Sent: Wednesday, September 24, 2003 4:33 AM
Subject: Extraordinario Retiro de la VVeD en Alemania
Recientemente, se llevó a cabo, un Retiro de la
VVeD en Buhl, Alemania.
A continuación se encuentran dos
testimonios respecto a un suceso extraordinario, ocurrido al final del Retiro.
El Padre John Abberton, guía espiritual de la VVeD en Inglaterra, comenta lo
siguiente:
"Parece ser un pequeño Milagro Eucarístico y, por
lo tanto, debe ser reconocido. Más aún, tuvo lugar en un día muy importante, en
el que hubo una bella enseñanza acerca de la Verdadera Presencia, parece que
Jesús nos estaba dando una confirmación de lo que estábamos
diciendo.
Parece extraño, pero yo les creo y por lo mismo,
tengo que aceptar que fue una señal genuina. No ocasionó ningún sensacionalismo
y ellas no insistieron en decirle a nadie. Lo manejaron con gran cuidado y
humildad. Esto es siempre una buena señal".
Testimonio sobre un
Milagro Eucarístico experimentado durante la Misa, el jueves 11 de septiembre de
2003
Este milagro ocurrió durante la Santa Misa, la última mañana
de nuestro Retiro de la VVeD, en Buhl, cerca de Baden-Baden, en Alemania, del 5
al 11 de septiembre de 2003. Esta Misa fue también en acción de gracias por
todas las cosas maravillosas (regalos, bendiciones y gracias) que recibimos
durante el Retiro. También por las grandes enseñanzas que recibimos ahí.
La Santa Misa fue celebrada por seis sacerdotes, y
recibimos la Sagrada Comunión, en Ambas Especies, de manos del Padre Gerhard.
Tan pronto como recibí la Sagrada Comunión, mientras caminaba de regreso a mi
asiento, me di cuenta que la Hostia era diferente. Se volvió más grande en mi
boca y empecé a masticarla. (Nunca mastico la Sagrada Hostia, ya que,
normalmente, se disuelve en mi boca) y Le dije a Jesús: "¡Sí, mi Señor! ¡Tu
Cuerpo y Tu Sangre! Muchas gracias. ¡Verdaderamente es Tu
Carne!".
Luego, canté junto con los demás, y de pronto, Neasa
Murray, de Irlanda, que estaba sentada junto a mí, me tocó y me mostró su
lengua. ¡Aunque ya había pasado un rato desde que habíamos recibido la Sagrada
Comunión, vi un pedazo de carne y comprendí que era la Sagrada Comunión! Estaba
sorprendida y murmuré: "La Carne".
Fue fácil para mí reconocer la
"Carne", ya que no era blanca como, normalmente, es la Hostia, sino un verdadero
pedazo de carne.
Más tarde, cuando Neasa y yo estábamos dando el
testimonio al Padre Abberton y al Padre Gerhard Wenzel, ambos nos creyeron y nos
dijeron que fue una señal de la Santa Presencia del Señor, durante el Retiro, y
bendiciones especiales para nosotras. El Padre Gerhard preguntó si la Hostia era
blanca y le contesté que no. ¡Sólo era un pequeño pedazo de carne, no roja como
la lengua de Neasa, sino de color rosado más brillante, un color diferente de su
lengua y muy visible!
Estoy muy agradecida con el Señor por todas
Sus bendiciones y por mostrarnos Su Amor durante este Retiro, el cual fue el
mejor y más conmovedor al que jamás he asistido en mi
vida.
Marija-Dragica Vukic
Borongaj Aero 9
B
Zagreb, Croatia
e-mail: m-d.cro@inet.hr
Segundo Testimonio
A las 7 de la mañana, del jueves 11 de septiembre
de 2003, el último día de nuestro Retiro en el Hotel Sands, Buhl, Alemania, (del
5 al 11 de septiembre de 2003), la Santa Misa fue celebrada por seis sacerdotes.
Recibí la Sagrada Comunión como siempre. El sacerdote me dio la Sagrada Comunión
del Cáliz que sostenía otro sacerdote parado junto a él, y la mojó en el Cáliz
con la Preciosa Sangre, que él mismo sostenía. Después de recibir la Sagrada
Comunión, regresé y me arrodillé en mi lugar, junto a Marija-Dragica Vukic, de
Croacia.
Repentinamente, me di cuenta que esta Sagrada Comunión
era diferente. Generalmente, se fija inmediatamente en mi paladar (yo tengo
dentadura postiza) y la sostengo ahí con mi lengua, tanto como sea posible,
hasta que se despega sola y la consumo. Siempre agradezco que la Hermana
Seraphim me enseño a sostener la Comunión de esta manera.
Esta
Sagrada Comunión la sentí como si se hubiera rodado en mi lengua cuando me la
dieron. La sentía grande y cuando suavemente la presioné contra la parte alta de
mi paladar, la sentí como esponjada y no se pegó. Como no podía verla y no la
quería tocar, me volteé y me incliné hacia Marija, que estaba junto a mí y le
mostré la Sagrada Comunión en mi lengua. Ya que no se desintegraba, podía
sostenerla en mi lengua todo el tiempo que yo quería.
Cuando
comprendí que esta Sagrada Comunión en mi lengua era, en realidad, la Carne Viva
y la Sangre de Jesús, empecé a llorar y lloré de alegría, durante mucho tiempo
después de que todos salieron de la capilla.
Marija me dijo que
ella también sintió que su Sagrada Comunión fue igual. Dijo que la Sagrada
Comunión en mi lengua se veía como carne, de un color ligeramente distinto a mi
lengua.
El día anterior, el Hermano Thomas Paul nos dijo que,
cuando recibimos la Unción, grandes cosas suceden. ¡Que más grande prueba que
esto! Fue significativo el que esto sucediera en jueves, el día en que Jesús
instituyó y nos dio la Sagrada Eucaristía.
Este fue el Retiro más
espiritual y conmovedor al que he asistido en toda mi vida. Marija y yo fuimos
tan bendecidas y privilegiadas en experimentar el Amor de Dios por nosotras, de
esta manera especial. ¡Que Dios sea siempre Alabado! Este día también fue el
aniversario del 11 de septiembre y mi 47° Aniversario de Bodas.
Neasa Murray
Clontarf, Dublin
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