vuelvan a Mí y vivan. No deseo la muerte del pecador, Yo Soy la resurrección y deseo que todos ustedes vivan en Mi Luz…”. Jesús continúa diciendo: “…Aquél que, verdadera y sinceramente, lucha por participar en Mi Gracia puede permanecer impasible ante este mundo y no perderá la sustancia sublime de sus corazones. Pero si se detiene y conversa con la Tentación, escuchando a las riquezas mundanas, éste permanecerá en el mundo y será  pisoteado por el polvo del pecado…”. (Odas de la Santísima Trinidad, Parte 2 y Parte 3)

Jesús nos alienta a que dejemos nuestro estilo de vida pasado y lo sigamos, para que nuestra vida sea aceptable a Él y, así, aumente nuestro conocimiento de la Santidad Trinitaria. Necesitamos permitir que la Santidad Trinitaria nos conduzca a la contemplación de la Intimidad Divina en el Abrazo Trinitario (30 de noviembre de 1998).

Jesús nos asegura que Él es la fuente inefable de delicias y que, a través de Su Misericordia Infinita, Él desea transformar nuestra alma en un edén digno de su Santidad Trinitaria (20 de enero de 1999).

Nos aconseja diciendo: “Confiésense sinceramente, con todo su ser, no se engañen a ustedes mismos” (3 de junio de 1994). Jesús está triste y nos dice: “…muchos de mis hijos no quieren arrepentirse, ni están dispuestos a dejar sus pecados, esos pecados que los tienen encadenados a todo menos a Mí. Mi Alma está llena de suspiros, sí, diles hija que Mis Ropas están empapadas en Mi Sangre” (22 de julio de 1994).

Pero Dios, en Su Ternura y Amor dice: “Yo, Tu Salvador, te renovaré, creación, y te ofreceré Mi Don. Mi Don descenderá desde el cielo, una reluciente Nueva Jerusalen: una Iglesia Renovada, Pura y Santa…porque mi Sagrado Corazón estará vibrando dentro de Ella” (17 de agosto de 1988).

Jesús nos enseña diciendo: “No pequen más, dejen de hacer el mal, aprendan a hacer el bien, busquen la justicia, ayuden a los oprimidos…dejen que su tibieza se convierta en una llama ardiente” (17 de junio de 1991). Nos dice: “Yo Soy es Mi Nombre y Yo Soy Santo, por lo que quiero que ustedes vivan santamente. Santifiquen sus vidas y vuélvanse en Mi Dirección” (29 de julio de 1991). Jesús nos alienta y nos dice: “Continúa dándote a ti mismo a Mí, tu Dios, y consagra todos tus días y tus noches a la oración, el sacrificio y el arrepentimiento” (5 de junio de 1992)

Concluyo con el solemne llamado de Nuestro Señor:

¡Despierten de su sueño profundo!
Se están dirigiendo hacia su ruina,
sacúdanse el polvo que los cubre
y levántense de la muerte.
El Fin de los Tiempos
está más cerca de lo que piensan.
(15 de septiembre de 1991)

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Recordatorio de la Peregrinación

La Sexta Peregrinación de la VVeD tendrá lugar en 2007, en diversos lugares de Turquía y Grecia. Un equipo de voluntarios de la VVeD ha estado trabajando desde hace meses en ella. Pueden comenzar a ahorrar dinero desde ahora, mensualmente, para poder asistir a la Peregrinación. Recuerden que la Verdadera Vida en Dios no recibe utilidades ni beneficio alguno de estas peregrinaciones: las mismas son a costo y no son eventos para reunir fondos.  

Si deseas recibir más información, por favor escribe a: sppilgrimage@tlig.org

El Equipo de la Peregrinación de la VVeD

de la Verdadera Vida en Dios.

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