Enviado: Domingo, 7 de Julio de 2002

Asunto: Otra respuesta a 'Un alma pide oraciones'

He aquí otra respuesta al correo 'Un alma pide oraciones', enviado el
23 de junio.


Cuando leí "Un alma pide oraciones", inmediatamente, pude identificar
la forma indirecta que Jesús, algunas veces, toma, con el fin de
probar nuestra capacidad para 'escuchar', y nuestro discernimiento
espiritual. Mi historia es diferente, ya que incluye un sueño y cómo
Jesús no esperó ni siquiera un fin de semana para revelarme quién era
esta persona y, también, por qué necesitaba orar por él. También, me
enseñó una valiosa lección, respecto a algo, sobre lo que todavía
lucho.

Por favor, ténganme paciencia, ya que siento que Jesús quiere que
transmita esta historia a la VVeD, porque es acerca de un sacerdote, y
una lección, que aún estoy aprendiendo.

Cuando leí, en la VVeD, acerca de las almas que se acercan a Vassula,
tengo que admitir que este hecho me asustó. A la luz de la razón, el
pensamiento de ver personas muertas, en mi habitación, no era mi idea
de felicidad con Dios. Era algo que esperaba que nunca me pasara. Era,
inocentemente, ignorante, ya que no lo entendí, incluso, después de
haber leído el relato, por primera vez. Fue hasta que vi el video de
la plática de Vassula en Nueva York, cuando la escuché expresar su
experiencia, que comprendí esto en mi corazón.

Creo que es cuando Jesús supo que yo estaba lista.......

Mi sueño fue así:

Estaba parada en un muelle, junto al océano, cuando decidí echarme al
agua. La sensación que tuve cuando salté, me recordó la Epifanía,
cuando los niños se zambullen a rescatar la Cruz. Esto se celebra,
cada año, en parroquias Ortodoxas que están cerca del océano.

¡Me sorprendí al darme cuenta de que podía respirar mientras me
encontraba bajo el agua!. Luego, giré para nadar de regreso a la
superficie, cuando vi un alma flotando en el agua. Me habló con acento
fuerte, como hablaría un extranjero. Asumí, al verlo, que era un monje
o un sacerdote; definitivamente, alguien santo, anciano, con cabello
blanco y de baja estatura. Claramente, sentí que esta persona, sin
duda alguna, había vivido hacía MUCHOS años. Pensé que, quizás era
español o italiano. Sus ojos eran un poco obscuros, pero sé, sin duda
alguna, que lo escuché pedirme que rezara por él.

Cuando me desperté el sábado por la mañana, decidí no pensar en eso,
aunque le platiqué el sueño a mi hermana. Pensé que era un demonio
tratando de inocular alguna clase de sugestión en mi intelecto, ya que
me imaginé que alguien santo, como el hombre que vi, no necesitaría
pedirme oraciones, por lo que, lo deseché de mi mente el resto del fin
de semana.

Dios tenía otros planes.....

El sábado, por la mañana, decidimos que pasaría el fin de semana con
mi hermana, ya que mis papás, ahora, viven con ella, y mi mamá
necesitaba ayuda para desempacar algunas cajas. Luego, todos
asistiríamos juntos a la Iglesia el domingo, y pasaríamos el fin de
semana en familia. Al empezar a desempacar, mi mamá se encontró una
caja con muchos objetos religiosos. Había 3 Crucifijos, muchos íconos
y un Evangelion (libro de Evangelios utilizado por los sacerdotes
Ortodoxos).

Mientras hablábamos de estos objetos, mi mamá me recordó que el abuelo
de mi papá (mi bisabuelo) fue sacerdote Ortodoxo, y es por eso que
teníamos todos esos objetos religiosos. Uno de los Crucifijos era el
que usaba para bendecir a la congregación, otro estaba hecho de metal
y porcelana, y de un lado, tenía la imagen rota del Bautizo de Jesús y
del otro, mostraba Su Crucifixión. Un ícono era de la Anunciación.

Le pedí a mi mamá si nos podíamos dividir los objetos entre los hijos,
para que cada uno de nosotros tuviéramos algo en nuestra casa. Como
somos tres, dividimos los 3 Crucifijos y los íconos. Yo me quedé con
la gran Cruz de plata que él usaba para bendecir a la congregación y
el ícono de la Anunciación. Después de haber aprendido a rezar el
Rosario.....ese ícono era especial para mí.

Y yo, TODAVÍA, no entendía este encuentro.

Llegó la mañana del domingo, y empecé a pensar otra vez en el sueño.
Sentí la necesidad de preguntar a mi papá y, también, a un querido
amigo de la VVeD, en quien confío, si era posible que un demonio le
pidiera oraciones a un humano, que ama a Dios. No sé qué me indujo a
preguntarles, pero, de repente, sentí el deseo de desechar que pudo
haber sido un demonio, al pedir consejo a mi padre espiritual.

Todos estuvimos de acuerdo que era, probablemente, imposible que un
demonio 'pidiera' oraciones, y mi papá sintió, que pudo haber sido un
alma santa, que todavía estaba en el purgatorio y necesitaba
oraciones. Me sorprendí al escuchar esto.

Mi siguiente pensamiento, por supuesto, fue ¿POR QUÉ YO?. ¡Soy la
persona más inadecuada para pedir oraciones, porque, difícilmente,
rezo por los muertos como debiera!.

Después de llegar a casa, el domingo por la tarde, tomé las reliquias
y empecé a lavar la Cruz bajo el chorro de agua, y mientras el agua
corría sobre la Cruz, empecé a pensar acerca del agua, lo que me hizo
pensar en el océano, y esto, en mi sueño. Ahí estaba, de nuevo mi
sueño, persiguiéndome. Entonces, mi ángel me condujo a hablarle a mi
papá y preguntarle MÁS, acerca de mi bisabuelo. Pensé que debía saber
el nombre que estaba asociado a los objetos santos, y así, tener una
historia para contar a mis hijos.

Así que, empezamos a hablar. Me dijo que su nombre era Anthony y que,
desafortunadamente, mi bisabuelo tuvo problemas personales, pero que
había sido un buen sacerdote para su rebaño.

Lo siguiente que hice, fue llamar y decirle a mi hermana (que vive en
un departamento arriba de mis papás), acerca de la conversación que
tuve con papá, y lo triste que me puse de saber de nuestro bisabuelo.
Me hizo pensar acerca del estado de su alma.

¡PERO..TODAVÍA, NO ENTENDÍA EL OBJETO DE TODO ESTO!. (¡Jesús debe de
haber estado sonriendo!).

Mientras seguimos platicando, recordamos nuestra asistencia a la
Iglesia, por la mañana y, también, la plática con mi papá. Luego, ella
me dijo: "Sabes, hoy se celebra el día de San Andrés". No sé por qué
no me acordé de eso, después de haber estado en la Iglesia, esa
mañana. (¡Jesús, por favor perdóname por no prestar atención en la
Iglesia como debiera!). Ella fue a traer el panfleto para leérmelo.

¡Cuando empezó a leer el panfleto que reparten en la Iglesia, fue el
siguiente fragmento lo que  me "abrió los ojos"!.

"San Andrés, como su hermano San Pedro, fue un pescador, un trabajador
con red y barco, reconocido en los Salmos del Antiguo Testamento como
uno de aquéllos "que se van por el  mar en barcos, que hacen negocios
en las grandes aguas; estos ven las obras del Señor y Sus Maravillas
en la profundidad".

Empecé a sentir escalofríos. ¡Recordé que mi papá me dijo que la
Iglesia de su abuelo, estaba en Pensacola, Florida, (la cual conocí,
pero había olvidado), una ciudad, cerca del océano, donde se celebra
la Epifanía y los niños se sumergen para sacar la Cruz!. Recordé haber
tenido esa misma sensación, cuando salté al océano, en mi sueño.

¡ENTONCES, FINALMENTE, HICE LA CONEXIÓN! (¡Jesús sabe qué lenta soy,
algunas veces, para escuchar cuando Él me habla!).

Así es como Jesús se comunicó conmigo.....

La parroquia de mi bisabuelo estaba en Pensacola, (cerca del océano,
en una ciudad que celebra la Epifanía). Él era griego (¡lo cual
explica el acento fuerte de hombre extranjero!. Yo soy griega, por lo
que no tengo idea de por qué pensé que ese hombre era italiano o
español. Él fue sacerdote (lo que explica el por qué pensé que era
alguien santo, como un monje o sacerdote).

También tenía la impresión de que él había vivido hacía muchos años!.
¡Miré de nuevo las reliquias y noté que las fechas de las mismas son
del siglo XIX!. ¡La Cruz de porcelana data de 1858, el Evangelio de
1830 y el icono de 1898!.

Jesús tomó todos los caminos para que yo ESCUCHARA con mi alma y Le
agradezco que me ayudara. Él me enseñó una lección muy importante. Que
debo orar todos los días por las almas que se han ido. Me avergüenza
decir que, a pesar de este hecho, todavía, lucho por hacerlo. Jesús lo
sabe.

Así que, humildemente, les pido que oren por mi bisabuelo Anthony. Mis
oraciones, por sí solas, son indignas, y él necesita que otros oren
por él, también. Por favor, ayúdenlo.

¡Que Dios los bendiga a todos!.

Anna



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