Viaje de Vassula a Toronto

6 de abril de 2003

Finalmente, el día amaneció. El sol brillaba resplandeciente y hermoso sobre Toronto, después de dos semanas de nieve, aire helado y días nublados; era como si el Señor quisiera que este día brillara. Uno no podía evitar irrumpir en canto:

“Este es el día, que el Señor ha hecho,

Nos regocijaremos, y estaremos felices en él”.

Y ciertamente, nos regocijamos. Esa mañana, del 6 de abril de 2003, los 17 miembros de nuestro Grupo de Oración de la VVeD de Toronto, entramos en acción como castores ansiosos, teniendo listo el auditorio, organizando los detalles de último momento y decorando el lugar para nuestra visita especial.

La tarde empezó con muchas personas asistiendo a la mesa de libros de la VVeD y demás material, incluyendo música y oraciones. El evento fue especialmente bendecido con la presencia del Obispo Pearce Lacey, quien tuvo la amabilidad de estar con nosotros y más tarde, incluso, se reunió con nuestra invitada especial.

Exactamente a las 2:40 P.M., directamente desde el aeropuerto, entró Vassula Rydén, en persona, aquella a quien el Señor llama el Sol de la Rectitud, la portadora de la Luz, Su Tableta Viviente, Su Eco. ¡Que bendecidos fuimos! La multitud, aproximadamente de 700 personas, le dieron un muy caluroso aplauso y se sentaron ordenada y rápidamente, jubilosos de tenerla entre nosotros.

Después de haber sido bienvenida en el escenario, por varios miembros de la VVeD y sin más preámbulos, Vassula sonriendo con deleite, entró de lleno en su presentación, hablando de varios temas. Presentó a Dimitrios Papalamprou, quien cantó y tocó la guitarra durante su presentación, y presentó el nuevo disco compacto de la VVeD, que consiste de oraciones tomadas de la VVeD, a las que él les compuso música. Vassula habló sobre cómo empezó la VVeD, su proceso de purificación, las Beth Myriams, el Ecumenismo, la Verdadera Teología en la Contemplación de Dios, la necesidad del arrepentimiento y un corazón contrito, la Misericordia y la Gracia, la Oración Incesante, el enfoque de la VVeD (Jesús quiere tener una relación íntima con nosotros), enfatizando el “Nosotros” con Jesús, la vida del Espíritu Santo, en nuestro interior, el Nuevo Pentecostés (una conversión personal, un Fuego dentro de nosotros, que nos hace querer vivir sólo para Él), haciendo de la Oración nuestra Oración, para que todos seamos uno, la Unidad de las Iglesias y del pueblo de Dios, y prepararnos para evangelizar (con amor al prójimo). Todo esto, fue nuestro alimento espiritual que nos refrescó y vigorizó, completamente.

Vassula también compartió con nosotros sus buenas noticias, el avance con la Congregación para la Doctrina de la Fe y su diálogo con el Cardenal Ratzinger durante el año pasado. Esta correspondencia, de 33 páginas, se encuentra en el Volumen 12 de la VVeD, en inglés, y será incluido en los futuros volúmenes, en todos los idiomas. ¡Aleluya! La multitud vitoreó y ella nos agradeció por nuestras oraciones.

¡Una conmovedora reunión se llevó a cabo, ahí en el escenario, cuando Vassula pidió que subieran al foro, unos parientes lejanos de ella, reuniéndose con algunos de ellos, por primera vez en 35 años!

Vassula terminó con una Oración de Sanación y la bendición con el relicario de la Verdadera Cruz.

Se deben mencionar dos áreas, en el fondo del salón. Primero, la mesa de venta de libros de la VVeD, en donde algunos buenos voluntarios hicieron ventas activas, con corazones ansiosos, sedientos por más material de la VVeD. Después, la exhibición de un póster proyectando el crecimiento de la VVeD (de un riachuelo hasta un océano), un mapa mundial indicando los países y ciudades en donde la VVeD ha tenido una participación y otro plano que presentaba el libro “El Enigma Vassula”.

En resumen, ¿fue nuestra modesta participación un éxito? Juzgando por el número de personas que llenaron el salón, (a pesar de la fría temperatura y la amenaza del SARS), los valiosos comentarios y respuestas recibidas, incluyendo el deseo formal de un ministro para unirse al Grupo de Oración de la VVeD, nos arriesgamos a decir que el consenso sería un “Gran Sí” y todo para la Gloria, Alabanza y Acción de Gracias al Dios Más Generoso, cuya Divina Manifestación y Visitación con Su pueblo, aquí en Toronto, será atesorada y recordada por corazones llenos de alegría, amor y agradecimiento. Mientras Vassula partía, la audiencia se levantó y aplaudió, cantando:

“En momentos como éste, yo canto una canción,

Yo canto una canción de amor a Jesús,

En momentos como este, yo levanto mis manos,

Yo levanto mis manos hacia el Señor,

Cantando, te amo, Señor,

Te amo.”

Esto siguió con dos cantos más; “Sólo un Paseo Más Cerca” y “Qué Amigo tenemos en Jesús”. ¡Verdaderamente, fue un día memorable!

Sybil Saldanha
Scarborough, Ontario
Canada

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