Este es el último artículo sobre Ortodoxia, de la serie de siete, escritos por una persona Ortodoxa, con fines de educación religiosa. El objetivo de estos mensajes fue alentar el conocimiento de la Tradición y la Práctica Ortodoxa.

LA TRADICIÓN

Quien tenga la buena suerte de contar con alguna herencia familiar, sabe con cuanto aprecio y cuidado se le trata, y cómo se transmite de una generación a la otra.

La Iglesia Ortodoxa tiene su propia herencia familiar, la cual entrega generación tras generación. Es llamada TRADICIÓN. De hecho, la palabra “tradición” significa “entregar o dar a otro”.

La Tradición Ortodoxa incluye todo aquello que forma una parte ESENCIAL de su vida misma.

La Biblia

Los escritos de las Padres de la Iglesia

El Credo

La correcta comprensión del material escrito

Los Servicios

Las leyes (llamadas cánones) y otras enseñanzas de la Iglesia

Las reglas del ayuno

Himnos y oraciones

Signos y rituales

Íconos

Enseñanza oral (no escrita)

De hecho, es un “paquete completo” de la fe y su práctica. La Tradición es la vida común de la Iglesia, compartiendo el mismo Aliento del Espíritu Santo. Es una Cristiandad vertical y horizontal, compartiendo la fe con los Cristianos del pasado y del futuro, y con los Cristianos de hoy en día.

La Biblia es parte de la Tradición. Sin embargo, la Ortodoxia no considera a la Biblia como el ÚNICO vehículo del Espíritu Santo y ve la Revelación Divina como la última fuente de autoridad, recordando que en los tiempos primitivos, tanto del Antiguo Testamento, como el Nuevo, antes de que los libros de Moisés o que los Evangelios fueran escritos, la gente tenía que confiar, exclusivamente, en la tradición oral. Así que, la transmisión verbal de los hechos no escritos, también, es parte de la Tradición.

Cuando una familia tiene una herencia preciosa, toma gran cuidado para asegurarse de que se entregue a la siguiente generación de la misma manera en que fue recibida, originalmente. Por ejemplo, una antigua jarra de coronación no sería lo mismo, si la asa estuviera rota y se le pegara una nueva. Sucede lo mismo con la Tradición. La historia de la vida de un santo tiene que ser dicha con todos los detalles correctos, ¡sin omitir nada, ni inventar algo nuevo! Cuando un obispo es consagrado, él promete entregar la fe, la Tradición, sin añadir nada y sin quitarle nada.

Por supuesto, eso no significa que jamás ocurran cambios. Algunas veces, sin alterar los elementos fundamentales, ciertas cosas necesitan ser actualizadas. Por ejemplo, hay una oración en los Servicios para “todos aquellos que viajan por tierra, mar o aire”, la cual, obviamente, ha sido actualizada, desde que se inventaron los aviones.

Hay muchas cosas comunes que están relacionadas con simples costumbres. Por ejemplo, cada país prepara comidas especiales en Navidad, Pascua, Santorales, etc. Es parte de la Tradición, el FESTEJAR en estas ocasiones, pero los diferentes tipos de alimentos varían, ¡sin dejar por esto de ser deliciosos!

En contraste, la DIETA DEL AYUNO fue ideada, especialmente, por razones espirituales y las clases de alimentos que se comen tienen un propósito definido. Así que la dieta del ayuno es parte de la Tradición.

Si bien no importa qué receta se utiliza para hacer un pastel, para festejar el Santoral de una persona, SI importa si el Viernes Santo se come o no carne.

Al entregar una herencia familiar uno lo hace siempre con orgullo y amor. Lo mismo pasa con la Tradición.  No es algo muerto, como una carga, sino una fuente de alegría, lo que los Ortodoxos están ansiosos de entregar a sus descendientes, como un gran tesoro.

VIDA EN FAMILIA

Lo primero que notarían si entran a un hogar Ortodoxo serían los íconos: en las esquinas, sobre las puertas, o sobre la cabecera de las camas. En ciertas ocasiones, como las tardes del sábado o en días de fiesta, hay lámparas o velas encendidas frente a los íconos y se puede oler a incienso.

Todo esto los podría hacer pensar que están dentro de una Iglesia, lo que no es de sorprender, ya que el hogar Ortodoxo es visto como una “mini iglesia”. La madre de familia es la persona encargada de llevar a cabo todos los rituales de la vida del hogar, tales como encender las lámparas e incensar los íconos.

BENDECIR LA CASA

Cuando una familia se muda a una casa nueva, le pide al sacerdote que vaya y bendiga la casa. Él va por toda la casa, rociando cada habitación con agua bendita, incluyendo el garaje y el jardín. La familia lo acompaña cantando himnos. Cada año, en la Epifanía, las casas se bendicen, también, de la misma manera, ya sea por un sacerdote o por los padres de familia, quienes se llevan consigo una botella de agua bendita del Servicio de la Epifanía, donde se bendice el agua en recuerdo del Bautizo de Cristo en el Jordán.

OTROS RITUALES DE LOS HOGARES

El Domingo de Ramos se llevan a la casa ramas benditas de “palma”, las que se colocan alrededor de los íconos, y en la Transfiguración, se come fruta bendita.

La vida del hogar también se rige por el patrón del ayuno y las fiestas. Los miércoles y los viernes, los alimentos son muy sencillos, alimentos vegetarianos o verduras. Durante la Cuaresma, cada día es un día de ayuno y algunos días, tales como el Viernes Santo, no se come nada. Por supuesto, a los niños pequeños, los enfermos y a los ancianos, se les permite comer normalmente. En las casas donde se ayuna muy estrictamente no se permite escuchar música, ni ver televisión.

En días de fiesta, las casas se decoran con flores y plantas y, algunas veces, a los íconos se les colocan telas ricamente bordadas. El ícono de la fiesta de que se trate, en particular, se coloca en una mesa o repisa, en un lugar de honor. Se preparan alimentos festivos que, a menudo, son platillos nacionales tradicionales.

Las tardes de los sábados son un tiempo especial. El domingo empieza al ponerse el sol el sábado (al principio de la tarde) y la familia va a la Iglesia. Las Vísperas del sábado son un Servicio de preparación para la Liturgia del domingo. En casa, los íconos se inciensan, y se encienden lámparas o velas delante de ellos. Hay una atmósfera de anticipación. (Los niños más grandes y los adultos, que quieran recibir la Comunión, el domingo por la mañana, deben leer algunas oraciones). Así que, la tarde del sábado no es para salir, tener fiestas o ver videos, sino que es un tiempo de silencio.

Un momento muy emocionante de la vida en familia es el nacimiento de un bebé. Un sacerdote ora sobre el recién nacido y la mamá. Más tarde, el bebé será llevado a la Iglesia, por primera vez, y durante los primeros meses de su vida será bautizado. Los bebés varones son llevados por el sacerdote al santuario, alrededor del altar.

Por la mañana y por la tarde, algunas familias dicen juntos ciertas oraciones, frente a los íconos. Hay oraciones antes y después de las comidas. Había una antigua costumbre rusa de colocar un lugar adicional en la mesa, para Cristo. Si un mendigo o un peregrino tocaba a la puerta, se le permitía pasar a la casa, sentarse en el lugar de Cristo y compartir los alimentos junto con la familia.

Los miembros de la familia hacen la Señal de la Cruz, dándose la bendición unos a otros, cuando van a salir o se van a dormir. La mamá bendice así a sus hijos, antes de que se vayan a la escuela. Antes de emprender un viaje, los rusos se sientan en silencio, durante algunos minutos, antes de bendecirse unos a otros.

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