Esta es la
primera plática dada por Vassula en la reciente peregrinación a Egipto.
Antes de iniciar el Taller, quisiera que todos los
participantes se tomen de la mano y oren juntos el “Padre
Nuestro”.
Como dijo San Pablo, a los Corintios, para recordarles
que es el Plan de Dios, he tomado sus propias palabras, para dirigirlas a
ustedes:
“Solamente,
somos las vasijas de barro que sostienen este tesoro, para dejar claro que tal
Poder arrollador, viene de Dios, y no de nosotros”. Por lo tanto, estamos aquí reunidos,
nosotros que nos hemos convertido en portadores de Su Mensaje Divino, para
escuchar lo que el Espíritu quiere de nosotros. Por esto, permitámosle al
Espíritu Santo que Sea Nuestro Guía, y no nosotros Su guía, para realizar
maravillas en los logros que Dios quiere que llevemos a cabo. Como ya han leído
en los Mensajes, Dios ha confiado a mi pobre ser, este Tesoro Divino. Así que
perdónenme si, algunas veces, me he opuesto a ciertas opiniones relacionadas con
cualquier actividad de la Verdadera Vida en Dios; sin embargo, yo no doy un
paso, sin que el Espíritu me pida hacerlo.
De lo que notamos, durante
nuestra última peregrinación a Tierra Santa, fue que nuestras oraciones eran más
poderosas que nuestros discursos y diálogos, ya que, apenas abríamos nuestras
bocas para orar juntos, cuando nuestras oraciones, ya habían sido escuchadas y
contestadas.
Por eso, en cualquier reunión
espiritual, tenemos que haber dado kenosis, a Dios, al borrarnos totalmente,
para darle a Dios la libertad de abrir nuestro oído espiritual. Si algunos
tienen tendencias de convertirse en administradores, más que en apóstoles, les
preguntaré: ¿Qué es más importante para ustedes, la letra o el Espíritu?. Si
dicen que la letra, entonces, estarán trabajando en relación a los asuntos de
Dios, y no tendrán justificación, ni podrán jamás lograr nada, porque será como
decir al Espíritu: “Ya no soy un niño, y puedo caminar por mi mismo”. Así, la
letra matará al Espíritu, y ustedes, verdaderamente, se convertirán en
administradores, manejando papeles, y dejando cada reunión con el corazón
vacío.
Cuando hoy, hablaremos de
nuevo, de la obra apostólica que Jesucristo nos está pidiendo que llevemos a
cabo, quisiera recordarles que nuestro trabajo apostólico, también debe estar
enfocado a la unidad de la Iglesia. Por lo tanto, el testimonio debe de ser
ecuménico. Pero para llevar la conversión a los corazones de la gente, uno tiene
que convertirse en ejemplo vivo de Paz, Amor y
Unidad.
En 1998, en Tierra Santa,
enfaticé que muchos de ustedes estaban “maduros” para convertirse en testigos de
los Mensajes. Les dije que Jesús me estaba instando a que les dijera, que Él
necesita apóstoles. En aquél entonces, no hubo mucha respuesta. Jesús es
Paciente.
Nuevamente, dos años
después, en el año 2000, Jesús me pidió que les recordara que se necesitan
apóstoles. Nuestro Señor, también, ha dicho que si ustedes dicen que tienen fe,
y no evangelizan, es en vano. Evangelizar es, también, un acto de caridad,
porque lo hacen por la salvación de las almas. Evangelizar es servir a Dios y al
prójimo. Servir a Dios se considera, también, un acto de caridad, porque
estarían saliendo fuera de su camino, por otros. Incluso, cuando oran por los
demás, también esto es otra forma de caridad, porque orar por alguien es como
derramar su propia sangre por otros. No sean como aquéllos que atraen la vida a
sí mismos para ser los únicos beneficiados.
El verano del año pasado, como
todos saben, preparé 27 preguntas como una prueba. Las respuestas que llegarían,
de ser correctas, constituirían una plática que aquéllos que las enviaron
podrían dar. Luego, vino la segunda prueba; que consistía en el cassette.
Algunos pocos fueron seleccionados. Tuve que escuchar 26 cintas; eso significó
26 horas. De éstos, algunos fueron seleccionados. Después, necesitamos
organizadores para invitar a los que darían testimonio. Recibí bastantes;
suficientes para poder enviar a los testigos, pero cuando llegó el momento de
entrar en acción, fue extremadamente difícil empezar todo, y pasé por mucha
agonía y frustración. Algunas de las personas de la Verdadera Vida en Dios, se
acercaron, pidiéndome que, de nuevo, hiciera otras preguntas para pruebas y
pensé, “no tienen idea de lo que me están pidiendo”. Algunos de los testigos
todavía estaban esperando. Todavía no habían sido invitados para dar testimonio,
antes de fin de año, entonces ¿de qué servía tener más testigos, cuando la
respuesta de los organizadores era tan débil?. Al ver esto, el Señor me pidió
que le “diera vuelta a la hoja”, y que pusiera mis esfuerzos, de ahí, en
adelante, en otras cosas. Lo que he dicho no le concierne a aquéllos, quienes,
realmente, pusieron todos sus esfuerzos en organizar y dar testimonio, sino que
concierne a aquéllos que dijeron “sí” a Dios, pero no mantuvieron su
palabra.
Con entusiasmo, he
escuchado algunos Discos Compactos que han sido grabados, como medio de
evangelización, con música de fondo. El haber hecho esto fue una inspiración, y
los Discos Compactos son fáciles de
difundir.
Concluiré diciendo que si
se sienten llamados a evangelizar, continúen haciéndolo. No cualquiera está
llamado para este trabajo, en particular, y esta es la razón por la que les hice
pasar aquellas pruebas, pero necesitamos más organizadores, para mantener a los
testigos ocupados. El trabajo de los organizadores debe ser aclarado. Cuando
pido organizadores, ellos deben entender, que deben poner todo su esfuerzo en
organizar una gran reunión, bien preparada, para que quien da testimonio, pueda
llegar a tantas personas, como sea posible. Los organizadores, también, deben
entender que, entre más personas haya, es más fácil que se puedan pagar los
gastos incurridos para traer a la persona que da testimonio. Los organizadores
tienen la libertad de avisarme en el momento en que deseen dejar de ser
organizadores. Hasta ahora, los testimonios han sido excelentes y la asistencia,
básicamente satisfactoria.
Así que, doy gracias al Señor, por todo lo que está haciendo.