Contenido:
1.
Testimonio de Conversión desde España
2.
Invoquen al Espíritu Santo
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Os aporto mi testimonio:
Soy Cristiana desde el pasado 27 de mayo de 2006, gracias a los Mensajes de la  VVD. Mi familia es
Católica (no practicante), pero en mi caso no sólo me había mantenido lejos de cualquier
creencia religiosa, hasta los 38 años fui además bastante anticlerical.
 
Sin embargo, padecía fuertes contradicciones: de un lado, Jesús me parecía el personaje más
fascinante de la Historia, el revolucionario más grande de todos los tiempos, un ser sobrehumano
“de alguna manera”, pero a la vez me parecía increíble que Dios existiera con todo lo que está
pasando en nuestra sociedad.
 
Sólo en días de especial optimismo pasaba de ser atea a ser agnóstica. De todos modos, yo era de
las que creían que si Jesús se hubiera encarnado en el siglo XX no sería ni Católico, ni Ortodoxo,
ni Luterano.
 
Es un drama que la inmensa mayoría de personas de mi entorno no identificáramos a Jesús con su
Institución. Os pondré como ejemplo el hecho de que hice mi primera comunión a los 8 años y la
segunda a los 39, y durante todo ese tiempo sólo había ido a la iglesia para bodas, bautizos,
Boletín de
La Verdadera Vida en Dios
18 de julio de 2007
http://www.tlig.org/sp.html 
"Soy Yo, tu Salvador,
Quien ha venido a ti para sanarte,
alma amadísima."
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funerales y por turismo cultural, que como sabéis en España se da mucho.
Antes de explicaros mi conversión me gustaría hacer algunos paralelismos entre el ahora y el
antes. En parte me alegro de haber vivido aquel largo período de sequía para poder compararlo
con mi situación actual, y para poder ponerme en la piel de tantas personas que viven en mi
mismo estado de desesperanza y de egocentrismo anterior. También me alegra mucho ver que no
hay comparación posible entre mi conciencia de libertad de ahora y mi antiguo sentimiento de
impotencia, cuando parecía que todo estaba escrito en no sé qué destino inamovible, o en no sé
qué ley del Karma.
 
Pero  sobre todo, el recuerdo de mi anterior vida me ha hecho entender muy gráficamente qué es
el Temor de Dios. En mi caso es no querer volver atrás -ni loca- y hacer por eso lo que haga
falta. Y no es que la vida me fuese mal –a mis ojos de entonces-, pues nunca he padecido grandes
desgracias ni me han pasado cataclismos como a veces oigo. Yo sólo era una pagana del montón,
con algunas penas, sin grandes alegrías y con un sentimiento atroz de vacío que supongo es el
mismo que conduce hoy a la gente a engancharse a cualquier cosa.
 
Y por último, si me permitís la broma, todos los que me rodean, y yo misma, podríamos certificar
hoy ante notario que las enseñanzas de Jesús no sólo embellecen el alma, también rejuvenecen
la cara y el cuerpo. Y gratis. Desde el primer fin de semana tras ese 27 de mayo, mucha gente me
pregunta qué tratamiento he hecho, pues se me ve esplendorosa y más alegre. ¿Acupuntura?
¿Yoga? ¿Un balneario de los caros? Cuando explico mi conversión, todo el mundo coincide en que
se lo esperaban todo menos esto y me gusta decirles que, entre otros motivos más elevados, es
bueno seguir al Maestro porque su recompensa del ciento por uno es LITERALMENTE cierta, no es
ninguna metáfora. Insistiré más adelante en los Beneficios de la Fe porque sé que es un buen
gancho para gente que, como yo –más antes que ahora-, son egoístas y sólo actúan por cuestiones
de rentabilidad. El que busque Rentabilidad, que se aliste con Dios en el batallón de Jesús. 
 
Os explico cómo fue:
 
Ese día 27 era el último de unas cortas vacaciones en Logroño, y entré en una librería al azar a
comprar alguna lectura para el viaje de vuelta. Resultó ser una librería religiosa y vi en un lugar
destacado el Tomo I de la VVED. No había oído nunca nada de esa publicación, ni de la autora, ni
del movimiento, pero me llamó la atención el Santo Rostro de Jesús en la portada. Cuando
pregunté a la dependienta “de qué iba” la obra, contestó algo así como “son reflexiones de la
autora”. Explico estos detalles porque aún hoy me parece un milagro haberlo comprado, con
semejante publicidad y en mi estado de absoluto aturdimiento espiritual.
 
Ya en el viaje de vuelta, creo que empecé a llorar en la tercera página y de alguna manera supe
que me estaba cambiando la vida. Me impactó sobre todo la narración en Primera Persona de la
Pasión de Cristo y la imagen de nuestra Santa Madre, DE PIE a un palmo de la cruz con su Hijo
agonizando. Devoré casi todo el libro antes de bajar del tren y en los días siguientes me dediqué
a buscar denodadamente el resto de Tomos publicados en España.
 
No recuerdo en qué momento decidí poner en práctica algunas de las Enseñanzas de Jesús, pero
sí recuerdo que pronto empecé a rezar a diario en mi casa, y que al cabo de unos tres meses
comencé a confesarme, a comulgar y a ir a Misa al menos una vez al mes.
 
Al principio lo hice como quien sigue una instrucción, pues en un principio no sentía inclinación ni
necesidad de rezar ni mucho menos de ir a Misa. Quizá fue un acto de fe ciega, o quizá pensé una
vez más en términos de rentabilidad con un “voy a hacerlo por si acaso”, pues los Mensajes me
han dejado absolutamente claro que me va la Vida en la práctica de la oración. Todo lo demás
vino luego.
 
Yo no tengo formación religiosa, y fue en la lectura  de la VVED donde empecé a conocer la
grandeza de la Eucaristía, y sobre todo que la Iglesia es el Cuerpo de Jesús y que es fundamental
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participar en ella como sea, aunque no entendiese ni la mitad y no me gustase al principio. Hoy
procuro no pensar en si el clero está maltrecho o no, sólo pienso que es la Casa de Mi Padre y
que, como en cualquier familia, la Casa hay que compartirla con los hermanos que te gustan
mucho y con los que no te gustan tanto.
 
Salvando las distancias, hago mía la actitud de Santa Teresa de Jesús cuando no consintió que
nadie la alejara de su Iglesia, pese a que los peores momentos se los llevó por la incomprensión y
los ataques de algunos sacerdotes. “De la Casa de Mi Padre no me saca nadie”. Es una buena
lección y la subrayo por lo que he visto entre mis amigos, pues he comprobado que la figura de
Jesús cautiva a cualquiera, pero sin embargo la Iglesia Católica / Ortodoxa / Protestante, no
tanto. Algunos me dicen que quieren a Jesús pero “a su manera”, no en su Iglesia, lo cual debe
ser muy complicado y desde luego mucho menos eficaz. 
 
Puntualizo todo esto porque una de las cosas que le diría a alguien que haya leído los Mensajes de
la VVED y que todavía no se haya decidido a ponerlos en práctica por esperar a tener ganas, o a
tener más fe, o lo que sea, es que pruebe a practicarlos aunque sea con escepticismo, aunque sea
sin ganas.
 
Que lo pruebe con algo de perseverancia, a mí me ha costado meses disfrutar en Misa, y desde
luego aún estoy lejos de levitar. En mi caso, primero fue la práctica y luego la confianza y el
disfrute. Y os aseguro que tenía muy poca fe cuando empecé, tenía “menos que un grano de
mostaza”. Es más, al principio iba a la Iglesia a regañadientes y no os podéis imaginar mi cara el
primer día que me vi en una Misa, ni la del primer día que fui a casa de mi sacerdote para
confesarme (tuvo la habilidad de no sugerirme lo de ir a un confesionario). Sencillamente no me
lo podía creer.
 
Pero por encima de todo lo anterior, quiero seguir las Enseñazas de los Mensajes y de los
Evangelios porque quiero que Jesús se alegre conmigo, y pienso que su mayor alegría está en
hacerle caso. Aún no consigo llevar todas sus instrucciones a la par y he tenido más de un
tropezón, pero sé que cuento con su Absoluta Paciencia. Y también sé que tampoco hay que
abusar de ella.
 
Si no hubiera tenido la fortuna de leer estos Mensajes, quizá la conversión me hubiera llegado por
otras vías, pero estoy prácticamente segura de que –salvo milagro- hubiera sido una
transfiguración más fugaz, muy inestable, y desde luego no hubiera entrado por la vía de la
Iglesia Tradicional ni hubiera practicado ningún Sacramento, entre otras cosas porque jamás me
habría acercado a un cura ni a leer las Sagradas Escrituras. Y si mi apertura espiritual no se
hubiera canalizado bien, es decir DENTRO de la Iglesia y de los Santos Sacramentos, quizá habría
sido carne de cañón para una secta. Es decir, si no fuera por los Mensajes de la VVD, mi
conversión habría sido mucho menos beneficiosa.
 
Hoy hace menos de un año y podría escribir una novela de aventuras con todo lo que me ha
pasado. Reitero que mi transfiguración ha sido evidente para mí y para todos los que me conocen,
si bien la mayoría no sabe el por qué.  De momento sólo se lo he explicado a parte de mis amigos
y a alguna compañera del trabajo, es decir a unas doce personas, y a casi todos les he hecho
llegar el primer Tomo de la VVD. Por lo que he visto en ellos, no siempre el efecto es tan
torrencial como en mi caso, o al menos no lo demuestran, a lo mejor porque tampoco están tan
muertos como yo estaba, pero sé que a todos les va calando algo.
 
En cualquier caso, cada día somos más.
Un saludo,
 
Carmen Sabalete
España
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¡INVOQUEMOS AL ESPÍRITU SANTO!
El
26 de octubre de 1989
, Jesús le dijo a Vassula:
Ora, con frecuencia, al Espíritu Santo esta plegaria:
Ven, Espíritu Santo,
ven por la poderosa intercesión
del Inmaculado Corazón de María,
Tu Esposa Bienamada.
Amén.
Con esta plegaria, Mi Santo Espíritu se apresurará y descenderá sobre ustedes. Oren para que la
efusión de Mi Santo Espíritu venga sobre ustedes.
El
9 de enero de 1996
, Dios Padre dio un Mensaje prometiéndonos derramar sobre nosotros
los Dones de Su Santo Espíritu.
 
A continuación, se encuentran pasajes de dicho Mensaje. 
“Determinado a compartir Mi Gloria con todos ustedes, estoy derramando Mi Santo Espíritu en sus
días, con una prodigalidad como nunca, para renovarlos y que obtengan su liberad en Mi Espíritu.
Los hombres buscan su propia ruina, pero Mi Amor es Fiel y Mi Compasión es Grande. He bajado la
Mirada a Mi Creación y dije: dejaré que el viento les lleve Mi Aliento (
El Espíritu Santo que ya se está
derramando, por ejemplo, en los movimientos carismáticos)
antes de lo que Yo había planeado. No tendré en
cuenta registros ni historiales, pues Mis Caminos están por encima de sus caminos. Mi Aliento será
llevado por los vientos sobre Mi creación, para que digan: "Dios no nos ha olvidado. Éste es Su Rocío;
éstas son Sus gotas de lluvia". Y junto con éstos, derramaré sobre ustedes Instrucción como profecía.
Incluso sobre el menor de ustedes, creación, derramaré Mis Dones para que puedan ver su desnudez
y se den cuenta, cómo durante toda su vida, Me han afligido. Entonces, como un niño, llorarán y
volverán a Mí, su Padre. A partir de entonces, aspirarán sólo las cosas celestiales, que perduran.
… No digan: "¿puedo atreverme yo, el pecador, a solicitar la Luz Inaccesible, que sólo
es accesible a los santos?". Si verdaderamente creen que son pecadores, como dicen, e
indignos de Mis Dones, lo imposible se hará posible. (Dios quiere decir que si
admitimos que somos pecadores, ya reconocemos nuestra indignidad. Con un
espíritu de humildad podemos obtener los Dones de Su Espíritu). Inmediatamente
les prenderé fuego para consumirlos y quemar hasta la raíz todo lo que no era Yo.
Luego, sustituiré todo lo que obstaculizaba Mi paso en ustedes, a través de Aquél que ustedes
pensaron que era Inalcanzable. Él será la luz de sus ojos, el motivo de su ser, el movimiento de su
corazón, la expresión de su hablar, su risa y su alegría; el adorno real de su alma, el guardián de su
espíritu. Él será su hermano, su hermana y su fiel amigo. Él será su festejo, su banquete, el tesoro
oculto, la perla, su himno al Himno, su amén al Amén, la tierra prometida y el fundamento de todas
las virtudes, sobre las cuales Él inscribirá Su Santo Nombre.
Vengan, por tanto, y reciban el Sello de su libertad admitiendo que son pecadores y sujetos al pecado,
para que Yo, a Mi vez, prodigue sobre ustedes Mis Riquezas Inagotables y el Reino del Cielo. Mi
Santo Espíritu puede apagar su sed.
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Pongan sus ojos, su mente y su corazón en Mí y vengan a poseer Mi Reino; vengan y poséanme a Mí,
su Dios. No confíen en nadie más que en Mí.
El Poder interior dentro de ustedes es Mi Santo Espíritu, en quien respiran y se mueven, sin dejar de
ser nunca. El encanto interior, la grandeza, elocuencia y belleza en su interior es Mi Santo Espíritu. La
luz interior de su alma es Mi Espíritu Tres veces Santo, que hace su alma inmortal, llena de gracia, Mi
cielo, Mi descanso y la perfecta morada para Mí, su Dios, Trino pero Uno en la unidad de la esencia.
El Intercesor interior dentro de ustedes, que eleva su espíritu en una nube y los pone en comunión con
Mis Santos y Mis Ángeles, es Mi Santo Espíritu. Él los enseñará a ser inquebrantables cuando sean
perseguidos y calumniados por Mi causa. ¡Dispongan su corazón para perfeccionar su alma, llenándola
con Mi Espíritu y vivirán!
Ven, hija. ¿Nosotros? Dios está contigo.
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