Enviado: Martes, 19 de marzo de 2002

Asunto: La aritmética de Dios es diferente a la nuestra

Este es el reporte de una de las reuniones organizadas, como resultado
de la petición de Vassula, el año pasado.

Reporte de la reunión de la "Verdadera Vida en Dios", en Dresden,
Alemania, el 8 de diciembre de 2001 (Fiesta de la Inmaculada
Concepción).

De acuerdo con las estadísticas, debido al comunismo, el 85% de los
habitantes de lo que fue la República Demócrata Alemana, no están
bautizados. Por esto, decidí organizar una primera reunión de la VVeD en
la parte oriental de Alemania, y escogí Dresden. Invité a Michéle
Gericke, de Berlín, para dar su testimonio. Como no tenemos las
direcciones de las personas activas de la VVeD en Dresden (localizada a
500 kms.), tuvimos que manejar hasta ahí para encontrar un lugar
adecuado para la reunión, colocar nuestros carteles, distribuir
volantes, presentarnos en las parroquias, es decir, fuimos a "preparar
el terreno". Después de muchas respuestas negativas, encontramos un
salón, bellamente decorado para la temporada Navideña, con capacidad
para 200 personas, ubicado en una conocida casa de huéspedes.

El miércoles y jueves, antes de la reunión, visitamos a los sacerdotes
de tres Iglesias: la Iglesia Rusia Ortodoxa, la Catedral Católica y la
Kreuzkirche Protestante (Iglesia Protestante de la Cruz).

Todos ellos nos dieron una calurosa bienvenida. Eso nos dio la
oportunidad de conversar, y de presentarles la "Verdadera Vida en Dios",
entregarles un expediente con información sobre Vassula, reuniones de
oraciones, testimonios de Teólogos y laicos, bibliografía, etc.

Nuestros corazones brincaban de alegría cuando logramos entregarles
material acerca de la "Verdadera Vida en Dios", a los representantes de
las tres Iglesias Cristianas, particularmente, porque el movimiento
ecuménico en Dresden, es relativamente fuerte, y la relación entre las
tres Iglesias parece ser, evidentemente, muy buena. ¡Alabado sea Dios!.

Mientras estábamos preparando la reunión, hubo bastantes problemas que
tuvimos que asimilar. Por ejemplo, después de cuatro días, ¡no vimos ni
un cartel de los que habíamos colocado!. Algunas partes del artículo que
preparamos para el periódico, no fueron publicadas. Casi nadie, en toda
la ciudad, quería recibir una invitación. El jueves, antes de la
reunión, dos de nosotros nos paramos en el principal centro comercial, y
sólo conseguimos entregar 12 invitaciones. ¡Se imprimieron un total de
1000 volantes!. Las personas que asistían a los servicios en sus
Iglesias reaccionaron de manera diferente, aceptando nuestra invitación.
Pero nuestra inquietud eran aquéllos que están alejados de la Iglesia.
¿Cómo iban a enterarse, esas personas, de la reunión, si ni siquiera
tenían la oportunidad, o no les interesaba prestar atención a la
invitación?.

Poco a poco, la desesperación empezó a infiltrarse en nosotros.
Decidimos colocar cerca de 650 invitaciones en los buzones de las casas
cercanas a la casa de huéspedes, esperando que la gente estuviera más
dispuesta a leer la invitación, dentro del refugio de sus hogares.

En la tarde, no pudimos evitar el darnos cuenta de que todo estaba en
Sus Manos. Solo la corta, pero poderosa oración: "Jesús, Tú encárgate de
ello", nos ayudó a recuperar nuestra paz interior. Una y otra vez la
repetíamos, cuando el temor, la angustia o la desesperación (¿acudirá
alguien a la reunión?), nos rondaban como pesadas nubes negras, dentro y
alrededor de nosotros. Pero, esta corta oración ahuyentó esas nubes, y a
aquél que quería nublar nuestros corazones. Relajados, y con paz en el
corazón, asistimos a la Adoración al Santísimo Sacramento, el viernes
por la noche, para dejarlo todo a los Pies de Nuestro Señor.

Porque es Él Quien mueve los corazones.

La mañana del sábado, vino un sacerdote local, y en una hermosa
ceremonia, bendijo el lugar donde se llevaría a cabo nuestra reunión.
Luego, esperamos a que llegaran los participantes. Vinieron 5 adultos y
dos niños. Siete personas en total.

El ambiente era muy bueno. ¡Practicamente, sentimos el abrazo de Su Paz
y Amor!. La plática conmovió a las personas, de manera positiva, y
tuvimos un vívido intercambio de opiniones sobre algunos de los temas.
Los Mensajes habían despertado interés. Gracias a un donativo, pudimos
darles el primer volumen gratis. Todos aceptaron, gustosamente, este
regalo y, algunos, además, compraron otros libros. También les dimos la
Oración de Consagración a los Dos Corazones.

Los participantes nos preguntaron si estábamos decepcionados por el
número tan reducido de asistentes. No, no lo estábamos, ya que la
aritmética de Dios es muy diferente a la nuestra.... Acaso no dijo: "Si
fuera necesario, entregaría Mi Vida, en cualquier momento y sin dudar,
para salvarlos". ¡Así de preciosa es cada persona para Él!.

El sábado celebramos la Fiesta de la Inmaculada Concepción. ¿No fue ese,
también, un maravilloso y gran hecho en la historia de la salvación de
Su Pueblo, aún cuando nadie era capaz de darse cuenta de ello?.
¡Podríamos decir que Dios empieza poco a poco y muy discretamente!.
¡Gracias al Señor por esta maravillosa experiencia!.

Mientras llegaba al final de este reporte, el Señor me dio el siguiente
Mensaje para Dresden:

 "Les doy Mi Paz. Que esta Paz los envuelva. No teman y no digan: "¿Qué
debemos hacer, Señor?". Les digo: "Oren incesantemente para santificar
su propia alma, y las de otros, oren con su corazón y hagan que el
demonio huya. Estén unidos a Mí, y nada ni nadie se interpondrá entre
ustedes y Yo; llegó el tiempo en el que ya no deben dudar; propaguen
viñas por todas partes donde puedan. No teman las tempestades que surgen
de cuando en cuando, Mi Sagrado Corazón es Su Refugio, así que vengan y
conságrense ustedes y sus familias, a Mi y al Inmaculado Corazón de Su
Madre. Yo, Jesús, tengo la intención de permanecer en su país y
santificarlo; por esto, les pido que consagren su país a Nuestros Dos
Corazones. Los bendigo a todos, desde lo más profundo de Mi Corazón". (7
de julio de 1992).

Bárbara Sierp-Karasch
Del equipo de Dresden con
Michéle Gericke y
Renate Meis



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