Se puede ver al Papa leyendo la dedicatoria de Vassula, escrita en la primera página de un volumen de los Mensajes de la Verdadera Vida en Dios. Para ver una versión más amplia de la fotografía, haga click sobre la imagen.

14 de febrero de 1998

Reunión con el Santo Padre

Yo, Niels Christian Hvidt, junto con dos amigos, Anu y Abhay George, originarios de Kerala, India, pero que actualmente viven en Dinamarca, tuvimos la oportunidad de participar en la Misa del Santo Padre, en su Capilla Privada, el 10 de febrero de 1998.

Diez sacerdotes concelebraron con el Santo Padre y, en total, habíamos 23 laicos presentes. Después de una Misa muy hermosa y austera, el Santo Padre nos recibió en la Sala de Audiencias, junto a la Capilla Privada, nos entregó Rosarios, y nos dio bendiciones y saludos a cada uno de nosotros. Aproximadamente cinco personas le llevaron regalos al Santo Padre.

Yo llevaba conmigo el décimo volumen de la Verdadera Vida en Dios en francés. Unos meses antes, Vassula lo había dedicado al Santo Padre y me entregó el libro. En la primera página decía, en francés:

Para el Santo Padre Juan-Pablo II.
Que Dios lo bendiga y lo proteja,
Vassula

Cuando se acercó a mi, yo tenía el libro en mi mano. Después de haber recibido el Rosario y de haberle besado la mano, le dije en alemán: "Le he traído un libro muy importante para usted. Es el libro de Vassula.". El Santo Padre, con interés, respondió: "¡Ah, Vassula!". También, Monseñor Stanislaw Dziwizs, quien por décadas ha sido el Secretario personal del Papa, y tres días antes de esta audiencia, fue nombrado obispo, con interés dijo: "¡Vassula!". Claramente, ambos reconocieron su nombre.

Luego, le dije: "Ella se lo dedicó a usted". Con un cálido y sincero interés, el Papa miró el libro, lo abrió y vio el saludo de Vassula y luego, dijo: "Gott segne sie": "Que Dios la bendiga". Hizo la Señal de la Cruz sobre el libro. Después, se lo entregó a Monseñor Mietec, quien recoge los regalos, para que el Santo Padre los vea, después de la audiencia.

Antes de continuar con la siguiente persona del grupo, le dije: "Oramos mucho por usted, Santo Padre", a lo que él respondió: "¡Gracias!".

"Saludo, cordialmente, a las personas de lengua española que están presentes aquí, especialmente a las religiosas de la Congregación de 'Santa Teresa de Jesús' y LOS GRUPOS ESPIRITUALES DE LA 'VERDADERA VIDA EN DIOS'. Les deseo a todos ellos un verano espiritual que les ayude a reafirmar su promesa Cristiana, para que su generosa respuesta a Dios pueda ser testigo de Su Amor en el mundo. Les doy, con afecto y para todos sus seres queridos, la bendición Apostólica".