El siguiente
fragmento fue tomado del artículo “LA
GRAN CUARESMA – Un Significado de Semana a Semana”, escrita por el
Reverendo George Mastrantonis, el
cual fue amablemente enviado por Catarina Andritsaki.
Hay
instituciones y símbolos adoptados por las naciones, Iglesias o grupos de
hombres, que representan determinados ideales, acumulados en el pasado. Estas
instituciones, es decir, preceptos con autoridad reconocida, y símbolos,
representan los pensamientos y sentimientos de aquellos que los crearon o los
adoptaron y ponen en ellos toda la experiencia del pasado, a menudo, a través de
la lucha y el sacrificio. Por ejemplo, unos metros de tela roja, azul y blanca,
tienen poco valor por sí mismos. Pero si uno los coloca en cierto patrón de
rayas y estrellas, se convierten en la bandera de los Estados Unidos de América
y representan los ideales y la unidad del pueblo de América. …. Representa la unidad nacional con la que
obtuvieron sus derechos como pueblo. Lo mismo puede decirse de las instituciones
de una nación, ejército o cualquier grupo de personas.
Estas
instituciones son creadas por la gente y usadas por ellas mismas, de determinada
manera, para lograr ciertos fines. Algunas de estas instituciones son los medios
para lograr ciertos valores e ideales. En la vida de la Iglesia de Cristo hay
muchas instituciones creadas y mantenidas para cubrir las necesidades de la
gente – la Ecclesia (Iglesia). Entre éstas, está la Gran Cuaresma que cae dentro
del año (ciclo) de la vida de la Iglesia antes de la Pascha (Pascua). La
Cuaresma es el tiempo de auto examinación del creyente, para ponerse la armadura
espiritual de la Iglesia Militante; para aplicar las riquezas de las oraciones y
para hacer caridad; para adoptar profundamente el significado del
arrepentimiento, de la expiación y la reconciliación con Dios
Todopoderoso.
Este gran
período de Cuaresma, antes de la Pascua, es llamado por la Iglesia Ortodoxa,
“Tessaracoste” (Quadragesimal), que viene de la palabra cuarenta (los 40 días de
“ayuno”). Esta Institución de los 40 días de Cuaresma precede la Resurrección de
Cristo. La celebración de la Resurrección de Cristo no cae en la misma fecha
cada año, sino que se determina conforme a la posición de la luna y del
equinoccio de primavera, basándose en la situación original en que se
encontraban durante los últimos Acontecimientos de la vida de Cristo en la
Tierra. Este período de 40 días de Cuaresma es un período de “abstinencia” de
alimentos, pero, principalmente de pecados personales. La abstinencia de
alimentos (ayuno) por sí sola es un medio para alcanzar la virtud, pero no es un
fin en sí mismo.
Durante el
período de ayuno, uno hace un intento especial de evaluar su llamado como
Cristiano, de escuchar la voz del Evangelio y tomar en cuenta Sus Mandamientos,
de aceptar la invitación constante para entrar en el Reino de Cristo. Es una
invitación abierta para todos los que estén dispuestos a entrar, para quienes
creen en Cristo y se arrepienten de sus pecados; para quien se voltea,
directamente, hacia Cristo. Para lograr esto, que es una preocupación de todo el
año, la Iglesia Cristiana, desde hace muchos años, sin experiencia y de acuerdo
a la naturaleza del hombre, instituyó ciertos días de oración y ayuno como
peldaños de una escalera para ayudar a aquellos que necesitan guía, para
alcanzar este altiplano espiritual. Todos estos peldaños deben tener un
significado personal auténtico para evitar que se conviertan simplemente en un
hábito y una rutina. Ayunar comprende toda la vida piadosa del Cristiano, como
Cristo proclamó, lo que simboliza una profunda aceptación de Su exhortación para
“arrepentirse”. Esto puede ser logrado, no tanto en medida de tiempo, sino con
obras de amor a Dios y al prójimo.
Durante el
período de la Gran Cuaresma, el despertar del espíritu del hombre viene a través
de la inspiración de la Cabeza de la Iglesia, Jesucristo. Es tiempo de auto
examinarse y de preparación y de hacer un inventario de la vida interior
personal. El hombre y Cristo conocen su condición exacta. En este tiempo, uno se
ve a sí mismo en el espejo del Evangelio – la manera en que uno se ve. Uno
encuentra los medios y maneras para corregirse y mejorarse a sí mismo. La
Cuaresma es un período de tiempo cuando uno escudriña su interior con la Luz del
Espíritu Santo, con el fin de librarse a sí mismo de los impedimentos que lo
refrenan. Es un período cuando uno refuerza su fe con más oración y vida de
devoción.
Examinemos,
entonces, el significado del ayuno, el cual se convirtió en una Institución de
la Iglesia. Ayunar significa la total abstinencia de alimentos, tal como la
palabra original griega en la Biblia, ‘nesteia’, significa literalmente. La
palabra ayunar, hoy, se usa para seleccionar alimentos y limitar su cantidad.
Ayunar también puede significar comer una vez al día un pan, sal y agua, después
de la puesta del sol. Aunque el período de Cuaresma apela al hombre, como un
todo, en el arrepentimiento, la auto examinación, los actos de caridad, la
reconciliación con personas con quien se está en desavenencia, y actitudes hacia
la vida, la abstinencia de alimentos juega un papel vital en la vida del
Cristiano. La cantidad y la clase de alimentos seleccionados para este período
de Cuaresma ayuda a controlar los deseos carnales, a desarrollar la disciplina y
una vida piadosa. Pero tiene un lugar preciso en la vida del Cristiano,
especialmente durante la Gran Cuaresma.
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