Este testimonio fue recibido
en junio de 2003.
Queridos
hermanos y hermanas en Cristo:
Quisiera compartir con
ustedes una experiencia personal que tuve, un acontecimiento singular en mi
vida, lo llamaría el principio de una conversión de corazón.
Algo breve
referente a mí. Soy Católico de toda la vida y aunque asistía con regularidad a
la Iglesia, durante los últimos años, lentamente, me fui distanciando de mi
relación con Jesús. Básicamente, nunca perdí la fe, pero dejé de poner a Jesús
como el primero en mi vida y así me distancié más y más de Dios y Sus
caminos.
El año pasado, en un punto muy bajo en mi vida, me topé con los
Mensajes de la Verdadera Vida en Dios. Un día, un amigo, quien estaba trabajando
en la misma industria que yo, me dio a mí y a otros una dirección en Internet
del sitio Web de la VVeD. Después
de cierta investigación empecé a leer los Mensajes, sólo porque, en ese momento,
no tenía nada qué hacer. Y también, porque algunos días antes de esto, leí “por
casualidad” (por supuesto, ahora creo que todo fue por la Gracia de Dios) la
historia de Garabandal. Me pareció muy interesante que los Mensajes de la VVeD
confirmaran estas apariciones, así que esto me mantuvo interesado en los
Mensajes, aunque, al principio, en un nivel más superficial. Y así, al
principio, debo admitir que interpreté muchos de los Mensajes de la VVeD de una
manera más bien externa, una manera no espiritual, de una manera
sensacionalista. Pero después de lo que yo creo fue el “Día de Purificación”,
lentamente, fui capaz de comprender los Mensajes, los cuales no son
sensacionalistas, sino totalmente espirituales.
En relación con mi
purificación, lo que Jesús llama en los Mensajes de la VVeD: “la Visitación” o
“el Día del Señor”, por el cual creo que ya pasé. Aunque no estoy 100% seguro de
que este haya sido mi “Día de Purificación”, definitivamente, no puedo negar lo que sucedió y por lo que
yo, vívidamente,
atravesé.
Incluso más aún, después de leer
recientemente el último Volumen de la VVeD (12) y, específicamente, el Mensaje
del 30.9.02, en particular, las siguientes Palabras de Jesús:
“la purificación ya ha comenzado y algunos
de ustedes ya fueron visitados por Mí; ¿han olvidado sus palabras en su temor,
cuando exclamaron en agonía: ¡He sido arrebatado en Tu Fuego, Señor!, finalmente
admitiendo su culpa, con gemidos de arrepentimiento?”.
En ese
instante, después de leer esta frase, recordé el tiempo de mi Purificación y
cuán parecido era a como Jesús lo había descrito. Al principio, estaba reacio a
compartir esto con otros, pero después de leer este Mensaje, me sentí
fuertemente motivado a compartir mi experiencia. Así es cómo recuerdo que
sucedió:
Me desperté, repentinamente, en
medio de la noche, diría que me despertaron algunos destellos de relámpagos,
pero no destellos exteriores, más bien, interiores. Es difícil explicar esto con
palabras, pero lo que esto hizo fue ponerme en estado de alerta. Estaba
completamente despierto, con mis ojos bien abiertos, muy alarmado; estaba
consciente del estado de mi mente y tenía plena conciencia. Sentía que esto era
muy diferente (extraño) y en ese momento, un temor me acogió, inundó todo mi
ser, a un nivel tan intenso como jamás lo había experimentado antes en mi vida.
La experiencia total duró quizás alrededor de 3 segundos. El primer segundo
pensé que esto podría ser sólo un sueño y que se terminaría, pero, enseguida, me
di cuenta, al estar completamente despierto, que el “fuego” (esta es la mejor
manera en que puedo describirlo) continuaba vivo. Era un fuego/miedo continuo,
comparable quizás con el momento en que alguien, inesperadamente, camina detrás
de ti y realmente te asusta. Esto era algo muy similar, pero más intenso y
continuo, sin interrupciones.
Entonces, mientras todavía
estaba en este estado profundo, recordé haber leído sobre esta próxima
purificación, en uno de los Mensajes de la VVeD. Estiré mi mano queriendo llamar
la atención de mi familia, diciéndoles: “ESTE ES EL MOMENTO”, o algo parecido,
pero en ese mismo momento, el fuego instantáneamente se apagó, tal y como si
alguien apagara un interruptor, y yo regresé a mi estado normal, diría, a mi
conciencia normal. Entonces, me volví a dormir. Recuerdo que estaba muy contento
y aliviado de que todo había terminado. De hecho, no tuve ningún problema para
dormir esa noche.
Luego, durante los días
siguientes, o quizás una semana o dos, empecé a recordar algunos momentos o
situaciones de mi pasado y sentí un gran remordimiento por ellos, incluso cosas
que ocurrieron quizás hace más de una década o incluso más, cosas que ni
siquiera hubiera pensado que fueran pecados, pero sentí un fuerte remordimiento
por ellas. Asimismo, sentí un gran remordimiento por cosas insignificantes que
hacía en esa época, las cuales antes no hubiera considerado ni siquiera como
pecados. También en esa misma semana, después de mi purificación, recuerdo haber
llorado, pero ya que no sabía que esto era por mi purificación, no comprendí por
qué, pero recuerdo que me sentía verdaderamente arrepentido. Pronto, después de
esto, sentí una urgencia de ir a la confesión y eso hice.
Más adelante, tuve una
segunda purificación similar. No recuerdo cuándo, exactamente, pero también fue
de noche, de la misma manera que antes. Me desperté, estando conciente de un
fuego dentro de mí, pero ahora, sólo por un tiempo más corto, tal vez menos de
un segundo. Ahora que lo pienso, recuerdo haber orado a Dios (después de mi
primera “purificación”) pidiéndole que por favor me permitiera experimentar este
fuego de nuevo. En cierta forma, yo también quería una confirmación, para mí
mismo, de que la primera experiencia que tuve fue real, y no sólo un sueño, y
así, mi oración fue escuchada.
Desde que esto ocurrió, he
tenido una sed muy grande por la Palabra de Dios y por los Mensajes de la VVeD,
una sed que parece inextinguible. Ya he leído todos los Mensajes de la VVeD,
varias veces, y ahora estoy leyendo toda la Biblia, de principio a fin. Los
Mensajes de la VVeD satisfacen más esta sed, pero siento que aunque los lea diez
veces, no sería suficiente.
Aparte de esto, mi vida no ha cambiado,
exteriormente hablando, aunque mis pasiones del pasado, sobre cosas terrenales y
carnales han disminuido de manera dramática. Asisto a Misa, como siempre cada
domingo, pero ahora, recibo la Eucaristía en cada Misa, en vez de sólo durante
algunas semanas después de la Pascua o Navidad, como lo acostumbraba a hacer.
Además, ahora me siento más dispuesto a confesarme, y lo hago cada mes, en lugar
de ser reacio y acudir sólo dos veces al año, como lo hacía antes. Ahora rezo,
diariamente, el Rosario lo cual no hacía antes. También estoy aprendiendo a orar
incesantemente y recientemente, he empezado a evangelizar en mi comunidad al
compartir con otros los Mensajes de la VVeD. Y aunque todavía peco, parece que
ahora estoy más consciente de mis pecados y también estoy, sinceramente,
tratando lo más que puedo en cada momento de seguir los Mandamientos de Amor de
Dios.
Ah, otra experiencia que fue poco común, y que sucedió después de
mi purificación. Fue cuando estaba orando. Ya que no oraba mucho antes de mi
purificación, por lo menos, no con mi corazón, me fue muy difícil orar y
expresarme, pero una noche mientras estaba orando, buscando las palabras
correctas, escuché una voz interior que me conducía en la oración. Esto sólo me
ha sucedido una vez, y no se ha vuelto a repetir.
Es extraño, pero
algunas veces deseo y oro que este fuego vuelva, nuevamente, a mí, para poder
experimentarlo una vez más. Digo que este deseo es extraño, ya que fue una
experiencia un tanto aterradora para mí y algo, que lógicamente hablando, uno no
quisiera volver a pasar.
Por favor, oren por mí para que yo pueda
mantenerme firme, por la Gracia de Dios, en el camino de la
conversión.
Que Dios los bendiga y los
proteja siempre.
Siempre en el Sagrado Corazón de
Jesús y en el Inmaculado Corazón de María.
Con Amor y
Humildad,
Hyakinthos
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