Sent: Sunday, May 04, 2003 9:09 PM
Subject: Un Sueño y una Vida Nueva

El siguiente testimonio fue escrito en septiembre de 2002.
 

Al principio de la primavera de 1994, yo estaba en la universidad en los Estados Unidos. Me encontraba muy limitada económicamente, y estaba en una completa quiebra, espiritual y emocionalmente hablando. Una noche, en la sala  de mi departamento de una sola recámara, llamé a Dios, desesperadamente. Lo había ignorado desde mi adolescencia, pero siempre creí que Él estaba ahí. En ese momento, yo verdaderamente necesitaba saber que Él estaba escuchando. Ahí, sola en la oscuridad, tuve un sentimiento de consuelo. No hubo palabras, solo sentí una Presencia que me dio una inmensa paz. Fui a la casa de mi madre y conseguí una Biblia. Cada noche, me sentaba en el piso de la cocina, para leer las Escrituras. No podía permitirme el lujo de tener lámparas, así que la única luz que tenía era en la cocina. Devoraba página tras página, así de grande era mi hambre. Empecé en el Nuevo Testamento, después de los Evangelios. Puede sonar como una locura de  mi parte, pero sentía que San Pablo era mi maestro de Biblia. Encontré una Iglesia cercana y empecé a asistir a cualquier Misa que pudiera, durante la semana, y por supuesto, los domingos. Empezaron a ocurrir muchas cosas en mi alma... cosas maravillosas.
 
Encontré una librería Católica, cerca de donde vivía y vi unos libros extraños escritos a mano, no con palabras impresas. Compré el volumen I y renté un video casette de una mujer llamada Vassula. Pensé que ese nombre era muy raro, ya que no sabía nada del idioma griego o de su cultura. Dentro de mi ignorancia en asuntos espirituales, simplemente, acepté que Jesús le estaba hablando. ¿Por qué no? De hecho, incluso su cara se parecía a la manera en que yo me imaginaba que Jesús se vería. No había leído mucho del volumen I, cuando, una noche, tuve un sueño. No fue un sueño ordinario. De hecho, puedo decir que nunca antes había tenido un sueño así, ni desde entonces lo he tenido.
 
En el sueño, yo estaba en un edificio con grandes ventanales. Se podía ver el Cielo por encima de los edificios. Noté que el sol se deslizaba a un lado. Me volteé y vi una mujer en el Cielo. No era una mujer santa. Me pareció como una prostituta. Debajo de ella, en letras mayúsculas estaban escritas estas palabras: "CAÍDA, CAÍDA ESTÁ BABILONIA, LA GRANDE". Una voz leía la frase, poderosamente, como un edicto y la Tierra temblaba ocasionando que el Cielo se cayera, dejando solamente oscuridad. Mientras continuaba mirando, notaba una luz, a lo lejos, quizás al otro lado del universo, según mi mente limitada. Cuando me di cuenta de que la Luz Era Jesús, y que Estaba viniendo hacia mi, sentí como una flecha dentro de mi corazón. Seguía fluyendo como un río de luz y entre más se derramaba dentro de mí, más sentía que mi cuerpo estaba cambiando en luz. Parecía que la luz casi como explotaba fuera de mí y brillaba a través de mí a las demás personas que se encontraban en el edificio, y lo mismo les estaba ocurriendo a ellos. Por un momento, estuve fuera de mí y pude ver la mirada en mi cara. Nunca la olvidaré.  ¡Era el éxtasis, el éxtasis puro!
 
Me desperté con lágrimas en los ojos, dando gracias a Jesús. Lo único que decía una y otra vez era: "¡Jesús, Jesús, Jesús!". Probablemente, balbuceaba como una idiota. Ese día, más tarde, tomé mi Biblia y le pedí al Señor que me enseñara qué significaba todo esto. En aquel entonces, yo no conocía bien la Biblia, excepto por algunos libros escritos por San Pablo. La abrí al azar y leí: "CAÍDA, CAÍDA ESTÁ BABILONIA, LA GRANDE" (Apocalipsis 18,2). Cerré la Biblia sobresaltada y la guardé. Una semana después, volví y dije: "De acuerdo, Señor. No sé lo que esto significa, pero, por favor, háblame de nuevo". Abrí el Antiguo Testamento, el cual no conocía en absoluto, y leí: "CAÍDA, CAÍDA ESTÁ BABILONIA, LA GRANDE" (Isaías 21,9). ¡Yo estaba sorprendida! Recé y continué leyendo el volumen I de la VVeD.
 
En pocos días, sentí que Dios le explicaba a mi corazón que yo era Babilonia, la grande, de manera puramente personal. Yo había permitido que todos los reinos del mundo se edificaran en mi alma, con el paso de los años: ambición, falta de amor, egoísmo, etc., etc. Ahora, Él había destruido esas torres y había colocado una base segura, que es Él. Lentamente, ambos reconstruiremos ladrillo por ladrillo, pero esta vez, utilizando ladrillos de amor, humildad, Justicia, etc.
 
La escuela que Él usó para enseñarme fueron los mensajes de la VVeD. Desde entonces, no puedo dejar de orar, leyendo y creciendo dentro de Su Luz. Dios dijo que escogió a Vassula, porque ella es una "nada". Un día le pregunté a Jesús: "Señor, si Vassula es una "nada" ¿qué soy yo?, porque, seguramente, ella era mejor de lo que yo era". Abrí uno de los libros al azar y leí: "Tú eres la menor de tus hermanos". Me sentí aplastada, pero al mismo tiempo, sentí una alegría tremenda. Él inundó mi corazón con Amor y me regocijé, en el hecho, de que soy la menor de mis hermanos. Qué paradoja es Dios: cuando soy la menor, Él me levanta.
 
Esto fue hace 9 años, y decir todo lo que los Mensajes de la VVeD han significado para mí, tomaría más páginas de que las que yo pudiera llenar. ¡Qué Maravilloso Dios que deja a 99 ovejas para buscar a la que se ha perdido! ¡Alabado Sea Su Nombre!
 
 
 
 
 
_______________________________________________
Si usted no desea continuar recibiendo estos
mensajes, responda a este correo, indicando, en el
Asunto del mismo, la palabra ELIMINAR.
Un archivo de correos anteriores enviados a este foro
puede verse en: http://www.tlig.org/sp/spforum/spforum.html
Para suscribirse a esta lista de correos: esp@tlig.org
______________________________________________
 

 
 

---
Outgoing mail is certified Virus Free.
Checked by AVG anti-virus system (http://www.grisoft.com).
Version: 6.0.476 / Virus Database: 273 - Release Date: 24/04/2003