El 22
de mayo de 2003, Vassula dio una plática en Buenos Aires,
Argentina. A continuación, se encuentran algunos
extractos de esa plática.
LA VERDADERA
IMAGEN DEL PADRE
La primera vez que el
Padre me habló, me sentí asombrada, porque en mi mente, yo
creía que Dios Padre era muy estricto, un Juez severo y casi
diría, sin Misericordia. Ésta era la imagen que tenía
antes.
Cuando Dios Padre se
acercó y me habló, fue una gran sorpresa para mí: muy
paternal, hablando como un padre, como alguien de la familia.
Fue como si yo ya lo hubiera conocido. Sencillo, muy Sencillo,
Manso, todo lo que Jesús describe del Padre… Jesús dio un
Mensaje sobre Su Padre. Él dijo: “Mi Padre es un Rey, y sin
embargo, tan maternal; Él es un Juez, sin embargo, tan Amoroso
y Tierno. Él es el Alfa y el Omega, sin embargo, tan
Manso.” Esa es la imagen y Jesús en a Verdadera Vida en
Dios, trata de devolvernos esa imagen del Padre.
CONOCER A DIOS Y
VOLVERSE ÍNTIMOS CON ÉL
Mucha gente ha dejado
la Iglesia porque no conocen a Dios y no encontraron a Dios en
sus vidas. El Señor dice que se puede tener una visión de Dios
en esta vida, aún cuando estamos aquí en la tierra. Todos,
cada uno, podemos tener esta visión. Esta será una visión
interior, y entonces comenzarán a conocer a Dios y podrán
decir: “He conocido a Dios, me he encontrado con Dios y por
ésta razón amo a Dios”. No es suficiente creer en Dios,
aún los demonios creen en Dios, pero no aman a Dios. No es
suficiente sólo creer, ustedes deben conocer a Dios,
encontrarse con Dios, y eso significa: “volverse íntimos con
Dios”.
NUESTRO PADRE ES
UN REY
El Padre dijo:
“Descienden de Mí. Ustedes provienen de Mí; ustedes Me
pertenecen; ustedes son Mi Simiente, ustedes son Míos”.
Cuando Dios habló de esta forma, sentí inmediatamente, en mi
corazón, que en verdad, Él es mi Padre, nuestro Padre.
Antes, mucho antes que nuestro padre de la tierra. Es
tan importante que entiendan esto, que nosotros somos hijos e
hijas del Altísimo, descendemos de la Soberanía, de la
Majestad, del Esplendor. Nuestro Padre es un Rey y nosotros
somos Sus hijos, entonces, debemos cambiar nuestras vidas y
vivir en nobleza, porque descendemos de un Rey. Debemos
cambiar nuestras vidas, para convertirnos en una oración
incesante.
¿QUÉ ES LA
ORACIÓN INCESANTE?
Al principio,
Jesús llegó un día y me dijo: “Yo quiero que ores sin cesar.”
Yo le contesté: “Señor, soy ama de casa y tengo trabajo. ¿Cómo
puedo orar sin cesar?”. “¡Ah, Vassula!”, dijo Él. “No has
entendido. Orar sin cesar, no significa que yo te quiera
veinticuatro horas al día sobre tus rodillas. Orar sin cesar
es cuando tu corazón Me anhela a Mí, tu Dios, todo el día.
Cuando tu corazón, tiene sed de Mí, tu Dios, todo el día. Esta
es una oración sin palabras. Es sólo su corazón el que habla.
Es cuando tú vives perpetuamente en Mí, y Yo vivo
perpetuamente en ti. Es cuando estás consciente del a
presencia de Dios”. Esta es la oración incesante.
Entonces, cuando el Señor nos pide algo no es imposible.
Cuando Él dice: “Yo quiero que sus vidas se conviertan en una
oración incesante”, significa que vivan perpetuamente en Él y
pongan a Dios como la prioridad en sus vidas. Porque sin
Dios, dice Nuestro Señor, nuestra mesa estará vacía. Nuestra
vida nos fue dada por Dios, por lo que sin Dios, no somos
nada, no tenemos nada. Esto es muy
importante.
LA INTIMIDAD
JUNTO CON EL SANTO TEMOR DE DIOS
Cuando el Señor me dijo
un día: “Quiero que Me ames”, como todo el mundo yo le dije:
“Te amo, yo te amo”. Y si ustedes le preguntan a la gente:
“¿Amas a Dios?”, ellos les dirán que sí, pero ¿cuánto y de qué
manera? Entonces yo le dije a Dios: “Sí, te amo”, y Él dijo:
“Ámame más, pero para aprenderme a amar de la forma en que Yo
quiero que me ames, no puedes estar así alejada de Mí. Debes
acercarte a Mí y conocerme. Yo quiero que Tú seas íntima
conmigo, sin embargo, nunca olvides que Yo Soy
Santo”.
Dos cosas tan
importantes: correr hacia nuestro Padre, como un niño pequeño
sin malicia, y hablarle a Él desde nuestro corazón, y al mismo
tiempo, saber que Él es Dios, y que le debemos reverencia,
adoración, y practicar el temor del Señor. Eso es
importante. Esa es la forma de acercarse a Dios. Como un
niño. Dar un paso y después el otro paso, es el temor del
Señor.
LA VERDADERA
TEOLOGÍA
El Señor nos ha dado
muchas maneras de contemplarlo durante todos los momentos de
nuestra vida. ¿Cómo? Porque Dios dijo: “La verdadera teología
es la contemplación de Mí, tu Dios”. Esa es la verdadera
teología, saber cómo contemplar a Dios, porque de esa forma,
pueden conseguir el tesoro más grande.
Leeré una cita Bíblica
de Jeremías 9,22-23: “Así dice Yahvé: ‘No se gloríe el
sabio de su sabiduría, ni se gloríe el poderoso de su poder,
no se gloríe el rico de sus riquezas. El que se gloría,
gloríese en esto: en comprenderme y conocerme a Mí…’”.
En los Mensajes el
Señor dice: “Cuando tú obtienes la Luz del Espíritu Santo,
entonces contemplas a Dios, en todos los momentos de tu día…”.
Ahora, ustedes dirán: “Ah, pero yo tengo trabajo”. Las mujeres
dirán: “Tenemos que comprar la comida y cocinar”, como yo.
Otros dirán, tengo un trabajo en la computadora. Tal vez somos
técnicos, tal vez tenemos otros trabajos. ¿Cómo vamos a
contemplar a Dios a lo largo de todo el día? Y sin embargo,
ustedes lo pueden hacer. Y cuando lo puedan hacer, el Señor
les dice: “Ustedes aún estarán entre los hombres, pero su
mente estará en el cielo, y aunque su cuerpo esté moviéndose
entre los hombres, su alma y su mente serán como las de los
ángeles. Caminando en las Cortes del Reino, caminando entre
ángeles. Yo les enseñaré a vivir en Nosotros, moverse en
Nosotros, y respirar en Nosotros. Yo les enseñaré que Nosotros
somos la Vida, y en Nosotros, ustedes nunca dejarán de
existir.
NUESTRO SANTO
COMPAÑERO (USAR LA PALABRA NOSOTROS)
Ahora les daré la
clave. Es una clave fácil: nunca olvidarse de Jesús… y tener
una contemplación perpetua, aún cuando estén trabajando, aún
cuando estén escribiendo. El Señor, un día, me llamó a
escribir. Fui y estaba escribiendo el Mensaje. Después de un
tiempo largo, recordé que había dejado un guiso en el horno y
estaba pensando “si no voy ahora, se quemará”, y me sentía muy
incómoda. Entonces, el Señor dijo: “¿Qué sucede? (Cómo si Él
no lo supiera) “¿Qué sucede? ¿Qué pasa?”. Y yo le dije: “Señor
dejé en el horno la comida y se quemará si no bajo enseguida.
Esto es lo importante. El Señor no dijo: “Ve. Yo te espero
aquí”. El dijo: “¡Qué estamos esperando! ¿Por qué no vamos?
¡Vayamos y apaguemos el horno!”. Y Él dijo: “Usen la palabra
Nosotros permanentemente”.
Jesús dice: “Ustedes
nunca están solos y Yo quiero ser su Santo Compañero.
Entonces, ¿por qué se olvidan de Mí? Nosotros podemos hacer
las cosas juntos.” Entonces, cuando vayan al trabajo y
tomen su auto, díganle a Jesús: “Jesús, ven, vamos a
trabajar”. Esto es contemplación. Todos los momentos de
nuestra vida repitamos: “Nosotros, nosotros”. Y cuando hagamos
los quehaceres de la casa, cualquier cosa que estemos haciendo
con Jesús, y –muy importante- ofrézcanlo a Jesús y háganlo con
amor”.
El siguiente testimonio lo envía Angelina
de Santa Teresa, de Mérida, Yucatán, en México. Ella no
pudo asistir a la plática de Vassula, en junio de 2002, debido
a los ataques que los sacerdotes hicieron en torno a la
misma.
" La semana pasada, asistí a ver un video
de la grabación de Vassula cuando se presentó en la
Ciudad de Mérida, Yucatán, y a la cual no asisití a escuchar,
en ese momento. Cuando mi primo Enrique A. Ortega, y Aguilar
me invitó a ver la grabación, me dio mucho gusto, porque tenia
muchísimas ganas de conocer a Vassula y ver como era, o como
es, me intrigaba mucho su rostro, y como era ella.
Cuando empecé a ver la grabación sentí que
no la podía distinguir bien, pero creí que era por falta de
visibilidad, por la forma en que fue grabado el video, pero
aún así seguí siempre esforzándome por distinguir su rostro y
sus facciones. Cuando terminamos de ver la grabación, los
demás asistentes se retiraron, y al despedirme, le comenté a
mi primo que no pude distinguir bien el rostro de Vassula, y
él me dijo: “Qué fue lo que viste?”. Le respondí: “Mira lo
único que vi en ella fue el rostro de Jesucristo. Por mas que
me esforzaba solo eso podía distinguir, y yo quería verla a
ella y entre más esfuerzos hacia por ver sus facciones ,
mas claro veía el Rostro de Jesús”. Fue entonces que me dijo
que esta manifestación es muy común, y es por esa razón que
comparto este testimonio con ustedes.
Estoy muy emocionada, porque nunca me
imaginé que a mí se me permitiera tener esa dicha tan grande .
Hay ocasiones en que no esperamos que se nos dé algo, y yo
sentí una gran alegría, porque pude ser una de esas personas a
las que Jesús concedió el poder verlo en el rostro de
Vassula.
Angelina de
Santa Teresa