Enviado: Lunes,
28 de enero de 2002
Asunto: El Humo de Satanás
El Humo de
Satanás
El padre Gabriel Amorth es un respetado exorcista de Roam. A
continuación, se encuentra una entrevista que el Padre Amorth concedió
al periódico italiano 30 Días, en junio de 2001.
- PADRE AMORTH, POR FIN ESTÁ LISTA LA TRADUCCIÓN ITALIANA DEL NUEVO RITUAL PARA
LOS EXORCISTAS.
PADRE AMORTH: Sí, está lista. El año pasado la CEI (Conferencia
Episcopal Italiana) se negó a aprobarla porque había errores de
traducción del latín al italiano. Y los exorcistas, que tenemos que
utilizarla, aprovechamos para señalar, una vez más, que no estamos de
acuerdo con muchos puntos del nuevo Ritual. El texto latino sigue
siendo el mismo en esta traducción. Un Ritual tan esperado, al final, se
ha transformado en una farsa. Un increíble obstáculo que podría
impedirnos actuar contra el demonio.
- ES UNA ACUSACIÓN DURA. ¿A QUÉ SE REFIERE?.
AMORTH: Le doy sólo dos ejemplos, ambos increíbles. En el punto 15 se
habla de los maleficios y de cómo comportarse al enfrentarlos. El
maleficio es un mal causado a una persona recurriendo al diablo. Se
puede hacer de varias formas, como hechizos, maldiciones, mal de ojo,
vudú, macumba. El Ritual romano antiguo explicaba cómo había que
afrontar esto. El nuevo Ritual, en cambio, declara, categóricamente, que
está totalmente prohibido hacer exorcismos en estos casos. Absurdo. Los
maleficios son, por mucho, la causa más frecuente de posesiones y de
males causados por el demonio, por lo menos el 90 por ciento de los
casos.
Esto es como decirles a los exorcistas que dejen de llevar a cabo
exorcismos. El punto 16 declara, solemnemente, que no se deben de hacer
exorcismos si no se tiene la certeza de la presencia del diablo. Esto es
una obra maestra de incompetencia: la certeza de que el diablo está
presente en una persona, se tiene sólo haciendo el exorcismo. Más aún,
los redactores del Ritual no se dieron cuenta de que, en ambos puntos,
contradicen el Catecismo de la Iglesia Católica, que indica que hay que
hacer exorcismos, tanto en el caso de posesiones diabólicas, como en
los casos de males causados por el demonio. Y dice, además, que hay que
hacerlo tanto, sobre las personas, como sobre las cosas. Y en las cosas
nunca está presente el demonio, sólo su influencia. Las declaraciones
contenidas en el nuevo Ritual son gravísimas y muy perjudiciales, fruto
de la ignorancia e inexperiencia.
- ¿PERO NO LO HABÍAN PREPARADO EXPERTOS?
AMORTH: ¡En absoluto!. En estos diez años, dos comisiones han trabajado
en el Ritual: una compuesta por cardenales, que se ocupó de la
Prenotanda, es decir, las disposiciones iniciales, y otra que se ocupó
de las oraciones. Yo puedo afirmar, con certeza, que ninguno de los
miembros de las dos comisiones ha hecho nunca un exorcismo, ni ha
estado presente en exorcismos, ni tiene la menor idea de qué es un
exorcismo. Este es el error, el pecado original, de este Ritual.
Ninguno de los que colaboraron en él es un experto en exorcismos.
- ¿CÓMO ES POSIBLE?
AMORTH: No me lo pregunte a mí. Durante el Concilio Ecuménico Vaticano
II, en todas las comisiones había un grupo de expertos que ayudaban a
los obispos. Esta costumbre se ha mantenido después del Concilio, cada
vez que se han modificado partes del Ritual. Pero no fue así en este
caso. Y si había un tema en el que eran necesarios los expertos, era
éste.
- ¿Y QUÉ ES LO QUE HA PASADO?
AMORTH: Pues que los exorcistas nunca fuimos consultados. Y, además, las
comisiones han recibido con desdén las sugerencias que hemos dado. Todo
este asunto es perverso. ¿Quiere que le cuente lo que pasó?.
- POR SUPUESTO.
AMORTH: Como había pedido el Concilio Vaticano II, las diferentes partes
del Ritual romano fueron, paulatinamente, revisadas y modificadas. Los
exorcistas esperábamos que se tocara el título XII, es decir, el Ritual
del Exorcismo. Pero, aparentemente, éste no se consideraba un tema
relevante, dado que transcurrieron los años y no pasaba nada. Luego, de
repente, el 4 de junio de 1990, se publicó el Ritual provisional, de
prueba. Esto fue una verdadera sorpresa para nosotros, ya que no
habíamos sido consultados antes. Y, sin embargo, habíamos preparado toda
una serie de solicitudes, en vista de la revisión del Ritual. Entre
otras cosas, pedíamos que las oraciones se modificaran, introduciendo
invocaciones a la Virgen, las cuales no existían, y que se aumentaran el
número de oraciones específicamente dirigidas al exorcismo en sí. Pero
no se dio la oportunidad de hacer ningún tipo de contribución. Sin
embargo, no nos dimos por vencidos: después de todo, era por nosotros,
que el texto se había redactado. Y ya que en la carta de presentación
del entonces Prefecto de la Congregación para el Culto Divino, el
Cardenal Eduardo Martínez Somalo, les pedía a las conferencias
episcopales que le hicieran llegar, durante los dos años siguientes:
"consejos y sugerencias de los sacerdotes que lo habrían de
utilizar",
nos pusimos a trabajar. Reuní a dieciocho exorcistas, elegidos de entre
los más expertos del planeta. Examinamos, con gran atención, el texto.
Lo utilizamos.
Inmediatamente, elogiamos la primera parte, en la que se resumían los
fundamentos evangélicos del exorcismo. Esta parte es el aspecto
bíblico-teológico del tema, sobre el que no era aparente, incompetencia
alguna. Es una nueva sección, que no se encontraba en el Ritual de 1614,
compuesto bajo el pontificado de Pablo V: además, en aquella época, no
era necesario recordar estos principios, ya que todo el mundo los
conocía y aceptaba. Hoy, en cambio, es indispensable.
Pero cuando pasamos a examinar la parte práctica, que exige un
conocimiento especifico del tema, advertimos la total inexperiencia de
los redactores. Hicimos numerosas observaciones, artículo por artículo,
y se las hicimos llegar a todas las partes interesadas: Congregación
para el Culto Divino, Congregación para la Doctrina de la Fe, y las
conferencias episcopales. Una copia fue entregada directamente al Papa.
- ¿CÓMO FUERON RECIBIDAS SUS OBSERVACIONES?
AMORTH: Muy mal, y no consiguieron nada.. Nos habíamos inspirado en la
constitución dogmática Lumen gentium, en la que la Iglesia es descrita
como el "Pueblo de Dios". En el número 28, se habla de la
colaboración
de los sacerdotes con los obispos, y en el número 37, se dice, con
claridad, incluso refiriéndose a los laicos, que "debido al
conocimiento, competencia y preeminencia que poseen, tienen la facultad,
más aún, a veces el deber, de exponer su opinión acerca de los asuntos
concernientes al bien de la Iglesia". Esto es exactamente lo que
hicimos. Pero fuimos demasiado ingenuos, al pensar que las disposiciones
del Vaticano II habían llegado a las Congregaciones Romanas. En cambio,
chocamos con un muro de rechazo y de escarnio. El Secretario de la
Congregación para el Culto Divino presentó un informe, a la Comisión de
Cardenales, en la que decía que aquellos que lo habían contactado, eran
obispos, y no los sacerdotes y exorcistas. Y respecto a nuestro humilde
intento de ofrecer ayuda como expertos, añadía, textualmente: "También
se debe de notar el hecho de que un grupo de exorcistas y demonólogos,
los cuales, posteriormente, crearon una Asociación internacional,
estaban orquestando una campaña contra el rito". Una acusación
indecente: ¡nosotros nunca hemos orquestado una campaña!. El Ritual iba
dirigido a nosotros, y, sin embargo, las comisiones no habían convocado
a ninguna persona competente. Por esto, era más que lógico que
tratáramos de dar nuestra opinión.
- ENTONCES, ¿QUIERE ESO DECIR QUE EL NUEVO RITUAL ES INUTILIZABLE EN SU
LUCHA CONTRA EL DEMONIO?.
AMORTH: Sí. Querían darnos un arma sin filo. Se han eliminado las
oraciones eficaces, oraciones que tenían doce siglos de existencia
fueron substituidas por nuevas oraciones ineficaces. Pero, por suerte,
en el último momento, nos dieron un salvavidas.
- ¿CUÁL?.
AMORTH: El nuevo Prefecto de la Congregación para el Culto Divino, el
Cardenal Jorge Medina, añadió una Notificación, al Ritual, en la que se
especifica que los exorcistas no están obligados a usar este Ritual, y
que, si así lo desean, pueden pedir la autorización de sus obispos, para
seguir usando el antiguo Ritual. Los obispos, a su vea, deben pedir
autorización a la Congregación, la cual, como escribe el Cardenal, "la
concede gustosamente".
- ¿LA CONCEDE GUSTOSAMENTE?. ESA ES UNA CONCESIÓN MUY RARA.
AMORTH: ¿Quiere saber de donde proviene?. De un intento del Cardenal
Joseph Ratzinger, Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe,
y del propio Cardenal Medina, para introducir, en el Ritual, un artículo
-entonces era el artículo 38- por el que se autorizaba a los exorcistas
a usar el Ritual anterior. Indudablemente, era una maniobra extrema para
defendernos de los grandes errores contenidos en el Ritual definitivo.
Pero el intento de los dos cardenales no tuvieron éxito. El Cardenal
Medina, que había comprendido lo que estaba en riesgo, decidió darnos
esta tabla de salvación, añadiendo una Notificación por separado.
- ¿CÓMO SON VISTOS USTEDES, LOS EXORCISTAS, DENTRO DE LA IGLESIA?.
AMORTH: Somos muy mal tratados. Nuestros hermanos sacerdotes, a cargo de
esta delicadísima tarea, son vistos como locos, como fanáticos. Por lo
general, ni siquiera son tolerados por los mismos obispos que los
nombraron.
- ¿CUÁL HA SIDO EL HECHO MÁS LLAMATIVO DE ESTA HOSTILIDAD?.
AMORTH: Celebramos un convenio internacional de exorcistas, cerca de
Roma, y pedimos que el Papa nos recibiera. Para no presionarlo, y evitar
añadir otra audiencia a las muchas que ya tiene, simplemente, pedimos
que se nos recibiera en audiencia pública, la del miércoles en la Plaza
de San Pedro. Ni siquiera pedimos que nos nombrara en sus saludos
personales. Hicimos la petición, en la manera en que lo ordenan los
cánones, como recordará, perfectamente, Monseñor Paolo De Nicolo, de la
Prefectura de la Casa Pontificia, quien recibió de buena gana nuestra
petición. Sin embargo, el día antes de la audiencia, el propio Monseñor
Nicolo nos dijo -con pena, esa es la verdad, por lo que estaba claro
que la decisión no la había tomado él- que no asistiéramos a la
audiencia, y que no habíamos sido admitidos. ¡Increíble: 150 exorcistas
procedentes de los cinco continentes, sacerdotes nombrados por sus
obispos de conformidad con las normas del derecho canónico, que exigen
sacerdotes de oración, de ciencia y de buena reputación -es decir, de
alguna forma, la flor y nata del clero, sacerdotes que piden participar
en una audiencia pública del Papa y se les echa a patadas!. Monseñor
Nicolo me dijo: "Le prometo que, inmediatamente, le enviaré una carta
explicando la situación". Han pasado cinco años y, todavía, estoy
esperando esa carta. Desde luego, no fue Juan Pablo II quien nos
excluyó. Pero el hecho de que a 150 sacerdotes se les prohíba participar
en una audiencia pública del Papa en la Plaza de San Pedro, explica la
clase de obstáculos a los que se enfrentan los exorcistas, aún dentro de
su propia Iglesia, y hasta que punto, son mal vistos por un gran número
de autoridades eclesiásticas.
- USTED COMBATE, DIARIAMENTE, CON EL DEMONIO. ¿CUÁL ES EL MAYOR ÉXITO DE
SATANÁS?.
AMORTH: Que consigue hacer creer que no existe. Y casi lo ha conseguido.
Incluso dentro de la Iglesia. Tenemos un clero y un episcopado que han
dejado de creer en el demonio, en los exorcismos, en los males
extraordinarios que puede causar el diablo, y ni siquiera en el poder,
que nos ha dado Jesús, de expulsar a los demonios. Desde hace tres
siglos, la Iglesia Latina -al contrario de la Ortodoxa y de varias
denominaciones Protestantes- ha abandonado casi, completamente, el
ministerio del exorcismo. Al no practicar los exorcismos, al no
estudiarlos y no haberlos visto nunca, el clero ya no cree en ellos.
Pero, ni siquiera, cree en el diablo. Tenemos episcopados enteros que
se muestran hostiles a los exorcismos. Hay países en los que no existe
ni siquiera un solo exorcista, como Alemania, Suiza, España y Portugal.
Una carencia aterradora.
- NO MENCIONÓ A FRANCIA. ¿ALLÍ LA SITUACIÓN ES DIFERENTE?.
AMORTH: Hay un libro escrito por el más conocido exorcista francés,
Isidoro Froc, titulado Los Exorcistas, quiénes son y qué hacen. Este
libro, traducido, al italiano, a petición de la Conferencia Episcopal
francesa. En ninguna parte del libro se dice que los exorcistas, en
algunos casos, hacen exorcismos. El autor ha declarado, repetidamente,
a la televisión francesa que nunca ha hecho exorcismos y que nunca los
hará. De un centenar de exorcistas franceses, sólo cinco creen en el
demonio y hacen exorcismos. El resto mandan al psiquiatra a la gente que
se dirige a ellos. Y los obispos son las primeras víctimas de esta
situación de la Iglesia Católica, en la que la creencia en la existencia
del demonio está en proceso de desaparecer.
Antes de que saliera este nuevo Ritual, el Episcopado alemán escribió
una carta, al Cardenal Ratzinger, en la que afirmaba que no era
necesario hacer un nuevo Ritual, porque los exorcismos ya no deben de
ser practicados.
- ¿SON LOS OBISPOS QUIENES TIENEN QUE NOMBRAR A LOS EXORCISTAS?.
AMORTH: Sí. Cuando un sacerdote es nombrado obispo, se encuentra con un
artículo del Código de Derecho Canónico, que le autoriza, completamente,
a nombrar exorcistas. Lo mínimo que se le puede pedir a un obispo es que
haya asistido, por lo menos, a un exorcismo, dado que debe tomar una
decisión tan importante. Por desgracia, esto no ocurre casi nunca. Pero
si a un obispo recibe una petición seria de exorcismo -es decir, no
hecha por alguien enajenado- y no actúa en consecuencia, comete pecado
mortal. Será responsable de todos los terribles sufrimientos de esa
persona, que a veces duran años o toda una vida, cuando podría haberlos
evitado.
- ¿ESTÁ DICIENDO QUE LA MAYOR PARTE DE LOS OBISPOS DE LA IGLESIA
CATÓLICA ESTÁN EN PECADO MORTAL?
AMORTH: Cuando era niño, mi viejo párroco me enseñaba que hay ocho
sacramentos: el octavo es la ignorancia. El octavo sacramento salva a
más gente que los otro siete juntos. Para cometer pecado mortal, debe
haber una causa seria, pero también, es necesario el pleno conocimiento
y el consentimiento deliberado . Esta omisión de ayuda por parte de
muchos obispos es una causa seria. Pero estos obispos son ignorantes: no
hay, pues, pleno conocimiento, ni consentimiento deliberado.
- ¿PERO SI UNO NO CREE EN LA EXISTENCIA DE SATANÁS, LA FE SIGUE
INTACTA, ES DECIR, SIGUE SIENDO FE CATÓLICA?.
AMORTH: No. Le voy a contar una historia. Cuando conocí al Padre
Pellegrino Ernetti, un célebre exorcista, que ejerció durante cuarenta
años en Venecia, le dije: "Si pudiera hablar con el Papa, le diría que
encuentro demasiados obispos que no creen en el demonio". La tarde
siguiente, el Padre Ernetti vino a decirme que aquella mañana le había
recibido Juan Pablo II. "Su Santidad", le había dicho, "hay,
aquí en
Roma, un exorcista, el Padre Amorth, que si pudiera hablar con usted le
diría que encuentra demasiados obispos que no creen en el demonio". El
Papa le respondió brevemente: "Aquel que no cree en el demonio, no cree
en el Evangelio". Esta es la respuesta que dio él y que yo repito.
- EXPLÍQUEME, POR FAVOR. ¿ESTO SIGNIFICA QUE HAY MUCHOS OBISPOS Y
SACERDOTES QUE YA NO SON CATÓLICOS?.
AMORTH: Digamos que no creen en una verdad evangélica. Así que,
probablemente, los acusaría de estar propagando una herejía. Pero seamos
claros: alguien es formalmente hereje, si se le acusa de cometer un
error, y persiste en él. Pero, debido a la situación que existe en la
Iglesia, hoy en día, nadie, jamás, acusaría a ningún obispo de no creer
en el diablo, ni en las posesiones demoníacas, ni de no nombrar
exorcistas porque no cree en estas cosas. Podría mencionar un gran
número de obispos y cardenales, que en cuanto fueron nombrados para una
diócesis, lo primero que hicieron fue quitarles a todos los exorcistas
la facultad de ejercer. O bien, obispos que afirman, abiertamente: "Yo
no creo en eso. Son cosas del pasado". ¿Por qué pasa esto?. Porque, por
desgracia, ha habido una perniciosa influencia de ciertos estudiosos de
la Biblia, y podría darle los nombres de mucha gente muy conocida.
Nosotros que, diariamente, estamos en contacto con el mundo del más
allá, sabemos que esta influencia ha afectado muchas reformas
litúrgicas.
- ¿POR EJEMPLO?.
AMORTH: El Concilio Vaticano II habla pedido que se revisaran algunos
textos. Esta orden fue desobedecida, ya que había un deseo de rehacerlos
completamente, sin pensar que se podían empeorar las cosas, en vez de
mejorarlas. Muchos ritos se han empeorado por esa manía de querer
deshacerse de todo lo pasado, para rehacerlo de nuevo, como si la
Iglesia, hasta el día de hoy, lo único que hubiera hecho es engañarnos y
mentirnos, y como si sólo hasta ahora, tuviera grandes genios, super
teólogos, super estudiosos de la Biblia, super liturgos, que saben darle
a la Iglesia lo que es bueno. Esto es una mentira: el último Concilio,
simplemente, pidió que se revisaran los textos, no que se destruyeran.
El Ritual Exorcista, por ejemplo, debía de ser revisado, no escrito
nuevamente. En él, había oraciones que se han usado durante doce siglos.
Antes de eliminar oraciones tan antiguas, que han resultado muy
eficaces, había que pensarlo con cuidado. ¡Pero no!. Todos los
exorcistas hemos utilizado las oraciones del Ritual de prueba, y nos
hemos dado cuenta de que son absolutamente ineficaces. Pero también el
rito del bautismo de los niños ha sido arruinado. Fue renovado, de tal
forma, que el exorcismo contra Satanás, ha sido casi eliminado. El
bautismo siempre tuvo enorme importancia para la Iglesia, hasta el punto
que se le llamaba exorcismo menor. Paulo VI protestó, públicamente,
contra ese nuevo rito.
Encontramos este misma degeneración del rito, en el nuevo bendicionario.
He leído, minuciosamente, las 1200 páginas del mismo. ¡Pues bien, se han
eliminado, sistemáticamente, todas y cada una de las referencias al
hecho que el Señor nos protege contra Satanás, y que los ángeles nos
protegen de los ataques del demonio. Todas las oraciones para la
bendición de las casas y las escuelas han sido eliminadas. Todo debe ser
bendecido y protegido, pero, hoy, ya no hay ninguna protección contra el
demonio. Ya no existe ninguna defensa, ni oraciones contra él. El propio
Jesús nos enseñó una oración de liberación en el Padre Nuestro:
"Líbranos del Maligno. Líbranos de la persona de Satanás". Esta
oración
fue traducida mal, y hoy la gente ora, diciendo: "Líbranos del Mal".
Se
habla de un mal general, cuyo origen, en el fondo, no se conoce. Sin
embargo, el mal contra el que nuestro Señor Jesucristo nos enseño a
luchar, es una persona concreta: Satanás.
- DESDE SU POSICIÓN PRIVILEGIADA PARA OBSERVAR LAS COSAS: ¿TIENE LA
IMPRESIÓN DE QUE EL SATANISMO SE ESTÁ DIFUNDIENDO?.
AMORTH: Sí, enormemente. Cuando disminuye la fe, aumenta la
superstición. En el lenguaje bíblico, puedo decir que la gente está
abandonando a Dios, y entregándose al ocultismo. La terrible
desaparición de la fe en toda la Europa Católica, hace que la gente se
ponga en manos de hechiceros y adivinos, y así, las sectas satánicas
prosperan. Se hace fuerte propaganda del culto al demonio, a las masas,
mediante el rock satánico, y personajes como Marilyn Manson. Los niños
también están siendo atacados: hay revistas e historietas que enseñan la
hechicería y el satanismo.
Las sesiones de espiritismo, en las que se evocan a los muertos para
conseguir respuestas, están muy difundidas. Ahora se enseña a efectuar
sesiones de espiritismo a través de computadoras, teléfonos,
televisores, y video grabadoras, pero sobre todo, con la escritura
automática. Ya ni siquiera se necesita un medium: es un espiritismo que
cada quien puede hacer por sí mismo. De acuerdo con las encuestas, el 37
por ciento de los estudiantes han hecho, por lo menos una vez, el juego
de las letras y el vaso, una verdadera sesión de espiritismo. En una
escuela a la que me invitaron a hablar, los chicos me dijeron que
jugaban este juego durante la clase de religión, ante los ojos
complacidos del maestro.
- ¿Y ESTO FUNCIONA?.
AMORTH: No existe diferencia entre magia blanca y magia negra. Cuando la
magia funciona, siempre es obra del demonio. Todas las formas de
ocultismo, como esta huida hacia las religiones de Oriente, con sus
sugestiones esotéricas, son puertas abiertas para el demonio. Y el
diablo entra. Inmediatamente.
En el caso de la monja que fue asesinada, en Chiavenna, y el caso de
Erika y Omar, los dos adolescentes de Novi Ligure, que mataron a la mamá
y al hermano pequeño de Erika, no dudé, en afirmar, que la intervención
diabólica formó parte de esto, porque esos chicos practicaban el
satanismo. La policía descubrió, que en ambos casos, los chicos seguían
a Satanás, y tenían libros satánicos.
- ¿QUÉ HACE EL DEMONIO PARA SEDUCIR AL HOMBRE?.
AMORTH: Su estrategia es siempre la misma. Ya se lo he dicho, y él lo
reconoce. Hace creer que el infierno no existe, que el pecado no existe,
y que él es solamente una experiencia más que hay que vivir.
Concupiscencia, éxito y poder, son las tres grandes pasiones en las que
Satanás se fía.
- ¿CUÁNTOS CASOS DE POSESIÓN DEMONÍACA HA ENCONTRADO?.
AMORTH: No más de cien. Ya dejé de contarlos.
- ¿CIEN? ES UN NÚMERO MUY ALTO. EN SU LIBRO, USTED DICE QUE LOS CASOS DE
POSESIÓN SON RAROS.
AMORTH: Y lo son, realmente. Muchos exorcistas han encontrado sólo casos
de males diabólicos. Pero yo heredé la "clientela" de un conocido
exorcista, el Padre Cándido, y, por consiguiente, los casos que aún no
había resuelto. Además, los otros exorcistas me mandan a mí los casos
más resistentes.
- ¿CUÁL HA SIDO EL CASO MÁS DIFÍCIL QUE HA TENIDO QUE AFRONTAR?.
AMORTH: Es el que estoy tratando ahora, desde hace dos años. Es la misma
chica que fue bendecida -no fue un exorcismo verdadero- por el Papa, en
octubre, en el Vaticano, y que tanto dio que hablar en los periódicos.
Ella es golpeada las veinticuatro horas del día, y es víctima de
tormentos inimaginables. Ni los médicos, ni los psiquiatras, consiguen
entender lo qué pasa. Ella está completamente lúcida, y es muy
inteligente. Es un caso realmente triste.
- ¿CÓMO ES QUE UNO SE CONVIERTE EN VÍCTIMA DEL DEMONIO?.
AMORTH: Uno puede ser objeto de los ataques del demonio, en cuatro
casos. Bien porque esto es una bendición para la persona (como en el
caso de muchos santos), bien por la persistencia irreversible, en el
pecado, bien por una maldición que alguien hace invocando el nombre del
demonio, o bien, cuando uno se dedica a practicar el ocultismo.
- DURANTE EL EXORCISMO DE LOS POSEÍDOS, ¿QUÉ TIPO DE FENÓMENOS OCURREN?.
AMORTH: Recuerdo un campesino analfabeto que, durante el exorcismo, me
hablaba sólo en inglés, por lo que yo necesitaba un intérprete. Hay
quien demuestra una fuerza sobrehumana, quien se eleva, totalmente, del
suelo, siendo imposible, aún para varias personas, mantenerlo sentado en
la silla. Pero hablamos de presencia demoníaca, sólo por el contexto en
que se desarrollan estos fenómenos.
- ¿ALGUNA VEZ LO HA LASTIMADO EL DEMONIO?.
AMORTH: Cuando el Cardenal Poletti me pidió que me dedicara al
exorcismo, me encomendé a la Virgen: "Envuélveme en Tu Manto, y yo
estaré seguro". El demonio me ha amenazado, muchas veces, pero nunca me
ha hecho daño.
- ¿NUNCA SIENTE MIEDO DEL DEMONIO?.
AMORTH: ¿Yo miedo de ese animal?. Es él quien tiene que tener miedo de
mí: yo actúo en nombre del Señor del mundo, mientras que él, es sólo el
simio de Dios.
- PADRE AMORTH, EL SATANISMO SE DIFUNDE CADA VEZ MÁS. EN REALIDAD, EL
NUEVO RITUAL HACE DIFÍCIL LA PRÁCTICA DE LOS EXORCISMOS. A LOS
EXORCISTAS SE LES IMPIDE QUE PARTICIPEN EN UNA AUDIENCIA CON EL PAPA EN
LA PLAZA DE SAN PEDRO. DÍGAME, SINCERAMENTE: ¿QUÉ ES LO QUE ESTÁ
PASANDO?.
AMORTH: El humo de Satanás ha entrado a todas partes. ¡A todas partes!.
Quizá fuimos excluidos de la audiencia del Papa, porque tenían miedo de
que tantos exorcistas consiguieran expulsar a las legiones de demonios
que se han instalado en el Vaticano.
- ESTÁ BROMEANDO, ¿VERDAD?.
AMORTH: Le podrá parecer una broma, pero yo creo que es verdad. No tengo
ninguna duda de que el demonio tienta, sobre todo, a las autoridades de
la Iglesia, así como a cualquier otra autoridad, en la política y la
industria.
- ¿ESTÁ DICIENDO, ENTONCES, QUE EN ÉSTA, COMO EN TODAS LAS GUERRAS,
SATANÁS QUIERE CONQUISTAR LOS ALTOS MANDOS, PARA TOMAR PRISIONEROS A LOS
GENERALES DEL ADVERSARIO?.
AMORTH: Es una estrategia victoriosa. Siempre se intenta ponerla en
práctica. Sobre todo cuando las defensas del adversario son débiles.
Satanás también lo intenta. Pero, gracias al Cielo, es el Espíritu Santo
Quien dirige a la Iglesia: "Las puertas del infierno no
prevalecerán". A
pesar de las defecciones, y a pesar de las traiciones, que no deben
causar asombro. El primer traidor fue uno de los apóstoles más cercanos
a Jesús: Judas Iscariote.
Pero, a pesar de esto, la Iglesia sigue su camino. El Espíritu Santo la
mantiene, y por lo tanto, los ataques de Satanás sólo pueden ser
parcialmente exitosos. Naturalmente, el demonio puede ganar batallas,
incluso batallas importantes. Pero nunca ganará la guerra.
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